«Una despedida»: Algernon Swinburne; poema y análisis


«Una despedida»: Algernon Swinburne; poema y análisis.




Una despedida (A Leave-Taking) es un poema de amor del Algernon Swinburne (1837-1909), publicado en la antología de 1866: Poemas y baladas (Poems and Ballads).

Una despedida, posiblemente uno de los mejores poemas de Algernon Swinburne, plantea exactamente eso: una despedida, y en el proceso combina de manera excelente algunos recursos típicos de la poesía prerrafaelita con la atmósfera fatídica del decadentismo.




Una despedida.
A Leave-Taking, Algernon Swinburne (1837-1909)

Vámonos de aquí, canciones mías; ella no escuchará.
Vámonos de aquí juntos, sin temor.
Guardad silencio, pues ha pasado el tiempo de cantar;
las viejas y queridas cosas han acabado.
Ella no nos ama, ni a vosotras ni a mí, como nosotros la amamos
Sí, aunque cantásemos como ángeles en su oído, ella no escucharía.

Levantémonos y partamos; ella no lo sabrá.
Vayamos hacia el mar como los grandes vientos,
henchidos de espuma y arena; ¿de qué vale quedarnos?
De nada sirve, pues las cosas son así,
y el mundo entero es amargo como una lágrima.
Y, aunque os esforzárais en mostrar cómo son las cosas,
ella no lo sabría.

Vamos a casa, pues; ella no llorará.
Dimos al amor muchos sueños y días que guardar,
flores sin aroma, y frutos que no crecían,
diciendo: "Si quieres, pasa la hoz y siega".
Todo está ya segado; no queda hierba que cortar.
Y a los que hemos sembrado, aunque el sueño nos venciera,
ella no lloraría.

Vámonos de aquí y descansemos; ella no amará.
No oirá si cantamos acerca de esto,
ni verá los caminos del amor, cuán dolorosos y escarpados son.
Venid pues, que así sea, quedaos calladas; ya basta.
El amor es un mar baldío, amargo y profundo;
y, aunque ella contemplara el cielo entero en flor allá arriba,
ella no amaría.

Abandonemos, alejémonos; a ella no le importará.
Aunque todas las estrellas convirtieran el aire en oro,
y el incansable mar viera ante sí moverse
una flor de luna que emebelleciera todas las flores de espuma;
aunque nos cubrieran las olas y arrojaran
a la profundidad los labios ardientes y el cabello ahogado,
a ella no le importaría.

Vámonos de aquí; ella no lo verá.
Cantemos todos, una vez más, juntos; acaso ella,
ella también, al recordar días y palabras que fueron,
se volverá un poquito hacia nosotros, suspirando; pero nosotros
ya nos habremos ido, nos habremos marchado,
como si nunca hubiésemos estado aquí.
No, ni aunque todos los hombres al verlo se apiadaran de mí,
ella no lo vería.


Let us go hence, my songs; she will not hear.
Let us go hence together without fear;
Keep silence now, for singing-time is over,
And over all old things and all things dear.
She loves not you nor me as all we love her.
Yea, though we sang as angels in her ear,
She would not hear.

Let us rise up and part; she will not know.
Let us go seaward as the great winds go,
Full of blown sand and foam; what help is here?
There is no help, for all these things are so,
And all the world is bitter as a tear.
And how these things are, though ye strove to show,
She would not know.

Let us go home and hence; she will not weep.
We gave love many dreams and days to keep,
Flowers without scent, and fruits that would not grow,
Saying 'If thou wilt, thrust in thy sickle and reap.'
All is reaped now; no grass is left to mow;
And we that sowed, though all we fell on sleep,
She would not weep.

Let us go hence and rest; she will not love.
She shall not hear us if we sing hereof,
Nor see love's ways, how sore they are and steep.
Come hence, let be, lie still; it is enough.
Love is a barren sea, bitter and deep;
And though she saw all heaven in flower above,
She would not love.

Let us give up, go down; she will not care.
Though all the stars made gold of all the air,
And the sea moving saw before it move
One moon-flower making all the foam-flowers fair;
Though all those waves went over us, and drove
Deep down the stifling lips and drowning hair,
She would not care.

Let us go hence, go hence; she will not see.
Sing all once more together; surely she,
She too, remembering days and words that were,
Will turn a little toward us, sighing; but we,
We are hence, we are gone, as though we had not been there.
Nay, and though all men seeing had pity on me,
She would not see.


Algernon Charles Swinburne
(1837-1909)




Poemas góticos. I Poemas de Algernon Swinburne.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del poema de Algernon Swinburne: Una despedida (A Leave-Taking), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene razón, debo olvidarla de una vez por todas



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Análisis de «La pequeña habitación» de Madeline Yale Wynne.
Poema de Emily Dickinson.
Relatos de Edith Nesbit.


Paranormal.
Poema de Charlotte Mew.
Relato de Walter de la Mare.