10 películas que cambiaron el final de las novelas que las inspiró


10 películas que cambiaron el final de las novelas que las inspiró.




Lugar común: el lenguaje del cine difiere del lenguaje literario. Esto lo sabemos todos. Sin embargo, a veces las diferencias entre una película y la novela que la inspiró son tan enormes que justifica preguntarnos algo acerca de los factores que influyen sobre estos cambios.

Personajes que mueren en la novela pero que viven escandalosamente en la película son ejemplos típicos de la intervención cinematográfica, algo que los lectores fanáticos no suelen perdonar tan fácilmente. No obstante, son los finales alterados los que realmente nos producen cierta confusión.

Y es que justamente el final de las novelas suele ser el punto más flojo de cualquier obra. Esto ha sido discutido por muchos eruditos, por ejemplo, por E.M. Forster, en su obra: Aspectos de la novela (Aspects of the Novel), donde sostiene que cualquier final posible para una buena novela resulta siempre decepcionante. ¿Por qué? Básicamente porque todo final supone una herida fatal al argumento, un quiebre del que no hay retorno.

Más allá de estas valoraciones hay que admitir que el cine tuvo sus aciertos y sus fracasos al momento de cambiar el final de una historia. Si bien la respuesta del público es predecible en ciertos aspectos, jamás sabremos cuál hubiese sido su reacción al observar los finales originales de algunas de estas historias.

Repasemos 10 películas que cambiaron el final de las novelas que las inspiró.



10- El planeta de los simios (The Planet of the Apes)


Tal vez presenta uno de los giros finales más icónicos de la historia del cine: el astronauta George Taylor, interpretado por un imperturbable Charlton Heston, regresa al planeta tierra solo para descubrir que sus aventuras espaciales en realidad se produjeron en una era post-apocalíptica gobernada por simios de aguda inteligencia, es decir, en el futuro.

En la novela del francés Pierre Boulle, titulada La Planète des singes, ni siquiera tenemos a un astronauta, sino a un periodista, Ulysse Merou, que desciende sobre varios planetas a lo largo de su viaje; la mayoría de ellos habitados por simios inteligentes que dominan a una raza de desmejorados seres humanos. Al final nos enteramos que nuestro planeta es quizás el único en donde los humanos dominan a los simios, al menos durante un tiempo. 700 años en el futuro los simios finalmente se alzan en armas y reducen a la humanidad a una esclavitud acaso previsible.

Las nuevas versiones de El planeta de los simios también están inspiradas, al menos en parte, en aquellas viejas novelas distópicas de la era victoriana. Una en particular, titulada: Crónicas del siglo XXIX (Annals of the Twenty-Ninth Century), del autor Andrew Blair, retrata cómo en este futuro se altera la conformación cerebral de los simios para producir una raza de guerreros que, finalmente, terminan luchando contra los humanos. El líder de esta facción de monos sediciosos se llama César.


9- Jurassic Park (Jurassic Park)


Jurassic Park se ajusta bastante bien a lo que Michael Crichton describe en la novela, salvo en el final. En la novela, el ejército de Costa Rica rescata a un puñado de sobrevivientes y luego bombardea la Isla Nublar. Steven Spielberg resolvió que sería mucho más divertido que fuese el T. Rex quien se hiciera cargo de aquellos odiosos velocirraptores.

Más allá de este cambio, Spielberg también salva a John Hammond y Ian Malcom, ambos ferozmente masacrados en la novela; pero decide matar al guardián del parque, Robert Muldoon, y al abogado, Donald Gennaro, los cuales de hecho sobreviven en el libro.


8- La naranja mecánica (A Clockwork Orange)


Stanley Kubrick cambió en varios puntos la novela del británico Anthony Burgess. En el libro, Alex abandona sus impulsos homicidas tras ser «rehabilitado»; sin embargo, en la versión de Kubrick continúa siendo tan psicótico como al principio.

Kubrick tal vez creyó que el final de la novela era demasiado optimista, teniendo en cuenta el tono y los temas que aborda. Burgess, quien no estuvo para nada conforme con el resultado de la película, a la que consideraba una glorificación de la violencia.

No entremos en comparaciones. Ambas obras son notables, aunque increíblemente distintas. De hecho, los que lean la novela luego de ver la película acaso se lleven una poderosa sorpresa. Kubrick es un tipo persuasivo, tanto es así que incluso es capaz de generar cierta confusión en aquellos que conocen a fondo la novela.


7- El club de la pelea (Fight Club)


La versión cinematográfica de David Fincher sigue a rajatabla el argumento de la novela, al menos hasta la escena final, donde Marla y el narrador observan una serie de explosiones producidas por su alter ego, Tyler Durden, luego de que este es derrotado con un disparo autoinglingido.

En la novela de Chuck Palahniuk, en cambio, el final nos revela al narrador mientras despierta en un manicomio recuperándose de aquel disparo. El personal médico se muestra interesado en saber cuándo continuará el Proyecto Mayhem, es decir, dando por sentado que Tyler Durden ha sobrevivido en su trastornada psique y que acaso se ha fortalecido.


6- El resplandor (The Shining)


Las diferencias son notables entre ambas versiones: En la novela de Stephen King no hay laberinto y Dick Hallorann, aquel cocinero negro que también era capaz de resplandecer, nunca muere. En la película, Jack Torrance (Jack Nicholson) muere en el laberinto y se congela, mientras que en el libro arde junto con el hotel Overlook.


5- Soy leyenda (I am Legend)


Existen muchas versiones cinematográficas de esta novela clásica de Richard Matheson, pero en todas el último sobreviviente de la raza humana es el doctor Robert Neville, quien finalmente es destrozado por aquella raza de vampiros o zombis, dependiendo del film.

En la novela, en cambio, Neville es visto por los infectados como una especie de criminal de guerra; es decir, es considerado un monstruo por los monstruos, recordemos, la raza dominante del planeta. Incluso es juzgado por sus crímenes y ejecutado con todas las garantías de la ley.


4- La letra escarlata (The Scarlett Letter)


La novela clásica de Nathaniel Hawthorne explora temas tan profundos como la culpa, el castigo y la mentalidad obtusa de la Nueva Inglaterra del siglo XVII. Al final de la novela, todo el pueblo persigue a la desdichada Hester Prynne al enterarse de que el padre de su hijo es nada menos que el reverendo Dimmesdale, quien eventualmente muere preso de atroces remordimientos.

En la película de 1995, dirigida por Roland Joffé y protagonizada por Gary Oldman, Demi Moore y Robert Duvall, se insiste en otro de esos insufribles finales felices al estilo Hollywood, donde NADIE MUERE y hasta la indecorosa pareja de Dimmesdale y Prynne rehacen su vida conyugal en otra aldea, acaso más tolerante.


3- Desayuno en Tiffany (Breakfast at Tiffany's)


La exquisita novela de Truman Capote fue simplificada hasta el absurdo en su versión cinematográfica. En el libro, Holly Golightly pierde para siempre al gato y abandona Nueva York para instalarse en... ARGENTINA.

En el final de la película, en cambio, Holly (interpretada por Audrey Hepburn) se reencuentra con el felino y se besa apasionadamente con Paul; lo cual no estaría nada mal si no fuese que en la novela de Capote no hay romance de ninguna índole.


2- La invasión de los ladrones de cuerpos (The Body Snatchers)


En este verdadero clásico del cine de 1956, dirigido por Don Siegel y basado en la novela de Jack Finney, observamos al final cómo el ya alienado protagonista, llamado Miles, nos advierte que nosotros seremos los siguientes (You're next!), corriendo de un lado al otro de la autopista como un verdadero enajenado.

En el libro, los invasores extraterrestres de hecho abandonan el planeta después de que Miles descubre la forma más adecuada de matarlos, en este caso, a través del fuego.


1- Forrest Gump (Forrest Gump)


Existen muchas diferencias entre la película y la novela. En el final de la versión cinematográfica de Robert Zemeckis asistimos al conmovedor entierro de Jenny (imposible no moquear) y luego a Forrest criando a su hijo, hasta la escena final en donde lo acompaña hasta el autobús escolar.

En la novela de Winston Groom, mucho más cínica y sarcástica que la película, Forrest jamás tiene un hijo con Jenny. De hecho, recién en el ocaso del libro inicia una compañía de pesca y enlatado de camarones para homenajear a su viejo amigo Bubba, al que no conoce en la guerra de Vietnam sino en la universidad.

Otro cambio rotundo tiene que ver con la relación de Forrest con Jenny, quien NO MUERE EN LA NOVELA, se casa con otro sujeto y tiene un hijo con él.

El propio Forrest Gump es casi irreconocible para los que leyeron la novela. En la película se lo retrata como un sujeto casi inmaculado, puro, sin agenda ni opiniones acerca de nada que no sea Jenny, su madre y Dios. En el libro, bueno, digamos que no está exento de una o dos maldades.




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3 comentarios:

Karina Rodríguez (Rosa Negra) dijo...

Hace un tiempito leí que lo que pasó en La naranja fue que Burgess aceptó sacarle el capítulo 21 a la novela con tal de que entrara en el mercado estadounidense y que esa fue la versión que Kubrick utilizó para desarrollar la peli. Parece ser que, después de ver la película, Burgess se arrepintió de esa decisión porque para él todo el sentido de la novela pasaba por la maduración del protagonista y su evolución positiva, tal como lo escribió. ¡Lástima que se dió cuenta tarde!

Scarlett dijo...

Han cambiado mi vida, yo siempre pensé que al final el tipo del club de la pelea se moría xD, no sé porque, de repente estaba muerta de sueño cuando lo leí o me interrumpieron (como siempre).

Elisabeth Carrasco dijo...

Creo que hay una confusión en el punto 1. En la novela El planeta de los simios la tecnología simia está mucho más avanzada que la mostrada en la película. Cuando el protagonista llega al planeta en cuestión (es decir a la Tierra del futuro) ese es el único planeta habitado. Luego, al abandonar el planeta, su viaje transcurre a lo largo de 700 años. Para él un año, para la realidad 700. Para entonces la tecnología de los simios de la tierra que él abandonó (sin saber que era la Tierra) es lo bastante avanzada como para que los simios hayan colonizado otros planetas. Los simios de otros planetas son descendientes de simios terrestres, no alienígenas; la tierra es el único planeta donde hay vida original.



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