Íncubos y Súcubos: ¿qué ocurre durante un encuentro paranormal?


Íncubos y Súcubos: ¿qué ocurre durante un encuentro paranormal?




Mucho se habla de los íncubos y súcubos, es decir, entidades masculinas y femeninas del plano astral que buscan satisfacer impulsos muy carnales con personas reconocidamente vivas [ver: El Caso de Doris Bither]

Lejos de tratarse de escenas románticas, este tipo de encuentros suelen ser notablemente perturbadores.

Los Íncubos, Súcubos y otros seres del plano astral suelen obtener lo que quieren cuando se manifiestan. Rara vez fracasan, y siempre, invariablemente, comienzan sus visitas como indiscretas bolsas de aire frío que se mueven debajo de las sábanas.

Sería fácil caer en el razonamiento de que este tipo de encuentros con fantasmas solo ocurren en las leyendas medievales. Nada más lejos de la verdad. De hecho, los reportes de encuentros carnales con fantasmas mantienen aún hoy las mismas características de antaño.

Para la víctima, desde luego, la experiencia no tiene nada de fantasmagórica.

La sensación es real, e incluye todas las posibilidades del amor convencional entre personas vivas: besos, caricias, juegos y finalmente penetración.

En este contexto, los seres del plano astral lo suficientemente fuertes como para reunir la energía necesaria para manifestarse a nivel físico suelen ser amantes expertos.

Cada caricia, cada dedo frío que acecha bajo las sábanas, se produce aprovechando las fantasías de la víctima. Es ella quien le provee las herramientas necesarias para que el ataque sea devastador.

Este tipo de ataques ocurren tanto cuando la persona se encuentra sola como acompañada, incluso en la cama. No obstante, la mayor tasa de asaltos se da fuera del hogar, por ejemplo, en un hotel o incluso en un cementerio.

Sin ir más lejos, desde la Edad Media se apilan reportes de personas que experimentan horrorosos asaltos en los cementerios; no ya de audaces manos que acarician sin anunciarse, sino de explícitas sensaciones de estar siendo masturbado, por ejemplo.

Los hombres, al menos, suelen ser los que menos recuerdan estos episodios.

Rápidamente se los clasifica como sueños eróticos, si el contexto lo justifica, o simples instantes de excitación que aparecen y se diluyen sin dejar rastros de su origen.

Las mujeres, en cambio, los recuerdan con lujo de detalles.

Existen algunas diferencias entre los Íncubos y Súcubos tradicionales y otras criaturas del bajo astral.

Estos últimos, por ejemplo, se caracterizan por efectuar ataques directos y emplear un lenguaje más bien obsceno.

Los Íncubos y Súcubos, por el contrario, llegan a establecer una especie de relación con sus víctimas, a quienes visitan durante años.

La sensación que éstos últimos producen es de extremo placer. No es extraño que la víctima incluso sienta nostalgia por la ausencia de su fantasmal amante.

Otra característica típica de este extraño fenómeno paranormal consiste en el desplazamiento del deseo por parte de la aparición. Es decir, cuando la víctima empieza a considerar fantasías que nunca tuvo, y que en realidad tampoco tiene.

Es el espíritu quien induce este tipo de deseos, logrando con ello obtener una satisfacción secundaria.

El final de estos encuentros es casi siempre el mismo: saturación física y emocional.

La persona que ha recibido la visita de un íncubo o un súcubo se siente extremadamente agotada, con los sentidos embotados e incluso una alarmante disminución del sentido del olfato.

Durante la Edad Media se escribieron libros enteros a propósito de estas diabólicas criaturas sobrenaturales, sobre todo para entrenar a los monjes novicios sobre las sutiles artes del maligno.

El principal enemigo, advierten, es un habitual desorden hepático conocido como melancolía: el octavo pecado capital.




Fenómenos paranormales. I Diccionario demonológico.


Más literatura gótica:
El artículo: Íncubos y Súcubos: ¿qué ocurre durante los encuentros nocturnos? fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

7 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Vale la pena sentirse agotado por esas razones.

Unknown dijo...

Yo tengo fantasías sexuales pero no considero que sean a niveles sobrenaturales de hecho llevo una vida bastante sana en lo fisico espiritual y mental aunque nunca hay que descuidarse....

Rex dijo...

me enamore de una súcubo, que puedo hacer? no la quiero echar, es la mujer mas hermosa que vi en mi vida y me visita seguido

Anónimo dijo...

Yo me enamoré de un incubo, ahora no quiero dejarlo :(

Anónimo dijo...

Solo te quita el deseo y la energía vital, además no es hermosa, es la imagen que toma en tu mente para llegar más fácil a ti

Anónimo dijo...

Solo toma cierta imagen atractiva para aprovecharse de ti y absorber energía vital,puede volverse algo desagradable y el obtiene más dominio sobre ti, recalco que no son nada atractivos, solo toman una imagen para que sea presa fácil

Emilio dijo...

El octavo pecado capital, luego descartado, es la tristeza.



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