La locura hereditaria de Charlotte Mew


La locura hereditaria de Charlotte Mew.




Charlotte Mew (1869-1928) fue una poetisa y narradora inglesa que descartó las viejas formas de la poesía victoriana y se convirtió en una vanguardista de modernismo en Inglaterra.

Su vida estuvo llena de desgracias. Su padre, el arquitecto Frederick Mew murió en 1898 sin haber tomado precauciones para conservar el bienestar de su familia. Ningún biógrafo ve en esta omisión un acto de negligencia. Frederick padecía una rara enfermedad mental degenerativa, por entonces sin diagnóstico, que lo llevaba a mantener un comportamiento extravagante y a menudo escandaloso [ver: E.A. Poe y la Locura como sublime forma de la inteligencia]

Algunos hablan en voz baja de una «maldición familiar», pronunciada por una gitana en un arrebato de indignación. Lo cierto es que todos los varones de la familia Mew sufrieron del mismo raro padecimiento mental. Los dos hermanos mayores de Charlotte Mew fueron recluidos en un manicomio durante una crisis y jamás salieron en libertad [ver: En el Manicomio: la locura en la ficción gótica]. Pero el horror no termina allí. Sus tres hermanos menores fallecieron misteriosamente antes de cumplir los cinco años de edad.

Las únicas sobrevivientes de la familia Mew fueron Charlotte y su hermana, Anne. Entre ellas existió un pacto por el cual se comprometieron a no casarse jamás por temor a trasmitirle la locura [o la maldición] a sus hijos. Esta elección radical acaso fue más sencilla para Charlotte Mew, posiblemente lesbiana.

Con la «maldición» a sus espaldas, Charlotte Mew se dedicó de lleno a la literatura.

En 1894 publicó un cuento en El libro amarillo (The Yellow Book), y una colección de poemas llamada La novia del granjero (The Farmer's Bride). Su obra poética fue creciendo en admiradores, algunos de ellos muy reconocidos; como Thomas Hardy, que la consideró la poetisa más grande de su tiempo luego de leer Madeleine en la iglesia (Madeleine in Church), un debate acalorado acerca de la posibilidad de tener fe en un mundo lleno de dolor y devastación.

Más adelante publicó En el cementerio de Nunhead (In Nunhead Cemetery), que le valió el reconocimiento de Virginia Woolf y Walter de la Mare; y En el camino del manicomio (On The Asylum Road). Ambos poemas podrían ser tomados como proféticos.

Pero cuando todo parecía encaminarse, la vida de Charlotte Mew retomó vertiginosamente su senda trágica.

Su hermana Anne comenzó a manifestar los mismos síntomas psiquiátricos que ya conocían, y murió en 1927. Charlotte Mew se hundió en una terrible depresión. Después de todo, aquella «maldición» parecía haber alcanzado también a las mujeres de la familia [ver: El horror hereditario y la enfermedad de Lovecraft]

Cuando comenzó a sentir los primeros pensamientos erráticos Charlotte Mew se recluyó voluntariamente en un manicomio. A los pocos días se suicidó bebiendo una dosis letal de desinfectante. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Hampstead, en Londres.




Relatos de Charlotte Mew. I Autores con historia.


El artículo: La locura hereditaria de Charlotte Mew fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

1 comentarios:

daniel rico dijo...

La hermana murio de cancer.
ella jamás menciona en sus textos autobiográficos maldición alguna, que mas bien parece una interpolación tardía de pésima literatura.



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Sobre ruidos paranormales intensos.
Relato de Shirley Jackson.
Mitos de Cthulhu.

Taller gótico.
Poema de Hannah Cowley.
Relato de Thomas Mann.