«En el camino del manicomio»: Charlotte Mew; poema y análisis.
En el camino del manicomio (On the Asylum Road) es un poema gótico de la escritora inglesa Charlotte Mew (1869-1928), publicado en la colección de 1916: La novia del granjero (The Farmer's Bride), luego reeditada en 1921 bajo el título: Saturday Market.
En el camino del manicomio, uno de los grandes poemas de Charlotte Mew, es una pieza profético, pero también restrospectiva y autorreferencial. No se trata de un manicomio cualquiera, sino el que Charlotte Mew imaginó para si misma [ver: La locura hereditaria de Charlotte Mew]
Toda su familia, desde sus padres hasta sus tres hermanos y hermanas, fueron recluidos en instituciones psiquiátricas a causa de una extraña enfermedad mental. En cuanto a lo profético queda poco por subrayar. Siete años después de la última aparición de En el camino del manicomio, Charlotte Mew se suicidó bebiendo Lysol, un desinfectante para pisos, en una residencia psiquiátrica.
Este poema nos permite especular acerca de dos cuestiones: algunos caminos son previsibles y, lo que es peor, a menudo inevitables.
En el camino del manicomio.
On The Asylum Road, Charlotte Mew (1869-1928)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Suya es la casa cuyas ventanas —cada cristal—
Están hechas de un misterioso y nublado material:
A veces se los ve caminar por casualidad en la vereda,
La muchedumbre más triste que hayas visto pasar.
Ante a las miradas severas de la procesión alegre
Les devolvemos una sonrisa amable,
Sin sentir vergüenza al detenernos y bromear
Sobre la condena pecaminosa de algunos hombres.
Nadie sino nosotros nos encontramos en las galerías,
Como la gallina del páramo que anda entre las cañas con pies finos,
La campánula que se dobla sobre su tallo,
Ninguno de ellos bailará jamás con nosotros;
Sus pulsos golpean una música más débil
Sin que ello les haga la vida más dulce.
La muchedumbre más alegre que hayas visto pasar
Se hace con nuestros hermanos en la sombra de la vereda:
Nuestras ventanas también son para ellos de nublado cristal.
Theirs is the house whose windows—every pane—
Are made of darkly stained or clouded glass:
Sometimes you come upon them in the lane,
The saddest crowd that you will ever pass.
But still we merry town or village folk
Throw to their scattered stare a kindly grin,
And think no shame to stop and crack a joke
With the incarnate wages of man's sin.
None but ourselves in our long gallery we meet.
The moor-hen stepping from her reeds with dainty feet,
The hare-bell bowing on his stem,
Dance not with us; their pulses beat
To fainter music; nor do we to them
Make their life sweet.
The gayest crowd that they will ever pass
Are we to brother-shadows in the lane:
Our windows, too, are clouded glass
To them, yes, every pane!
Charlotte Mew (1869-1928)
Are made of darkly stained or clouded glass:
Sometimes you come upon them in the lane,
The saddest crowd that you will ever pass.
But still we merry town or village folk
Throw to their scattered stare a kindly grin,
And think no shame to stop and crack a joke
With the incarnate wages of man's sin.
None but ourselves in our long gallery we meet.
The moor-hen stepping from her reeds with dainty feet,
The hare-bell bowing on his stem,
Dance not with us; their pulses beat
To fainter music; nor do we to them
Make their life sweet.
The gayest crowd that they will ever pass
Are we to brother-shadows in the lane:
Our windows, too, are clouded glass
To them, yes, every pane!
Charlotte Mew (1869-1928)
Poemas de Charlotte Mew. I Poemas de muerte.
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El análisis, resumen y traducción al español del poema de Charlotte Mew: En el camino del manicomio (On The Asylum Road) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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