«El Doppelgänger»: Heinrich Heine; poema y análisis


«El Doppelgänger»: Heinrich Heine; poema y análisis.




El destino de los Dobles, los Doppelgänger, es extraño (ver: 5 modelos de doppelgängers en la literatura)

El mito, recogido mejor que nadie por E.A. Poe en el relato William Wilson (William Wilson), señala que todos tenemos un Doble, un Doppelgänger, una entidad a veces espectral, y otras no tanto, que reproduce hasta el hastío nuestra vida, nuestras dichas y miserias.

El romanticismo alemán recogió este escalofriante mito, y Heinrich Heine, descomunal vislumbrador de horrores ocultos, apunta a una clase muy peculiar de Doppelgänger; una especie de Doble en el dolor, de espíritu especular e insistente que no nos permite desembarazarnos del pasado; que repite incesantemente una vieja pena de amor, como si su naturaleza se hubiese detenido allí, donde el amor se convierte en tristeza.

Imaginemos un espejo que se detiene, que se niega a reflejar otra cosa que un momento de profunda desdicha. De eso se trata el Doppelgänger de Heinrich Heine, un incansable retorno a un espejo que se ha detenido en el tiempo.

El Doppelgänger (Der Doppelgänger) es un poema romántico del escritor alemán Heinrich Heine. El poema original no posee título, fue bautizado en honor a la adaptación musical hecha por Franz Shubert en 1828.




El Doppelgänger.
Der Doppelgänger, Heinrich Heine (1797-1856)

En calma está la noche, en las calles no hay sonidos,
En aquella casa vivió mi tesoro.
Hace mucho que Ella abandonó el pueblo,
Pero la casa, sin embargo, no se ha movido.

Allí también hay un hombre mirando fijo hacia arriba,
Retorciendo sus manos presa del dolor.
Me horrorizo al contemplar su rostro:
-La luna me muestra el mío-.

¡Tú, mi Doble! ¡Tú, pálido compañero!
¿Por qué imitas mi querida aflicción,
Aquella que me atormenta en este lugar
Desde hace tantas, tantas noches atrás?


Still ist die Nacht, es ruhen die Gassen,
In diesem Hause wohnte mein Schatz;
Sie hat schon längst die Stadt verlassen,
Doch steht noch das Haus auf dem selben Platz.

Da steht auch ein Mensch und starrt in die Höhe,
Und ringt die Hände, vor Schmerzensgewalt;
Mir graust es, wenn ich sein Antlitz sehe -
Der Mond zeigt mir meine eigne Gestalt.

Du Doppelgänger! du bleicher Geselle!
Was äffst du nach mein Liebesleid,
Das mich gequält auf dieser Stelle,
So manche Nacht, in alter Zeit?


Heinrich Heine
(1797-1856)




Poemas góticos. I Poemas alemanes.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del poema de Heinrich Heine: El Doppelgänger (Der Doppelgänger) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

2 comentarios:

A chuisle dijo...

Me fascinan los románticos, este tema es muy interesante. He oído que ver al doble significa la cercanía de la muerte.
Eso me recordó la pintura "How they met themselves" de Dante Gabriel Rossetti; donde él y su esposa, recién casados se encuentran consigo mismos, en el crepúsculo de un bosque y su esposa Elizabeth Eleanor Siddal, se desvanece de impresión. El tema del doble aparece en el arte, especialmente en literatura y pintura.

Unknown dijo...

Ich liebe es



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