«En casa»: Christina Rossetti; poema y análisis.


«En casa»: Christina Rossetti; poema y análisis.




«... salí de la habitación familiar,
yo, a quien el amor había dejado de amar,
como el recuerdo de un huésped
que sólo se queda un día.»



En casa (At Home) es un poema prerrafaelita de la escritora inglesa Christina Rossetti (1830-1894), publicado originalmente en la antología de 1862: El mercado de los duendes y otros poemas (Goblin Market and Other Poems).

En casa, uno de los poemas de Christina Rossetti menos conocidos, plantea un escenario inquietante: el fantasma de una mujer regresa a su casa y descubre que sus seres queridos la han olvidado.

Nuestra fantasmal Oradora regresa para merodear por la «habitación familiar» donde alguna vez se regocijó en compañia de sus seres queridos, y sufre al darse cunta que a nadie parece importarle que haya muerto. Los pensamientos de los vivos están en el «hoy» y el «mañana; imaginando un futuro feliz. No se enfocan in por un instante en el «ayer», cuando la Oradora todavía estaba entre ellos. Christina Rossetti parece sugerir que los vivos intentan sepultar el recuerdo de los muertos en el ruido de la vida, quizás para olvidar y hasta negar la idea de que ellos también morirán algún día.

No hay indicios en el poema sobre las circunstancias del regreso de la Oradora. Quizás han pasado años desde su muerte; en ese caso, la fiesta que encuentra en su vieja casa es algo lógico y esperable. No es que sus seres queridos la hayan olvidado, están demasiado ocupados en borrar de sus vidas todo vestigio de la muerte, y para eso es necesario deleitarse con los placeres terrenales, pensar en un «mañana» mejor. En esencia, lo que la Oradora resiente es que sus amigos estén vivos, actuando y pensando como lo hacen los vivos.

Más aún, la Oradora ni siquiera puede [o quiere] entrar en la «casa tan frecuentada». Sólo mira hacia adentro y observa actividades para las cuales es necesario poseer un cuerpo físico: comen, beben, cantan, ríen. Pero no es esto lo que ofende a la Oradora. Lo que verdaderamente la estremece es escuchar cómo sus amigos hablan de sus planes para el futuro. Ella pertenece al «ayer».

Sin embargo, su desconsuelo no se transforma en ira. No arroja «un escalofrío sobre el mantel» [no se manifiesta], simplemente se regodea en sus emociones. Está triste por quedarse y mirar, pero también por dejarlos. Al final se compara con el recuerdo intrascendente de un invitado que se quedó solo un día en la fiesta de la vida.

En casa es más un comentario sobre los vivos que sobre los muertos, particularmente un comentario sobre la búsqueda incesante del placer, a tal punto que la muerte se convierte en un intruso, en un invitado inesperado que viene a arruinar la fiesta.

Christina Rossetti a menudo era acusada de inyectar en sus versos su ideología cristiana, pero no hay nada cristiano en esta crítica a la actitud de que hay un mañana y que éste será mejor. Más bien, En casa evalúa el contraste entre la alegría sensual de los vivos, la necesidad de una gratificación inmediata, y las elecciones ascéticas de Christina Rossetti. No obstante, no hay una condena abierta de parte de la Oradora. Aunque evidentemente está triste porque sus amigos siguen adelante con sus vidas, no quiere atormentarlos de ninguna manera. Siente [o entiende] que ella sólo fue una fugaz invitada en sus vidas; lo cual retrata al amor humano como algo descepcionante. De hecho, hay cierta sensación de traición en el poema.

La presencia de estas jugosas y dulces frutas que los comensales devoran con placer [«chupaban la pulpa de ciruelas y melocotones» enfatiza el sonido de comer vorazmente; casi podemos oír sus labios chasqueando] son elementos recurrentes en la poesía de Christina Rossetti. Tanto en El mercado de los duedes (Goblin Market) como en La ciudad muerta (The Dead City) representan las tentaciones de los placeres físicos, un eufemismo para el sexo. Christina Rossetti había renunciado al amor [consideraba que la fisicalidad era inadecuada para el tipo de vida espiritual que deseaba], de hecho era considerada prácticamente como una asceta por el grupo prerrafaelita, que cultivaba una inclinación contraria. ¿Podría ser entonces que En casa sea una crítica a sus amigos por estar demasiado interesados en en el sexo? La línea: «yo, a quien el amor había dejado de amar», podría significar que la Oradora eligió rechazar el amor, en lugar de estar realmente muerta.

No hay condena, insisto, en esta mirada espiritual de los desbordes de la vida. Incluso podríamos decir que la Oradora expresa cierta nostalgia por este pasado intensamente físico.




En casa.
At Home, Christina Rossetti (1830-1894)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)


Cuando estuve muerta mi espíritu se volvió
a buscar la casa tan frecuentada:
pasé por la puerta y vi a mis amigos
festejando bajo ramas verdes y naranjas,
de mano en mano apuraban el vino,
chupaban la pulpa de ciruelas y melocotones;
reían, bromeaban y cantaban,
pues todos eran amados por todos.

Escuché su charla honesta. Dijo uno:
«Mañana caminaremos por las arenas indistintas
y recorreremos kilómetros y kilómetros de mar».
Dijo otro: «Antes de que cambie la marea
llegaremos a la zona de aguileña».
Dijo un tercero: «Mañana será como hoy,
pero mucho más dulce».

«Mañana», decían, llenos de esperanza,
y seguían adelante con su agradable camino.
«Mañana», gritaban todos,
mientras nadie hablaba del ayer.
Sus vidas se había completado en el bendito mediodía;
yo, sólo yo, había fallecido.
«Mañana y hoy», gritaban;
yo era del ayer.

Me estremecí, desconsolada, pero
no lancé un escalofrío sobre el mantel;
yo, olvidada, me estremecí,
triste por quedarme, y sin embargo
cuán reacia a separarme:
salí de la habitación familiar,
yo, a quien el amor había dejado de amar,
como el recuerdo de un huésped
que sólo se queda un día.


When I was dead, my spirit turned
To seek the much-frequented house:
I passed the door, and saw my friends
Feasting beneath green orange boughs;
From hand to hand they pushed the wine,
They sucked the pulp of plum and peach;
They sang, they jested, and they laughed,
For each was loved of each.

I listened to their honest chat:
Said one: 'To-morrow we shall be
Plod plod along the featureless sands,
And coasting miles and miles of sea.'
Said one: 'Before the turn of tide
We will achieve the eyrie-seat.'
Said one: 'To-morrow shall be like
To-day, but much more sweet.'

'To-morrow,' said they, strong with hope,
And dwelt upon the pleasant way:
'To-morrow,' cried they, one and all,
While no one spoke of yesterday.
Their life stood full at blessed noon;
I, only I, had passed away:
'To-morrow and to-day,' they cried;
I was of yesterday.

I shivered comfortless, but cast
No chill across the tablecloth;
I, all-forgotten, shivered, sad
To stay, and yet to part how loth:
I passed from the familiar room,
I who from love had passed away,
Like the remembrance of a guest
That tarrieth but a day.


Christina Rossetti (1830-1894)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)




Poemas góticos. I Poemas de Christina Rossetti.


Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Christina Rossetti: En casa (At Home), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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