Supersticiones para no ser el próximo muerto después de un funeral


Supersticiones para no ser el próximo muerto después de un funeral:




Hay ocasiones que propician la razón, y otras que nos sumen en el más profundo y denso charco de pensamientos mágicos.

Hablamos de supersticiones, por supuesto, y también de funerales, probablemente la ocasión que agrupa una mayor cantidad de este tipo de creencias, de tal forma que el supersticioso promedio, antes de asistir a un entierro, debe tomar una gran cantidad de precauciones para protegerse.

Caso contrario, es decir, si no se toman las medidas profilácticas correspondientes, el propio supersticioso podría ser el próximo muerto después del funeral.

A continuación compartimos algunas de las más extrañas supersticiones de entierros, funerales y cementerios.




Supersticiones de cementerios, entierros y funerales:

- Se cree que barrer el piso de casa antes de que el cadáver sea oportunamente retirado y trasladado al cementerio asegura el pronto deceso del esmerado deudo.

- Los victorianos consideraban que si uno tenía la mala fortuna de ver su rostro reflejado en el coche fúnebre pronto se convertiría en el siguiente pasajero.

- Ser la primera persona en retirarse del cementerio después de un entierro es motivo suficiente para acarrear la muerte del expeditivo deudo. Esta superstición es relativamente fácil de soslayar, salvo que otro de los familiares o allegados estén al tanto de ella. En ese caso pueden ocurrir demoras, amagues, y conversaciones frívolas para retrasar el abandono de la necrópolis.

- La persona que acarreaba el ataúd a la altura de la cabeza del difunto era proclive a ser el próximo en morir. Esta superstición estaba tan extendida que generó, en principio, que ese sitio estuviese reservado a familiares ingratos; y, en segundo lugar, a que paulatinamente se fuesen retirando las abrazaderas anteriores en los féretros.

- Una superstición similar sostiene que el muerto siempre debe ser retirado de su hogar, o de cualquier establecimiento de pompas fúnebres, primero por los pies, siendo la cabeza lo último en cruzar el umbral. Caso contrario —se creía— el fallecido podía mostrarse rencoroso con los habitantes del inmueble. De esta superstición proviene el dicho «salir con los pies para adelante».

- Otra superstición para tener en cuenta: no se debe cerrar con llave la puerta de casa cuando uno asiste a un entierro o una procesión fúnebre. El motivo de esta superstición es desconocido, aunque es probable que haya sido difundida por delincuentes sagaces.

- También hay que tener cuidado al momento de sumarse a una procesión fúnebre. Si uno se encuentra de frente con los deudos hay que darles la espalda hasta que pasen de largo, y recién ahí unirse a la procesión.

- Para evitar este tipo de sobresaltos uno puede quedarse en casa, pero cuidado, si una procesión fúnebre pasa cerca hay que cerrar las ventanas y cortinas. De otro modo se corre el riesgo de que el difunto advierta nuestra ausencia en su entierro y proceda a maldecirnos ante las autoridades celestiales correspondientes.

- Nunca se debe contar la cantidad de vehículos que siguen al coche fúnebre durante una procesión que se dirige al cementerio. Esa cifra podría deducir la cantidad de años que nos quedan de vida.

- Hablando de coches fúnebres, es decir, aquellos que transportan al ataúd hasta el cementerio, jamás deben pasar dos veces por la misma calle o encrucijada, naturalmente, con el óbito a bordo. Hacerlo implica confundir aún más al espíritu, a tal punto que puede llegar a rehusarse a abandonar el vehículo.

- Ya dentro del cementerio, si uno camina junto al ataúd mientras este se dirige a la ceremonia de entierro, nunca debe detener su marcha. Al parecer, la súbita quietud de los deudos perturba al difunto, quien eventualmente puede elegirnos como su sucesor en la otra vida.

- Una superstición que, por tenebrosa, conviene respetar: nunca se debe llevar a un bebé a un entierro. Esto garantiza una gran tragedia antes de que cumpla su primer año de vida.

- Si un gato negro se cruza frente a una procesión significa que se aproxima otra muerte en la familia.

- Jamás se debe mirar por encima del hombro mientras uno está en el cementerio, esto lo sabe cualquier supersticioso. Menos conocida es la superstición de que no se debe mirar hacia atrás al retirarse de un entierro. Esto podría significar que pronto debermos regresar a despedir a otro ser querido.

- Para finalizar, hay que decir que al abandonar el cementerio después del entierro uno nunca debe dirigirse directamente a casa. Cualquier parada —supermercado, burdel, la casa de un acreedor— es suficiente para evitar que la muerte nos siga el rastro.



Misterios miserables. I Historias de cementerios.


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