10 muertes extrañas de 10 grandes autores


10 muertes extrañas de 10 grandes autores.




Probablemente esta breve lista de muertes extrañas en el mundo de la literatura podría prolongarse durante muchos casos más, docenas, tal vez; sin embargo, existe una clara diferencia entre una muerte extraña y una muerte trágica.

La segunda, quizás, requiere un acercamiento menos mórbido del asunto —por ejemplo, el suicidio de Virginia Woolf, Sylvia Plath o Robert E. Howard—, mientras que la primera nos invita a reflexionar acerca de lo absurdo, del sinsentido, de lo frágil y delicada que resulta la vida en contraste con lo extremadamente fácil que es morir boludamente.

Sin mayores preámbulos, repasemos las 10 muertes extrañas de 10 grandes escritores.




10- Dan Andersson.
Causa de la muerte: intoxicación por cianuro de hidrógeno.



Dan Andersson (1888-1920) fue un escritor sueco que obtuvo cierto reconocimiento de manera póstuma. En 1920 se estableció en la ciudad de Estocolmo, donde había reservado una habitación de hotel para pasar una temporada. Desafortunadamente, el recepcionista no fue informado de que la habitación había sido tratada recientemente con cianuro de hidrógeno, mezcla que por aquel entonces era utilizada para exterminar chinches, pulgas y otros insectos indeseables.

Dan Anderson fue encontrado muerto en la cama al día siguiente, el 16 de septiembre de 1920, cuando el personal de servicio se disponía a cambiar las sábanas.



9- Tennessee Williams.
Causa de la muerte: atragantado con la tapa de una botella.



El escritor norteamericano Tennessee Williams (1911-1983) le debemos algunas joyas inolvidables del gótico sureño (Southern Gothic), entre ellas, La noche de la iguana (The Night of the Iguana), pero también una de las muertes más extrañas en el mundo de la literatura.

Inmerso en una honda depresión, Tennessee Williams entró y salió de varios manicomios, hasta que la mañana del 26 de febrero de 1983 fue encontrado sin vida en su suite del Hotel Elysee de Nueva York. La prensa publicó que la causa de la muerte se debió a una severa intolerancia al Seconal. No obstante, la autopsia reveló oficialmente que Tennessee Williams falleció por la obstrucción de las vías superiores, provocada por la tapa de una botella de gotas para los ojos.



8- Li Bai.
Causa de la muerte: ahogado por pescar a la luna.



Li Bai (701-762 AD) fue uno de los poetas chinos más prominentes y prolíficos de la dinastía Tang. Se le atribuyen alrededor de 1000 poemas, algunos de los cuales se inscriben en el llamado romanticismo chino.

Si bien algunos historiadores dudan de la autenticidad de este relato, la leyenda sostiene que, cierta noche, Li Bai navegaba en su bote por el río Yangtze, completamente ebrio, con la intención de abrazar a la luna en el horizonte. Incapaz de llegar a destino, el poeta resolvió al menos pescar el reflejo de la luna sobre el río; se arrojó al agua y se ahogó.



7- Edgar Allan Poe.
Causa de la muerte: desconocida.



Los relatos de terror de Edgar Allan Poe (1809-1849) son bien conocidos por su notable eficacia y sus finales brillantes. Sin embargo, el final de su propia vida continúa abierto.

La noche del 3 de octubre de 1849, un tal Joseph Walker encontró a E.A. Poe vagando por las calles de Baltimore, ebrio y acaso presa de las más espantosas alucinaciones. Fue internado en un hospital, donde se lo sometió a novedosos tratamientos. Cuatro días después, falleció.

Aún hoy se discuten las causas de la muerte de Edgar Allan Poe. Algunos se la atribuyen al alcoholismo, diabetes, rabia o epilepsia; otros, sin embargo, se inclinan por el envenenamiento producto del cooping, práctica mediante la cual se secuestraba a alguien en la vía pública y se lo obligaba votar por tal o cual candidato político. Para inducir cierta docilidad en la víctima se solía darle una dosis devastadora de opio.

Los interesados pueden repasar nuestro detallado informe sobre la misteriosa muerte de Edgar Allan Poe.



6- Julien Offray de la Mettriede.
Causa de la muerte: atracón con paté de trufas.



El escritor y filósofo francés Julien de la Mettrie (1709-1751) era un hombre de placeres. Evidencias de su filosofía hedonista se encuentran en obras como Discurso sobre la felicidad y El arte de gozar. De hecho, una de sus frases más conocidas para referirse a la muerte es la farce est jouée, es decir, «la farsa acaba», cuestión que adquiere suma relevancia a la hora de repasar su muerte.

El 11 de noviembre de 1751, De la Mettrie asistió a un banquete organizado por el embajador francés en Prusia, donde intentó demostrar su sólida constitución física al ingerir una cantidad enorme de pâté de fait aux truffes. El resultado de esa prueba de glotonería fue una lenta y dolorosa muerte.



5- Esquilo.
Causa de la muerte: cráneo aplastado por una tortuga



Junto a hombres de talla marmórea como Eurípides y Sófocles, Esquilo (525 a.C.-456 a.C.) es considerado uno de los padres de la tragedia griega, título que de algún modo pronostica el trágico final de su vida.

Al parecer, Esquilo se encontraba caminando despreocupadamente cuando un águila, que sobrevolaba la región, buscaba una roca sobre la cual dejar caer la tortuga que había atrapado para romper su caparazón. La cabeza calva del poeta, vista desde las alturas, tal vez fue confundida por el ave rapaz, quien causó una de las muertes más absurdas de la Antigua Grecia.



4- Sherwood Anderson.
Causa de la muerte: atragantado con un escarbadientes.



Sherwood Anderson (1876-1941), autor de La risa negra (Dark Laughter), sufrió en 1941 un atroz dolor abdominal durante un postergado viaje a Panamá. Fue internado de urgencia en un hospital, donde se le diagnosticó peritonitis y, pocas horas después, falleció.

La autopsia reveló que Sherwood Anderson había tragado involuntariamente un fragmento de escarbadientes, o mondadientes, varias semanas antes, el cual había causado un daño irreversible en sus órganos y, posteriormente, una infección que lo llevaría a la muerte.

Vale señalar que ese fragmento de escarbadientes habría sido tragado junto con la aceituna que saborizaba uno de sus frecuentes martinis vespertinos.



3- Yukio Mishima.
Causa de la muerte: seppuku.



Yukio Mishima (1925-1970) fue probablemente uno de los mejores escritores japoneses del siglo XX. Seguidor del bushido, o código del samurai, envió su última novela a su editor, La corrupción del ángel, minutos antes de cometer seppuku, suicidio ritual de los samurais, que básicamente consistía en abrirse el estómago de lado a lado con un sable.

La corrupción del ángel testimonia la ideología de un hombre frustrado por el estado de la sociedad japonesa, según él, sumida en una irreversible decadencia moral y espiritual.



2- Gustav Kobbé.
Causa de la muerte: golpeado por un aeroplano.



La gran obra del escritor norteamericano Gustav Kobbe (1857-1918), El libro completo de la Ópera (The Complete Opera Book), especie de biblia de la ópera que aún hoy es considerada la mejor de su género, fue publicada de manera póstuma.

Previamente, el 27 de julio de 1918, Kobbé se encontraba navegando en la Bahía de Nueva York, cuando un avión fuera de control golpeó súbitamente contra su embarcación y le provocó una muerte casi instantánea.



1- Pietro Aretino.
Causa de la muerte: risa.



Pietro Aretino (1492-1556) fue un extraordinario dramaturgo y poeta italiano, muy asociado a la sátira y a la invención de nuevas formas de irritar al poder establecido a través de la risa. Irónicamente, su afición al humor también sería la causa de su muerte.

Según la versión más extendida de la historia, Pietro Aretino se encontraba en una fiesta cuando uno de los concurrentes le contó un chiste acerca de su propia hermana y ciertas actividades indecentes en el burdel local. La broma divirtió tanto al poeta que sencillamente no pudo parar de reír, a tal punto que cayó de su silla, sofocado y convulso, y falleció con un horripilante rictus de alegría en el rostro.




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3 comentarios:

Unknown dijo...

Morir de Risa... que genial

Anónimo dijo...

Muy bueno,

Unknown dijo...

Muy interesante.



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