Adictos al amor: personas que siempre están enamoradas


Adictos del amor: personas que siempre están enamoradas.




Adictos al amor (Love Addict) es un libro de psicología y autoayuda de la investigadora Ethlie Ann Vare —autora de: Madres de la invención: mujeres olvidadas e sus inolvidables ideas (Mothers of Invention: Forgotten Women and Their Unforgettable Ideas), Mujeres inventoras y sus descubrimientos (Women Inventors and Their Discoveries)—, publicado en 2011.

Gracias a los nuevos avances tecnológicos en el estudio del cerebro, la neurociencia nos enseña que enamorarse, o más precisamente el estado de enamoramiento, afecta a nuestro cerebro de la misma forma que las adicciones.

Sin embargo, la pregunta subsiste, casi inalterable: ¿es el amor adictivo o somos nosotros quienes nos volvemos adictos al amor?

La lógica sugiere que aunque algo sea adictivo esto no significa que nos volvamos adictos a él.

No obstante, la lógica rara vez tiene un peso determinante frente a las emociones, en especial cuando son tormentosas.

La ansiedad es un ingrediente adictivo en el amor; es ella la que produce las llamadas mariposas en el estómago, además de una larga lista de agudezas sensoriales, como la tensión insoportable de quien aguarda una llamada telefónica o un mensaje de Whatsapp, y finalmente la depresión cuando las cosas no salen como se habían previsto.

Las personas que sufren este tipo de agonía sentimental son las más propensas a volverse adictas al amor.

Para entender a los adictos al amor es necesario ir más allá de lo clínico, es necesario aplicar también una dosis de comprensión, de humor, y sobre todo de inteligencia; solo así es posible descubrir el velo de ironías que las adicciones al amor suelen propiciar en la mayoría de las personas.

Desde luego que, como en toda adicción, los adictos al amor pueden recibir un eficaz tratamiento psicológico; sin embargo, a menudo es el propio cableado del cerebro quien los conduce a ese estado en perpetua oscilación entre el éxtasis de sentirse enamorados y la profunda depresión que sucede tras el desengaño amoroso.

Más allá de estas consideraciones, la adicción al amor es un comportamiento patológico, a menudo obsesivo, cuyo síntoma más común es la sensación de sentirse enamorado todo el tiempo; aunque de hecho hasta el momento no se la ha incluido como referencia en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, especie de biblia de la psicología que agrupa todos los desórdenes mentales conocidos.

Tal vez el precursor en identificar un comportamiento nocivo en la adicción al amor fue el mismísimo Robert Burton, quien dictaminó que: el amor extendido es simplemente locura (love extended is mere madness).

Sigmund Freud, por otro lado, identificó a los adictos del amor con la licantropía, o al menos con sus leyendas más antiguas; es decir, la adicción al amor como un sentimiento compulsivo que nace y se apaga repentinamente, sin dejar rastros de su origen y menos aún de los motivos de su defunción.

Fue Sandor Rado quien en 1928 acuñó por primera vez el término: adicto al amor (love addict), refiriéndose a una persona que siempre necesita más: más amor, más emociones, más drama, y cuya intensidad a menudo concluye rápidamente, dejándolo sumido en un profundo estado de frustración.

Ahora bien, ¿qué buscan los adictos al amor?

Lo mismo que todos los adictos: algo que venga a llenar una terrible sensación de vacío interior.

A propósito, Søren Kierkegaard sostuvo con enorme sutileza que el momento del amor, cuando es espontáneo, vuelve libre al hombre pero también, paradójicamente, preso de esa libertad.



Adictos al amor.
Love Addict.




El lado oscuro del amor. I El lado oscuro de la psicología.


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