¡Eva era la Serpiente!


¡Eva era la Serpiente!




El nombre de Eva, la segunda esposa de Adán (ver: Lilith: la primera esposa de Adán), es uno de los nombres más enigmáticos dentro de los mitos bíblicos. De hecho, algunos lingüistas sostienen que Eva es la Serpiente, literalmente, y no sin argumentos razonables que respalden esa temeridad.

El tema es delicado, sobre todo desde que la figura de Eva es utilizada como herramienta para reivindicar a la Mujer, lo cual no está nada mal, desde ya, pero cuando hablamos de Mitología es importante dejar de lado lo políticamente correcto.

En este caso, sin embargo, es probable que nos ganemos la enemistad tanto de los creyentes como del Feminismo en general.

El verdadero nombre de Eva, naturalmente, es hebreo. Su forma bíblica es Hawwah, que significa «vida», o más específicamente, «la que vive». Existe una gran cantidad de similidades fonéticas con distintas raíces verbales, como Hayah, «vivir», las cuales hacen suponer que la etimología de Eva está relacionada con la vida.

Esto es algo que no se discute demasiado, salvo por algunos lingüistas audaces, como Robert Alter —Los cinco libros de Moisés (The Five Books of Moses)—, quien planteó una serie de dudas razonables acerca del verdadero origen del nombre de Eva, el cual suena sospechosamente igual que la palabra aramea para «Serpiente».

No es sencillo aceptar la posibilidad de que Adán nombrara a la mujer con una palabra que significa «Serpiente». De algún modo suena despectivo, y hasta impropio, especialmente cuando el Génesis sugiere que el significado de Eva, Hawwah, está relacionado con la vida.

Necesitamos analizar brevemente el mito del Edén para entender esta supuesta ambigüedad.

a- En la expulsión del Edén, la Biblia narra un diálogo entre una Serpiente (con patas) y la Mujer (Eva). La Mujer no habla con la Serpiente, sino que responde los comentarios cínicos de la criatura repitiendo una y otra vez la prohibición de Yahvé.

b- La Serpiente cuestiona directamente el mandato de Yahvé.

c- Adán y la Eva pecan (ver: El Árbol del Conocimiento y una Manzana que nunca existió).

d- Yahvé pregunta a Adán, quien culpa a la Eva de todo el asunto.

e- Yahvé interpela a Eva, quien culpa a la Serpiente.

f- Dios pronuncia la sentencia sobre los tres imputados: la Serpiente es condenada a arrastrarse sobre su vientre, perdiendo sus extremidades. La Mujer recibe una pena que afecta sus dos roles principales (para la época), la maternidad (sufre en el parto) y su relación servil con su esposo (sumisión). La pena de Adán consiste en esforzarse para procurarse el sustento.

g- Adán reacciona con un atisbo de indignación, y se produce el nombramiento de Eva; es decir, Adán le da un nombre. Luego se narra un monólogo intradivino, que determina la expulsión de la pareja del Edén y la ejecución de esa decisión.

Ahora bien, esta serpiente con patas, asociada a Lucifer, posee un significado interesante. La Biblia utiliza la palabra Nahash, «serpiente», que etimológicamente está emparentada con Nacliash, que significa «simio» (ver: ¿La Serpiente que tentó a Eva era en realidad un simio?). En cualquier caso, no se trata de una serpiente tal cual la imaginamos.

Es decir que el nombre de Eva, Hawwah, está relacionado estrechamente con una palabra aramea que significa serpiente. Esa similitud etimológica no esconde una fusión de identidades. Es decir, no es que Eva y la Serpiente del Edén sean la misma persona. Lo más probable es que el nombre de Eva, Hawwah, tenga algún tipo de conexión con Havat, una diosa fenicia con forma de serpiente.

Ahora bien, el significado del nombre de Eva es menos importante que la forma en la cual ese nombre le fue dado. No es ella quien se lo otorga, tampoco Dios: es Adán quien la llama Eva, y ese nombre es un recordatorio de su dominio sobre ella, y cómo debía ser su vida. También es justo decir que la forma mítica del nombre es desconocida, puesto que nadie conoce las inflexiones de la Lengua Adánica.

El hecho de que sea Adán quien la nombra sugiere que la mujer está bajo su autoridad, como los animales, y que su vida tiene como objetivo brindarle un servicio. Pero esto no es lo que pretendía Dios en el relato del Génesis, de manera tal que el nombre Eva es, en esencia, una alteración del plan o diseño de Dios. Tal vez por eso Adán le da un nombre que subraya esta alteración.

En cualquier caso, el significado del nombre Eva siempre está emparentado con la vida y las serpientes, ya sea que analicemos la etimología de la palabra, o bien tratemos de emparentarla con otros mitos, anteriores al bíblico. Todos esos ángulos relacionan a Eva con las serpientes, aunque esto no necesariamente posea un significado negativo. Después de todo, ¿cuándo aprendimos a temer a las serpientes?

La figura o arquetipo de la Serpiente siempre estuvo relacionado con la Feminidad Sagrada. Las serpientes, además, son regenerativas y, por esta razón, representan ciclos de vida, muerte y renacimiento, ciclos que también están vinculados a la figura de la Mujer.

Por su naturaleza, y también por su forma física, la Serpiente tiende un puente sobre la paradoja, al igual que serpiente bíblica tiende un puende de la inocencia a la experiencia.




Mitología. I Filología.


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