«Tierra de sueños»: Christina Rossetti; poema y análisis


«Tierra de sueños»: Christina Rossetti; poema y análisis.




Tierra de sueños (Dream Land) es un poema prerrafaelita de la escritora inglesa Christina Rossetti (1830-1894), publicado originalmente en la edición de abril de 1849 de la revista The Germ, donde la autora firmó bajo el seudónimo de Ellen Alleyn, y luego reeditado en la antología de 1862: El mercado de los duendes y otros poemas (Goblin Market and Other Poems).

Tierra de sueños, compuesto cuando Christina Rossetti tenía apenas diecinueve años, es un poema acerca de la muerte, pero no ya en términos de cesación sino de transición hacia otros estados de conciencia.

Este pasaje de la vida a la muerte, o mejor dicho, de la vida hacia una vida aún más completa, definida, absoluta, es representada a través de la figura de una mujer que abandona los paisajes de nuestra realidad para sumergirse en lo desconocido.

En este punto resulta lícito hacernos la siguiente pregunta: ¿cuál es la tierra de sueños? ¿La vida en nuestro mundo ilusorio? ¿La existencia en el más allá?

Probablemente ambas.

Christina Rossetti asimila las geografías inadmisibles del sueño con las visiones perturbadoras de la perfección de ultratumba, generando así una idea acerca de la muerte totalmente despojada de su carácter trágico.

Por el contrario, en Tierra de sueños la muerte nos llega con su máscara más seductora, apoderándose de nuestros sentidos imperfectos para inducirnos a un despertar exquisitamente lúcido, similar, quizás, al de nuestros sueños más elaborados.



Tierra de sueños.
Dream Land, Christina Rossetti (1830-1894)

Dónde los ríos sin sol lloran,
Derramando en el abismo sus olas,
Ella duerme un sueño encantado
Del que no despertará.
Guiada por una estrella errante,
Ella llegó de lejanos lugares,
Buscando sus placeres
Donde las sombras yacen.

Ella dejó la rosada mañana,
Ella dejó los campos de maíz
Por el frío crepúsculo
Y los lánguidos manantiales.
A través del sueño, como un velo,
Ella observa el pálido cielo,
Escuchando el canto aéreo
Del triste ruiseñor.

Descanso, descanso, un perfecto descanso
Cubre su frente y sus senos,
Su rostro se vuelve al oeste,
Hacia la Tierra Púrpura.
Ella no puede ver el grano,
Madurando en la colina y el llano,
Ella no puede sentir a la lluvia
Caer sobre su frágil mano.

Descansa, descansa por siempre
En las exuberantes orillas
Descansa hasta que el corazón calle,
Hasta que el núcleo del tiempo muera.
Duerme un sueño que el dolor
No puede perturbar,
La noche no será quebrada por la mañana,
Hasta que la alegría se apodere
De su paz completa.


Where sunless rivers weep
Their waves into the deep,
She sleeps a charmed sleep:
Awake her not.
Led by a single star,
She came from very far
To seek where shadows are
Her pleasant lot.

She left the rosy morn,
She left the fields of corn,
For twilight cold and lorn
And water springs.
Through sleep, as through a veil,
She sees the sky look pale,
And hears the nightingale
That sadly sings.

Rest, rest, a perfect rest
Shed over brow and breast;
Her face is toward the west,
The purple land.
She cannot see the grain
Ripening on hill and plain;
She cannot feel the rain
Upon her hand.

Rest, rest, for evermore
Upon a mossy shore;
Rest, rest at the heart's core
Till time shall cease:
Sleep that no pain shall wake;
Night that no morn shall break
Till joy shall overtake
Her perfect peace.


Christina Rossetti (1830-1894)




Más poemas góticos. I Poemas de Christina Rossetti.


Más literatura gótica:
El análisis, resumen y traducción al español del poema de Christina Rossetti: Tierra de sueños (Dream Land), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

Triple A dijo...

UUUAAAUUUU!!!!

Tan perturbador como siempre.

Si alguna vez muero, me gustaría que fuera así.

Ailín dijo...

a mi no me trae la muerte a mi mente, sino un estado anterior donde el pulso sigue pero la realidad se convierte en cosa de otros, donde lo que sentimos vemos y tocamos proviene solo de nuestra adorada imaginación y los hijos de la tierra no pueden herir más el corazón que supieron destrozar, como menciona el poema, a ese sueño el dolor no puede entrar y en ese puerto la felicidad se vuelve una especie de molestia. todo es paz y sueños
simplemente hermoso.

LALIBÉLULA

Sebastian Beringheli dijo...

Interesante visión la tuya, Ailin...

Saludos!



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