La misteriosa desaparición de Ambrose Bierce


La misteriosa desaparición de Ambrose Bierce.




Ambrose Bierce (1842- ¿?), autor de verdaderos prodigios como El diccionario del diablo (The Devil's Dictionary), recuperó en su madurez el espíritu aventurero de su juventud, dando como resultado una de las desapariciones más misteriosas de todos los tiempos.

Hasta el día de hoy, nadie sabe con certeza cuál fue el destino de Ambrose Bierce. Sólo existen conjeturas.

Ambrose Gwynett Bierce se ganó el apodo de Amargo Bierce (Bitter-Bierce) a causa de su estilo sarcástico, crudo, que no ahorraba causticidad cuando el caso lo ameritaba. Nació en una granja calvinista en Horse Cave Creek, Ohio. En ese ambiente apático y puritano, Ambrose Bierce se crió entre sus trece hermanos leyendo secretamente a Lord Byron y acaso anhelando destacarse en las letras. El menoscabo constante de sus padres le produjo un hondo rechazo por el orden familiar establecido. Salvo él, la única que logró huir del paradigma familiar su hermana menor, quien terminó sus días devorada por caníbales en África, donde se había recluido como misionera.

Confundido, Ambrose Bierce entabló su primera relación amorosa con una señora de setenta años, a la que consideraba enigmáticamente bella. En 1859 se alista en la Escuela Militar de Kentucky, de donde fue expulsado a causa de un accidente que terminó incendiando el establecimiento. Desde 1861 participó activamente en la Guerra Civil, bajo el noveno regimiento de voluntarios de Indiana. Su tarea era la de topógrafo encargado de determinar los campos de baralla propicios para los caprichos del general Buell, aunque también participó como soldado en incontables batallas, por ejemplo, las de Shiloh, Corinth, Chickamauga (nombre de uno de sus cuentos) y Chattanooga. Buena parte de esas experiencias en la guerra fueron recogidas en Cuentos de soldados y civiles (Tales of Soldiers and Civilians).

Tras la guerra abandonó la carrera militar al ser designado como teniente, cargo que consideró menor, y acaso indigno de sus logros.

En 1871 se casó Mary Ellen Day, una joven hermosa con la que tuvo tres hijos. Fue durante su vida matrimonial cuando comenzó a recibir alabanzas por sus relatos, pero la felicidad conyugal duró muy poco. En 1888 se separó tras descubrir un vasto corpus de epístolas comprometedoras entre su esposa y un admirador cuyo nombre no ha trascendido.

Para el comienzo del nuevo siglo Ambrose Bierce atestiguó la muerte de sus tres hijos, uno de ellos, apaleado a la salida de un bar. El asma y las secuelas de una larga temporada de campañas militares lo debilitaron notablemente.

Este telón de fondo lo transformó en un maestro de la ironía. Su estilo, agudo y mordaz, se caracteriza por una misantropía elegante, pesimista, que suele burlarse de la supuesta bondad del ser humano. En su faceta macabra, Ambrose Bierce es comparable con maestros del género como E.A. Poe y H.P. Lovecraft.

Pero lo más fantástico en la vida de Ambrose Bierce no está su obra, sino su misteriosa desaparición.


En 1913, un Ambrose Bierce ya septuagenario, abandonó la ciudad de Washington para recorrer los viejos campos de batalla de la Guerra Civil. En diciembre de ese año cruzó la frontera con México desde El Paso, que por aquellos años hervía con incontables escaramuzas. En la ciudad de Juárez se alistó como periodista en el ejército de Pancho Villa, y con él llega hasta Chihuahua, sitio donde su rastro desaparece por completo.

Lo último que se sabe de él es una carta fechada el 26 de diciembre que llegó tras largos meses a manos de un amigo. H.P. Lovecraft, en su relato El que acecha en el umbral (The Lurker in the Threshold), conjetura sobre esta misteriosa epístola. Otros aventuran que Ambrose Bierce fue asesinado en el sitio de Ojinaga en enero de 1914. En un documento oficial de la época se anota la presencia de un gringo viejo en medio de la lucha, pero nada se dice de su muerte. El dato más plausible hay que buscarlo en las tradiciones de Sierra Mojada, donde el párroco local, un tal Jaime Lienert, atestigua que Ambrose Bierce fue fusilado en el cementerio de la aldea.

Lo cierto es que nadie sabe cuál fue el destino final de Ambrose Bierce, y mucho menos dónde lo encontró. A modo de profecía, el propio Bierce señaló los peligros de su viaje en una carta fechada el 1 de octubre de 1913, con una dosis de sarcasmo que refleja perfectamente su naturaleza:


Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro mexicano y me han fusilado, por favor, comprende que me parece una manera excelente de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en México. ¡Ah, eso sí es eutanasia!.




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

En una de las secuelas de la película de vampiros "Abierto hasta el amanecer" , Bierce es el personaje principal, y su fin es, que no tuvo fin, pues lo convirtieron en vampiro. Creo que es la película numero tres, pero no estoy seguro.
Saludos.

valen dijo...

Por increíble que parezca, Bierce se adelantó con varios de sus relatos, inclusive a la ciencia ficción clásica (la más "tecnológica"), conectando asombrosamente (como no obstante, parecería lógico) con la nueva ola inglesa, más onírica, nada menos que de comienzos de los '70. Sus últmos días, por supuesto, están retratados en la famosa película "Gringo Viejo", del argentino Luis Puenzo.



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