Diccionario de sueños eróticos


Diccionario de sueños eróticos.




En nuestro carácter especular hemos consultado al Oráculo de Barracas. Nuestra ambición: desentrañar el misterioso significado de los sueños eróticos; pero antes de que el lector se precipite en las páginas malditas de este diccionario de sueños, lo invitamos, en calidad de testigo, a participar del nuestro.


Ella me recibió en su templo de la calle Montes de Oca, muy cerca del Templo del Loto Azul y Oro, refugio de ángeles telúricos y brujas barrenderas. Por terceros, y acaso cuartos, sabíamos que el Oráculo define su arte de diversas formas: algunos afirman que sus sentencias se producen de manera involuntaria, otros chillan que el Oráculo elige cuidadosamente a sus oyentes, y que escuchar sus presagios es tan inevitable como el crepúsculo, o como caer en la metáfora del crepúsculo para referirse a lo inevitable.

No describiré su fisionomía; tan sólo que llevaba un camisón rojo, y que sus ojos barrieron la noche con un brillo siniestro. Me aguardaba de pie, en la esquina, con el viento acariciando sus piernas.

Crucé la calle. El asfalto estaba húmedo. Resbalé, y por un momento perdí el equilibrio, y con él la dignidad, pero evité la tremenda impresión que habría causado una caída poco viril. Llegué hasta ella, y antes de que pudiese esgrimir alguna observación meteorológica, un vicio retórico al que cedo en momentos de gran tensión emocional, ella dijo:

—Ud es un tipo curioso, un mediocampista recatado, un ser que desconoce las nociones más elementales del mandarín. Y ha cruzado la ciudad en busca de mi consejo: quiere conocer el significado de sus sueños eróticos, la llave, en resumen, que abrirá la puerta de todos sus símbolos.

Disimulé mi asombro ante esas agudezas. Evalué la influencia del otoño en aquella cuadra, y pronto recobré mi templanza.

—¿Cuál es su nombre? -—interrogué.

—Tengo muchos nombres —dijo el Oráculo—. En Palermo soy la Naifa Bruxa, en San Telmo la Veroniqué, en Belgrano, no sé, nunca estuve.

Hablamos durante media hora, mientras recorríamos aquel laberinto de calles mal iluminadas. Finalmente le rogué que me revelase el secreto de los sueños eróticos.

—Soñar es al hombre lo que la poesía es a la humanidad —dijo, mientras su mano rozaba la mía—. El poeta sueña por todos, sus símbolos nos liberan y, de algún modo, nos justifican. Para conocer los secretos del gran diccionario de los sueños eróticos hay que aprender a leer el mythos, a rechazar el logos, y a tomar menos café después de las siete y ocho de la noche.

—¿Ustedd podría instruirme en este oficio ancestral?

—Podría —reflexionó ella con los ojos nublados—; pero para hacerlo usted tendría que estar despierto.

—¿Todo esto es un sueño? —pregunté, un tanto decepcionado.

—Usted sueña conmigo, me habla en sueños —continuó ella—; pero los dos estamos juntos en la misma cama, en el mismo sueño compartido.

—¿Los dos estamos soñando el mismo sueño?

—No. Ella, la otra, duerme a su lado, envuelta en sus propios símbolos. Yo apenas existo en tu sueño.

—Entonces puedo hacer con usted lo que yo quiera. Después de todo, es mi sueño.

—Del mismo modo en el que cada una de mis palabras es tuya. Estas calles oscuras, este imposible camisón rojo, también son tuyos.

Absorto, mis ojos volaron por las puertas cerradas, por los pasillos sombríos que se abrían a la nada. Cruzando la calle caminaba una silueta informe, la mortaja de un hombre que no había muerto.

—Quiero que me digas algo verdadero. Algo tuyo... o de ella, la otra, la que duerme al lado. Un pensamiento —ordené.

Ella me miró con una ternura insospechada.

—Despertate —dijo, antes de desaparecer.

De pie en aquella esquina observé que las formas del sueño se iban diluyendo. El paisaje se desmoronó: las calles húmedas, las estrellas (cuya distribución había imaginado erráticamente) se fundieron en un firmamento negro. El mundo se deshizo. Y antes de perderme en el otro laberinto, en aquel espejo del sueño que llamamos realidad, sentí un aliento cálido en mi cuello, y un cuerpo suave tendido a mi lado.




Diccionarios de sueños. I Diarios de antiayuda.


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12 comentarios:

CRUDO dijo...

guauuuu, yo quiero fumar de la misma, mmh me imagine cada palabra!!

Lilandra dijo...

Cuenta una anciana que había escuchado que si los ojos son la ventana del alma entonces los sueños son la puerta. La anciana solía decir que nuestros sueños nos conectaban con quien realmente eramos, porque en realidad nos ocultamos tan bien de nosotros mismos que andamos con toda naturalidad sin conocer al ente que vive en nosotros. Soñar, hace mucho que no visito esos mundos fantásticos. Querido amigo, espero los más gratos sueños para tí (o para vos como dicen ustedes).

LordDamp!riKo... dijo...

me encanta como manejas el erotismo en este relato, enfrentándolo con misteriosas palabras, y esa mujer tan hermosa, tan única, tan sabia y misteriosa...

Viebbo dijo...

Aelfwine, no dejarás de sorprenderme jamás. Es, sencillamente, precioso. No sé cómo describir la hermosura de tus palabras. Si aún no has escrito un libro, te lo ruego, hazlo. ¡Te lo publicarían en un santiamén! A mí, hace un par de días, me dejaron un comentario en una entrada. Era de un representante de una editorial. No estoy seguro si mentía o no; lo cierto es que me metí en la página web que me indicaba, y parecer parecía serio, no sé. En cualquier caso, quisiera que lo intentases. Deberías editar algo, de verdad. Tienes verdadero talento. Éste es el enlace de aquel sitio: bombadilpublishing.com
Un abrazo desde España.

Anónimo dijo...

Woooow!!!!! Que continue el sueño!!!

Psique dijo...

Realmente he quedado sorprendida por la manera en que relatas este tema, posees la elocuencia y al mismo tiempo le agregas el erotismo necesario para anonar a cualquiera que lea tu página.
Eres un ser maravilloso y creeme si te digo que provocas exitacion con cada una de tus palabras.
Sigue escribiendo así pues el éxito ya es tuyo.

Anónimo dijo...

Demasiadas rosas para alguien que se autodenomina "nada", ¿tu que piensas de tus admiradores?, ¿te halagan?, (sonrisa), tu diario me da curiosidad... tal vez encuentre algo interesante si lo leo (sé que si)

Sebastian Beringheli dijo...

Me halagan ejerciendo la paciencia, lo cuál ya es mucho.

Saludos de una nada... ;)

Rebeca Romero dijo...

jajajaj... no me habia dado cuenta de la fecha, creo que esta es la ultima publicacion, ENFATIZO CREEEO... tu historia te juro que me jodio bien grande, porque a cada parrafo me quedaba preguntandome que hacia una chica asi, en un lugar como ese, me encanta! me parecio inesperado el final...

Anónimo dijo...

Que genial este pequeño relato. Lo cierto Aelfwine, es que te admito muchísimo por esa capacidad de expresión y tu tan rico vocabulario.

Anónimo dijo...

Hola mi nombre es Abrham

llevo ya un buen tiempo pasando por tu pagina y me parece simplemente exquisita, cada parrafo d este diario m a echo experimentar una serie d emociones d la cuales crei no presindir, ya q m abia propuesto q antes d sentir dolor mjor no sentir nada, pero era porque ignoraba la realidad por el dolor q sentia y grasias a gente como tu y un MC Español llamado Nach (se q lo mas seguro creas q no tienes nada q ver con un rapero, pero eske ambos son muy literarios y pintan lad cosas d diferente manera sin importar lo crudo q suene) e aprendido a aceptarlo ya q aora conosco sus variantes sin importar q tan crudas y grises sean x q aora almenos se con sertesa a q m enfrento y en stos textos e encontrado respuestas a muxas preguntas.

Espero y sigas con tan asombroso talento ya q ai una hueste como yo en busca d respuestas q tu puedes proporcionar ya q gosas d un talento unico...en fin m eh tomado la libertad d tomar varios d tus textos para un fin propio(claro siempre mencionando tu nombre), ya q m gustaria q mas gente escuche tu vos y aprenda algo q merese aprenderse y no las estupideses d la gente q solo busca un consuelo en lugar d una verdad con la cual poder aser algo alrespecto, en fin espero y no molestar con esto pero eske ay muxa gente erratica q x escuchar la palabra gotico prefieren no tomarlo enserio y no visitan tu pagina q es toda una joya.
Boeno me despido, ojala y nunca dejes d deleitarnos con tu talento, ya q cada ves q paso x este espejo m boy con un gran sabor d boca y una contradiccion d sentimientos, (q creo q el fin es ese no, sentir), adios y mucha suerte.

Anónimo dijo...

Aelf, Johanna de República Dominicana, amigo del Cono Sur, estuvo precioso este relato, muy vívido y similar a mis mil sentires.



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