«A su esquiva amada»: Andrew Marvell; poema y análisis


«A su esquiva amada»: Andrew Marvell; poema y análisis.




A su esquiva amada (To His Coy Mistress) es un poema metafísico del escritor inglés Andrew Marvell (1621-1678), compuesto alrededor de 1650.

A su esquiva amada es, sin dudas, uno de los grandes poemas de Andrew Marvell; a tal punto que autores de la talla de T.S. Eliot lo consideran una obra ejecutada a la perfección.

Se trata de una obra esencial para entender el costado más libertino, y por lo tanto el más interesante, de la poesia isabelina. El narrador es un caballero que intenta, apelando a un juego de palabras, lograr que su esquiva amada se acueste con él.

Ahora bien, el narrador no se basa en el cumplido y la adulación para conseguir su objetivo, sino que apela a la visión fugaz del tiempo, a la idea de que nuestro destino es la decrepitud y un reposo sin sueños en la fría tumba, para derribar sus temores y finalmente seducirla.



A su esquiva amada.
To His Coy Mistress, Andrew Marvell (1621-1678)

De tener tiempo y mundo suficientes,
no sería delito tu recato.
Dónde ir pensaríamos, sentados,
y en pasar nuestro amor en largo día.
Tú, en las riberas índicas del Ganges
en busca de rubíes; yo, plañendo
en las ondas del Humber. Te amaría
desde diez años antes del Diluvio:
y rehusar podrías, si quisieseis,
hasta la conversión de los judíos.
Mi vegetal amor se extendería
más vasto que un imperio y más despacio.
Unos buenos cien años yo daría
para alabar tus ojos y tu frente,
doscientos adorando cada pecho:
y quizá treinta mil en cuanto resta.
Mil años, por lo menos, cada parte,
si al fin tu corazón se me mostrase.
Pues, Señora, mereces tal respeto;
y amarte no podría a menos precio.

Pero, detrás de mí, yo siempre escucho
la carroza del tiempo, inexorable:
y allende de nosotros se dilatan
desiertos de la vasta eternidad.
No tendrás todo el tiempo tu belleza,
ni habrá de resonar en tu sepulcro
el eco de mi canto: pues gusanos
probarán tu inmortal virginidad:
tu honor sin par se habrá tornado polvo;
muertas cenizas todo mi deseo.
La tumba es un lugar íntimo y bello,
pero creo que allí nadie se abraza.

Por eso, ahora, cuando un fresco tinte
vive en tu piel cual matinal rocío,
y mientras tu alma diáfana transpire
por cada poro fuegos instantáneos,
vámonos a gozar mientras podamos;
como amorosas aves de rapiña,
devoremos al punto nuestro tiempo,
en vez de perecer entre sus fauces.
Envolvamos, pues, todas nuestras fuerzas,
nuestra dulzura toda, en una esfera:
nuestros placeres, bastos, adentremos
por el portal de hierro de la vida.
Si parar no podemos nuestro sol,
al menos obliguémoslo a correr.


Had we but world enough, and time,
This coyness, Lady, were no crime
We would sit down and think which way
To walk and pass our long love's day.
Thou by the Indian Ganges' side
Shouldst rubies find: I by the tide
Of Humber would complain. I would
Love you ten years before the Flood,
And you should, if you please, refuse
Till the conversion of the Jews.
My vegetable love should grow
Vaster than empires, and more slow;
A hundred years should go to praise
Thine eyes and on thy forehead gaze;
Two hundred to adore each breast,
But thirty thousand to the rest;
An age at least to every part,
And the last age should show your heart.
For, Lady, you deserve this state,
Nor would I love at lower rate.

But at my back I always hear
Time's wingèd chariot hurrying near;
And yonder all before us lie
Deserts of vast eternity.
Thy beauty shall no more be found,
Nor, in thy marble vault, shall sound
My echoing song; then worms shall try
That long preserved virginity,
And your quaint honour turn to dust,
And into ashes all my lust:
The grave's a fine and private place,
But none, I think, do there embrace.

Now therefore, while the youthful hue
Sits on thy skin like morning dew,
And while thy willing soul transpires
At every pore with instant fires,
Now let us sport us while we may,
And now, like amorous birds of prey,
Rather at once our time devour
Than languish in his slow-chapped power.
Let us roll all our strength and all
Our sweetness up into one ball,
And tear our pleasures with rough strife
Through the iron gates of life:
Thus, though we cannot make our sun
Stand still, yet we will make him run.


Andrew Marvell (1621-1678)




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El resumen, análisis y traducción al español del poema de Andrew Marvell: A su esquiva amada (To His Coy Mistress) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

4 comentarios:

lilith1379 dijo...

hola, bn solo quiero decirt k soy nueva en esto, d echo solo hise la cuenta para decirte lo mucho k m gusta tu pag, esta muy completa y bn organizada, simplemente la amo...ojala sigan hasi...

Nicolas Uribe dijo...

Si Hubiera Tiempo

Si hubiera tiempo, cariño, y medios a nuestro alcance,
Tu recato y desdeño podrían perdonarse,
Pues juntos pasaríamos los días sempiternos
Viendo cómo distraernos, amarnos y querernos.
Rubíes buscarías por el Ganges de la India,
Y yo, por el Río Humber vagaría,
Confesando un amor que antecede el Diluvio
Hasta llegado el Mesías, a pesar de tu repudio,
Y converso el judío del distante medio oriente
A la santa fe cristiana - ¡confesado y creyente!
Mi amor por ti, vigoroso pero paciente,
Más vasto que un imperio, grande como un continente,
Cien años pasaría en rudo regocijo
De tus ojos, tu frente, por doquiera que me fijo,
Mas doscientos en contemplarte cada uno de los senos,
Y en el resto, ¡irían treinta mil al menos!
A cada parte, una entera época dedicada,
Y a tu corazón, especial atención consagrada
Porque tú, mi cariño, mereces este trato,
Y en cuanto a mí, con menor ardor no amo.
Pero a mis espaldas siempre suena la alerta
Del Viejo Cronos que en su carroza se acerca,
Así que ante nuestras miradas se revelan
Desiertos de vasta eternidad.
Tu belleza ya quedóse en la tumba,
Y mi cantar en su mármol ya no retumba.
Entonces, mi amor, tu virginidad resguardada
Por los viles gusanos será disfrutada,
Y de tu púdico honor, y de mi carnal insistencia,
Quedarán polvo y ceniza – ¡su única existencia!
La tumba es lugar muy selecto y privado,
Pero nadie, creo yo, ahí es amado.
Por tanto, mientras tu rubor te embellece
Como refrescante rocío cuando amanece,
Y mientras el deseo ferviente
Brota a través de tu piel ardiente,
Atrevámonos a amarnos como bestias en celo,
Como fogosas aves de rapiña en vuelo,
Devorando el poco tiempo que nos queda
Sin temor ni aprecio por lo que suceda.
¡Ven! Recojamos dulzura y fortaleza,
Amasémoslas en una sola bola espesa,
Gocémoslas con pasión y entusiasmo desbocados
Así aún seamos… mortales encadenados.
El sol en su marcha no vacila en fatigarnos,
Pero aún así… ¡le haremos correr para alcanzarnos!

Apuntes Psicología dijo...

Hermosa traducción. Gracias por compartir.

Unknown dijo...

Habrá sospechado Marvell que tres siglos después de componer su poema una de las mejores novelas de fantasía del siglo XX sería puesta bajo la advocación de un par de versos suyos?



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