Psicología de Christian Grey y Anastasia Steele.
H.P. Lovecraft sentía rechazo por los deberes maritales que cumplía, según Sonia Greene, con pasmosa irregularidad; Casanova era un seductor empedernido; Gustave Flaubert prefería los pies de sus amantes por encima de sus cuerpos; y su mayor creación, Emma Bovary, combinaba el adulterio provinciano con una absoluta falta de convencionalismo; cuyas relaciones a menudo oscilaban entre la sumisión y el dominio.
Ahora bien, Anastasia Steele, protagonista femenina de la novela de E.L. James, 50 sombras de Grey (Fifty Shades of Grey), es por definición una masoquista.
No solo se trata de un "desorden psiquiátrico", según la última actualización del manual de diagnóstico editado por la American Psychiatric Association, sino una especie de desviación de orden moral y ético, casi una perversión social, entendida como una perturbación del orden natural del deseo a través del placer por sentirse humillado o de la ejecución de un refinado maltrato.
Naturalmente, no todos los especialistas opinan de este modo.
De eso se trata: Perversiones femeninas (Female Perversions), libro de psicología de Louise J. Kaplan —autora de: Culturas del fetichismo (Cultures of Fetishism)—, donde traza una marcada diferencia entre las perversiones masculinas y femeninas.
Todas las perversiones masculinas (y lo decimos con profundo pesar por Christian Grey) son, en esencia, expresiones de un prohibido y vergonzoso impulso femenino.
Es por eso que la mayoría de las perversiones masculinas incluyen algún tipo de "castigo" a la mujer, es decir, un castigo sublimado a sus propios impulsos femeninos que le resultan imposibles de procesar, pero que se metabolizan y se objetivizan en el otro.
En otras palabras, cuando algunos hombres sienten impulsos socialmente asociados a lo femenino y son incapaces de procesarlos y expresarlos de forma directa, ocurre una divergencia, un enmascaramiento, si se quiere, por los cuales esos mismos impulsos son expresados bajo la figura de una perversión.
Adicionalmente, Christian Grey sufre una especie de pavor por el contacto físico. No permite que lo toquen, y en este terreno, como en otros complejos territorios de la psique humana, las explicaciones y razones del sujeto son siempre una verdad a medias.
¿En qué otra dinámica de relación el hombre se rehúsa a que lo toquen?
¿Nada?
Perfecto, vamos entonces con un ejemplo práctico.
Imaginemos la siguiente escena: un muchacho, tal vez recién entrado en la adolescencia, es decir, apenas abandonando la infancia, es abordado por una madre cariñosa que intenta besarlo y abrazarlo afectuosamente.
¿Cuál es su reacción más común?
Con quejas, gestos, e incluso un comportamiento corporal de rechazo, el muchacho tratará de sacarse a su pesada madre de encima.
¿Por qué?
Justamente porque en el futuro será un hombre psicológicamente estable.
Durante la infancia, los varones luchan para desplazar sus impulsos de deseo por la madre hacia otras mujeres. Esto es perfectamente natural. Llegado a la transición de la adolescencia, ese afectuoso muchacho que hasta hace poco se entregaba mansamente a todas las demostraciones de afecto de su madre, de repente encuentra que sus besos y abrazos son un asco.
Su rechazo es una muestra de que ha captado el mensaje, es decir, que el amor romántico por su madre está prohibido, y en consecuencia actúa observando las reglas de esa prohibición.
Los hombres que desplazan este rechazo por el contacto de la madre a otras personas, como Christian Grey, necesitan obtener de ellas algo que alimente y justifique la ruptura de la prohibición; a menudo bajo la máscara de una perversión.
En resumen, son aquellos hombres que odian a las mujeres, es decir, que las admiten solo en sus propios términos, como detonantes o apéndices de sus deseos.
Para las mujeres, en cambio, el tema de las perversiones es muy distinto.
Todas las perversiones masculinas (y lo decimos con profundo pesar por Christian Grey) son, en esencia, expresiones de un prohibido y vergonzoso impulso femenino.
Es por eso que la mayoría de las perversiones masculinas incluyen algún tipo de "castigo" a la mujer, es decir, un castigo sublimado a sus propios impulsos femeninos que le resultan imposibles de procesar, pero que se metabolizan y se objetivizan en el otro.
En otras palabras, cuando algunos hombres sienten impulsos socialmente asociados a lo femenino y son incapaces de procesarlos y expresarlos de forma directa, ocurre una divergencia, un enmascaramiento, si se quiere, por los cuales esos mismos impulsos son expresados bajo la figura de una perversión.
Adicionalmente, Christian Grey sufre una especie de pavor por el contacto físico. No permite que lo toquen, y en este terreno, como en otros complejos territorios de la psique humana, las explicaciones y razones del sujeto son siempre una verdad a medias.
¿En qué otra dinámica de relación el hombre se rehúsa a que lo toquen?
¿Nada?
Perfecto, vamos entonces con un ejemplo práctico.
Imaginemos la siguiente escena: un muchacho, tal vez recién entrado en la adolescencia, es decir, apenas abandonando la infancia, es abordado por una madre cariñosa que intenta besarlo y abrazarlo afectuosamente.
¿Cuál es su reacción más común?
Con quejas, gestos, e incluso un comportamiento corporal de rechazo, el muchacho tratará de sacarse a su pesada madre de encima.
¿Por qué?
Justamente porque en el futuro será un hombre psicológicamente estable.
Durante la infancia, los varones luchan para desplazar sus impulsos de deseo por la madre hacia otras mujeres. Esto es perfectamente natural. Llegado a la transición de la adolescencia, ese afectuoso muchacho que hasta hace poco se entregaba mansamente a todas las demostraciones de afecto de su madre, de repente encuentra que sus besos y abrazos son un asco.
Su rechazo es una muestra de que ha captado el mensaje, es decir, que el amor romántico por su madre está prohibido, y en consecuencia actúa observando las reglas de esa prohibición.
Los hombres que desplazan este rechazo por el contacto de la madre a otras personas, como Christian Grey, necesitan obtener de ellas algo que alimente y justifique la ruptura de la prohibición; a menudo bajo la máscara de una perversión.
En resumen, son aquellos hombres que odian a las mujeres, es decir, que las admiten solo en sus propios términos, como detonantes o apéndices de sus deseos.
Para las mujeres, en cambio, el tema de las perversiones es muy distinto.
Las perversiones femeninas, lejos de esconder o enmascarar deseos que el individuo clasifica de vergonzosos, en realidad expresan un problema de identidad.
Anastasia Steele sufre claramente un problema de identidad.
La mayoría de los psicólogos la diagnosticarían como una masoquista, pero este concepto no es del todo aplicable; quiero decir, si tenemos en cuenta que las perversiones han sido estudiadas predominantemente en hombres, perpetuando algunos mitos del comportamiento femenino que son un tanto más complejos.
De hecho, si revisamos la mayoría de las observaciones sobre el personaje de Anastasia Steele veremos que se la define como "inocente", lo cual es absolutamente falso.
La inocencia de Anastasia Steele es una forma de preservación del ego, un instinto de defensa, si se quiere, frente al rechazo social que provocaría su "curiosidad".
Indicios de ese error de apreciación pueden encontrarse en una definición incompleta de Oliver Twist si, por ejemplo, solo afirmamos que es de baja estatura, omitiendo el hecho de que es un niño. Lo importante aquí no es la estatura, o mejor dicho, la estatura de Oliver Twist es una consecuencia obvia de su edad.
Lo mismo ocurre con la inocencia de Anastasia Steele.
Es una mujer "curiosa", por emplear una definición amable, y la mejor forma de ocultarlo es bajo una actitud de inocencia, incluso frente a ella misma, es decir, en sus propios pensamientos.
Por cierto, 50 sombras de Grey evalúa este estereotipo pero de un modo intuitivo, y no en vano ha capturado el interés de un rango muy amplio de lectoras, desde un público marcadamente menopáusico a uno juvenil, que no exige demasiado a nivel literario porque lo que busca realmente son emociones, y eso es lo que encuentran.
Más literatura gótica:
Anastasia Steele sufre claramente un problema de identidad.
La mayoría de los psicólogos la diagnosticarían como una masoquista, pero este concepto no es del todo aplicable; quiero decir, si tenemos en cuenta que las perversiones han sido estudiadas predominantemente en hombres, perpetuando algunos mitos del comportamiento femenino que son un tanto más complejos.
De hecho, si revisamos la mayoría de las observaciones sobre el personaje de Anastasia Steele veremos que se la define como "inocente", lo cual es absolutamente falso.
La inocencia de Anastasia Steele es una forma de preservación del ego, un instinto de defensa, si se quiere, frente al rechazo social que provocaría su "curiosidad".
Indicios de ese error de apreciación pueden encontrarse en una definición incompleta de Oliver Twist si, por ejemplo, solo afirmamos que es de baja estatura, omitiendo el hecho de que es un niño. Lo importante aquí no es la estatura, o mejor dicho, la estatura de Oliver Twist es una consecuencia obvia de su edad.
Lo mismo ocurre con la inocencia de Anastasia Steele.
Es una mujer "curiosa", por emplear una definición amable, y la mejor forma de ocultarlo es bajo una actitud de inocencia, incluso frente a ella misma, es decir, en sus propios pensamientos.
Por cierto, 50 sombras de Grey evalúa este estereotipo pero de un modo intuitivo, y no en vano ha capturado el interés de un rango muy amplio de lectoras, desde un público marcadamente menopáusico a uno juvenil, que no exige demasiado a nivel literario porque lo que busca realmente son emociones, y eso es lo que encuentran.
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3 comentarios:
Siento discrepar con su opinión, si es cierto que soy menopáusica pero déjeme deci, que aunque me declaro seguidora de los libros de Cincuenta sombra de Grey, escribo poesía y mi último libro leído es "Miau" de Benit
o Perez Galdós. Por lo que no me parece lógica su afirmación.
Este blog era bueno hasta que encontré que escribieron sobre esta novela de mierda...
Media pila chicos...
A me me resulta interesante el complejo analisis que has hecho sonre ana y chris!! osea, que viste mas alla del punto de vista comercial y aondaste en la mente profunda de cada uno !! :)
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