La religión de los enamorados


La religión de los enamorados.




—No creo que me entienda, profesor Lugano. De hecho dudo que cualquiera que no esté o no haya estado enamorado pueda entender la sensación.

—Desde luego que no. Enamorarse es un acto particular, un universo volcado sobre sí mismo, aunque existen reglas generales, una mecánica que se repite.

—¿Mecánica?

—Olvídese usted de la filosofía y las características romanticismo —dijo el profesor—, ¿cómo definiría el estar enamorado?

—Eso es imposible, profesor. Si podemos explicar el amor entonces estamos hablando de cualquier otra cosa menos de amor.

—No le estoy pidiendo que describa el sentimiento o la esencia del amor, sino su articulación. Si amar es un acto, puede explicarse. Si estar enamorado es un estado espiritual, también.

—¿Y cuál sería esa mecánica del enamoramiento de la que hablaba antes?

—Defínase del siguiente modo: todo enamorado es el creador de una religión monoteísta donde el Otro es un Dios imperfecto cuyo culto admite un solo devoto.




La filosofía del profesor Lugano. I Egosofía.


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Odio tener que darle la razón, Lugano...



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