Pothos: el deseo que conduce a la muerte.


Pothos: el deseo que conduce a la muerte.




En los mitos griegos existen personajes secundarios tan ricos y complejos como los principales, aunque su historia sea fragmentaria e incierta. Uno de estos personajes es el dios Poto (Póthos), la personificación del anhelo y la añoranza que comúnmente denominamos como nostalgia.

Pothos era un dios menor, lánguido y depresivo. Algunos sostienen que era hijo de Iris y Céfiro, y que en sus años de gloria formó parte del selecto cortejo de Afrodita, la diosa del amor. Sin embargo, y a pesar de su atractivo físico, Pothos era un joven profundamente desdichado. Su tristeza infinita fue desdibujando su imagen mítica, y su nombre pasó de los templos sagrados de Megara a la filosofía, para designar un tipo de emoción indefinible.

Los filósofos griegos comenzaron a usar el término Pothos para referirse a una inclinación o disposición anímica autodestructiva: el «deseo que conduce a la muerte». El filósofo e historiador francés Jean-Pierre Vernant (1914-2007) define al Pothos como el deseo incontenible por lo que no está. Este tipo de deseo tiene una sola consecuencia: el sufrimiento. Si un deseo no puede alimentarse con esperanza, ya que su proyección es sobre lo imposible, se transforma en ese raro sentido del dolor que conocemos como nostalgia.

Los romanos heredaron esta idea, solo que la asociaron con un amor anómalo por los muertos, es decir, el ejercicio de recordarlos tan intensamente como si aún estuviesen vivos. Para ello acuñaron un término propio: Ardor.

Ahora bien, Pothos representa a la nostalgia, pero no fueron los griegos los responsables de forjar esa palabra. El mérito corresponde al médico suizo Hans Johannes Hofer (1669-1752), quien la utilizó por primera vez en 1688 para diagnosticar la rara enfermedad nerviosa de un estudiante instalado lejos de su hogar. A pesar de esta revisión e interpretación de su espíritu, el viejo Pothos aún nos reserva una sorpresa.

Ese «deseo por lo ausente» es también una recapitulación del dolor. La palabra nostalgia proviene del griego nostos, «regreso»; y algos, «dolor». Es decir, el anhelo doloroso por regresar a un lugar y un tiempo determinados. Pothos no solo añoraba a sus muertos, es decir, regresar a la época en la que todos ellos estaban presentes y disponibles para él, sino que su sentimiento también representa el dolor de los muertos que añoran volver del vacío para cultivar esos diminutos ritos que conforman la vida.

Ese «deseo que conduce a la muerte» es un camino con dos sentidos. Por un lado está la pena de los vivos por los que han partido; un dolor que sabemos finito a pesar de su intensidad, y por el otro la desdicha de los muertos que añoran la vida. Paradójicamente ambos caminos concluyen en la misma región inexacta del Hades, hecha de un olvido irreversible.




Mitología. I Mitos griegos.


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Le encuentro mucho sentido a estas palabras y a la desdicha del dios Pothos.



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