Kalem Club: el club de Lovecraft en Nueva York.
El Kalem Club fue uno de los grupos literarios más interesantes de su tiempo. Entre sus miembros se encuentran algunos maestros del horror y distintas personalidades del mundillo editorial. Por ejemplo, George Kirk, librero y coleccionista; Samuel Loveman, poeta; James F. Morton, librepensador y estudioso del esperanto; Everett McNeill, escritor de novelas históricas; Frank Belknap Long, narrador y poeta; y por supuesto el más interesante de todos, H.P. Lovecraft.
La llegada de H.P. Lovecraft al Kalem Club no fue casual sino una consecuencia casi inevitable [ver: El Círculo de Lovecraft y la aristocracia de «Weird Tales»]
Resulta complicado especular sobre la intimidad de H.P. Lovecraft, pero lo cierto es que no era un hombre proclive al matrimonio, ni siquiera a una relación estable, o simplemente a mantener una relación que incluya el contacto físico. Sin embargo, con todas sus deficiencias H.P. Lovecraft apostó a una relación con una mujer de personalidad completamente distinta a la suya, llena de vitalidad y empuje: Sonia Greene, una escritora con la que colaboraría en varios cuentos de terror, entre ellos: Cuatro en punto (Four O'Clock) y El horror en la Playa Martin (The Horror at Martin's Beach).
La relación estuvo marcada por contrastes insalvables. H.P. Lovecraft era obsesivamente reservado mientras que Sonia Greene era compulsivamente extrovertida. Más aún, la pareja se trasladó de Providence, Rhode Island, el pueblo natal de Lovecraft, a la pluricultural ciudad de Nueva York en 1924, sitio que éste aborrecía visceramente.
Con el correr de las semanas, Brooklyn comenzó a devastar los nervios delicados de H.P. Lovecraft. Su salud mental comenzó a mostrar signos de agotamiento, e incluso comportamientos erráticos. Uno de sus amigos residentes en la ciudad, Frank Belknap Long, llegó a interceder ante la tía de H.P. Lovecraft, la señora Gamwell, para que persuadiera a su sobrino de abandonar a Sonia y regresar a Providence. El horror de H.P. Lovecraft por Nueva York se manifestaba con síntomas notablemente extraños. Su cuerpo reaccionaba con espasmos ante temperaturas inferiores a los veinte grados, haciendo que cada otoño e invierno fuesen una verdadera tortura.
Por aquellos días el único motivo de regocijo en la vida de H.P. Lovecraft eran las reuniones del Kalem Club.
Los miembros del Kalem Club rápidamente vieron en H.P. Lovecraft al Edgar Allan Poe del siglo XX, y en consecuencia le otorgaron un sitio de privilegio. Las reuniones del Kalem Club discurrían entre charlas, discusiones e incluso lecturas de obras en progreso.
En 1926, tras dos años de sufrida residencia en Nueva York, H.P. Lovecraft regresó a Providence. No obstante, y a pesar del rechazo que sentía por la ciudad, continuó visitando esporádicamente el Kalem Club y sus socios privilegiados, mucho tiempo antes de que aquella profecía sobre su talento finalmente fuese confirmada.
Para los amantes de las curiosidades lovecraftianas les sugerimos una novela bastante desconocida que ficcionaliza las reuniones del Kalem Club y da cuenta de la relación entre H.P. Lovecraft y Frank Belknap Long: Pulptime (Pulptime), de Peter Cannon, publicada en 1985.
H.P. Lovecraft. I Universo pulp.
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