Las mujeres fueron reinas


Las mujeres fueron reinas.




Algunos cronistas apuntan que en la corte de Enrique V de Inglaterra se jugaba el ajedrez más extraño del mundo. El tablero carecía de ministros, jueces y prelados, en cambio, una mujer inquieta y poderosa batallaba codo a codo con su rey. Historiadores modernos atribuyen aquella anomalía a un error en la interpretación de las piezas, otros, acaso menos eruditos, pensamos que aquello no fue un error en absoluto, sino la consecuencia natural de un juego que se adapta a las particularidades de un idioma; el único, de hecho, en haber acuñado la palabra reina.

Hasta aquel momento la Reina, o Dama, era llamada Ferz, «consejero», y provenía de la voz persa Fazir. Cuando el ajedrez arribó a las costas de Inglaterra aquel consejero fue exiliado perpetuamente de los tableros. ¿Por qué? Porque todo rey está incompleto sin su reina.

En todas las lenguas antiguas existe un nombre para reina, aunque ninguno con la riqueza del inglés. Salvo en éste idioma, todas las variantes de Reina son derivados de la palabra Rey. Un caso emblemático es el latín Regina, «reina», feminización de Rex, «rey». Operación análoga se da en todas las lenguas antiguas, e incluso en las modernas, como el español.

En cambio, Queen, «reina», tiene un pasado distinto, el cual sugiere que algunas sociedades paganas tenían una visión particular sobre lo femenino, a tal punto que consideraron impropio que sus reinas fuesen versiones suavizadas de sus reyes.

La versión más antigua que tenemos de una reina mujer es el Inglés Antiguo Cwen, pero si retrocedemos en el tiempo encontraremos el vocablo norso Gná, «diosa»; y el gótico Qéns, «reina». Lo curioso es que la raíz de Cwen significa simplemente «mujer», la mujer, si se quiere, aquella que nos resulta especial y cara al corazón. No define a las mujeres en simples términos de género, sino de afecto, de cercanía como compañera de vida.

Cuando las tribus bárbaras comenzaron a urdir sus sociedades, consideraron oportuno que la esposa del rey, su reina, tuviese un título propio; de tal forma que aquella Reina Primordial fue llamada «Mujer», Cwen, la mujer como gobernanta pero también como compañera, madre y amante.

Lo maravilloso es que la palabra Cwen no se limitó a un uso nobiliario. Las reinas no eran las únicas en utilizarlo, ni se lo pronunciaba exclusivamente en los húmedos castillos de la antigüedad; por el contrario, todas las mujeres podían atribuirse el título de sus gobernantas. Todas eran llamadas Cwen, desde la humilde recolectora de miel a la fiera esposa del guerrero, dando como resultado algo sin paralelos en la historia lingüística: que en todos los hogares donde un hombre y una mujer compartian el techo, el pan y las desdichas, también habitaba una Reina.




Filología. I Feminología.


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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Aelfwine (et al), me fascina leer este blog. Lo hago cada vez que tengo la oportunidad, y por eso sugiero esto: ¿les seria demasiado complicado elaborar una aplicacion para celulares?

Sebastian Beringheli dijo...

Ya hemos recibido ese pedido, anónimo, y la verdad es que me gustaría poder hacerlo. Sucede que no soy un experto en la materia, ni mucho menos; aunque de todos modos vale la pena intentarlo y ver qué sucede.

Saludos!

Unknown dijo...

Muy buen artículo :)

Alba B. dijo...

Me encantó ..!

Ade dijo...

Me ha encantado este artículo, y he recordado una bonita frase que leí hace tiempo: "En todas partes donde haya un hombre solo, una mujer estará a su lado por amor, comprendiendo, aconsejando, ayudando, así se convierte en su compañera".
Un abrazo.

Anónimo dijo...

En aquellos tiempos las mujeres eran respetadas por los misterios que representaban, sino fuera por el machismos de nuestros tiempos, probablemente estaríamos viviendo otros tiempos, el machismo solo ha traído violencia y destrucción

Luce Luna dijo...

Hace tiempo, dando vueltas por la web, vi algo interesante: que en nuestra raza las mujeres debían dominar por naturaleza.
Desde el punto de vista espiritual que tenía el video me hacía sentido, las mujeres generalmente estamos más conectadas con "el corazón" -por decirlo de alguna forma-. Quizás de ahí venga lo que llamamos el "instinto femenino".
¿Feminista? Puede ser. Sea como sea, no me extraña que alguna vez, aunque sea en el lenguaje, la mujer haya sido reina.
Saludos.



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