«La noche invernal de un anciano»: Robert Frost; poema y análisis.
La noche invernal de un anciano (An Old Man's Winter Night) es un poema del escritor norteamericano Robert Frost (1874-1963), publicado en la antología de 1920: Intervalo de montaña (Mountain Interval).
La noche invernal de un anciano, uno de los grandes poemas de Robert Frost, regresa sobre uno de los temas más frecuentes en la producción del autor: la memoria y la soledad.
En este sentido, el personaje principal de La noche invernal de un anciano de Robert Frost, un anciano, ha perdido casi todos los recuerdos de su hogar. Esto está relacionado con el hecho de que está completamente solo, rodeado de habitaciones vacías. No hay nadie que le recuerde su vida. Todo lo que sabe es que necesita quedarse allí. La falta de recuerdos asociados con la casa oscurece todavía más la atmósfera general del poema. El hombre atraviesa períodos de miedo, incluso de terror, una emoción que se transmite fácilmente a través de las imágenes de la noche oscura.
La noche invernal de un anciano.
An Old Man's Winter Night, Robert Frost (1874-1963)
Más allá de las puertas, a través de la frío
que barre la ventana formando unas estrellas
dispersas, en la sombra, el mundo observa su cara:
La habitación está vacía. Y duerme.
La lámpara inclinada muy cerca de su rostro
le impide ver el mundo. Ya no recuerda.
La vejez le impide recordar en qué tiempo
llegó hasta estos lugares, y por qué está aquí solo.
Rodeado de barriles se encuentra perdido.
Sus pasos temblorosos hacen retumbar el sótano:
lo asusta con sus pasos trémulos: y asusta
otra vez a la noche (la noche de sonidos
familiares ). Los árboles aúllan allá afuera;
todas las ramas crujen. Tan solo hay una luz
para su rostro, inmóvil, una luz en la noche.
A la Luna confía —en esa Luna rota
que ahora vale más que el sol— el cuidado
de velar por la nieve que yace sobre el techo,
de velar los carámbanos que cuelgan desde el muro.
Sigue durmiendo. Un leño se derrumba en la estufa.
Despierta con el ruido. Sobresaltado se agita.
Es la noche. Respira suavemente.
Un viejo solo no puede llenar toda una casa,
un rincón de los campos, una granja. No puede.
Así un anciano guarda la casa solitaria,
en la noche de invierno. Y está solo. Está solo.
All out of doors looked darkly in at him
Through the thin frost, almost in separate stars,
That gathers on the pane in empty rooms.
What kept his eyes from giving back the gaze
Was the lamp tilted near them in his hand.
What kept him from remembering what it was
That brought him to that creaking room was age.
He stood with barrels round him—at a loss.
And having scared the cellar under him
In clomping there, he scared it once again
In clomping off;—and scared the outer night,
Which has its sounds, familiar, like the roar
Of trees and crack of branches, common things,
But nothing so like beating on a box.
A light he was to no one but himself
Where now he sat, concerned with he knew what,
A quiet light, and then not even that.
He consigned to the moon,—such as she was,
So late-arising,—to the broken moon
As better than the sun in any case
For such a charge, his snow upon the roof,
His icicles along the wall to keep;
And slept. The log that shifted with a jolt
Once in the stove, disturbed him and he shifted,
And eased his heavy breathing, but still slept.
One aged man—one man—can't fill a house,
A farm, a countryside, or if he can,
It's thus he does it of a winter night.
Robert Frost (1874-1963)
Through the thin frost, almost in separate stars,
That gathers on the pane in empty rooms.
What kept his eyes from giving back the gaze
Was the lamp tilted near them in his hand.
What kept him from remembering what it was
That brought him to that creaking room was age.
He stood with barrels round him—at a loss.
And having scared the cellar under him
In clomping there, he scared it once again
In clomping off;—and scared the outer night,
Which has its sounds, familiar, like the roar
Of trees and crack of branches, common things,
But nothing so like beating on a box.
A light he was to no one but himself
Where now he sat, concerned with he knew what,
A quiet light, and then not even that.
He consigned to the moon,—such as she was,
So late-arising,—to the broken moon
As better than the sun in any case
For such a charge, his snow upon the roof,
His icicles along the wall to keep;
And slept. The log that shifted with a jolt
Once in the stove, disturbed him and he shifted,
And eased his heavy breathing, but still slept.
One aged man—one man—can't fill a house,
A farm, a countryside, or if he can,
It's thus he does it of a winter night.
Robert Frost (1874-1963)
Poemas góticos. I Poemas de Robert Frost.
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El análisis, resumen y traducción al español del poema de Robert Frost: La noche invernal de un anciano (An Old Man's Winter Night), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
2 comentarios:
excelente poema, llegue de casualidad a tu blog, con mas tiempo lo mirare mas detenidamente, soy un amante de los poemas
QUE BELLA SU PAGINA CON EL FONDO DE LA NOCHE,LA HE DESCUBIERTO Y LA LLEVO COMO UN TESORO.LA OBRA DEL ARTE PERDURA,SEGURO.
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