«Tratado sobre vampiros»: Dom Calmet; libro y análisis.
Tratado sobre vampiros —cuyo título original es: Disertaciones sobre las apariencias de ángeles, demonios, espíritus, fantasmas y vampiros (Dissertations sur les apparitions des anges, des démons et des esprits, et sur les revenants et vampires)— es un libro sobre vampiros del monje francés Dom Augustin Calmet (1672-1757), publicado originalmente en 1746.
Mucho se ha escrito acerca del Tratado sobre vampiros, de modo que no entraremos en ese terreno. Baste decir que el libro reúne una gran cantidad de leyendas de vampiros de dudosa procedencia, y que fue minuciosamente despedazado por Voltaire, quien acusó a Dom Calmet de candoroso, entre otras valoraciones menos simpáticas.
No obstante, con el tiempo el libro de Dom Calmet se convertiría en una especie de biblia de los vampiros, un compendio donde se reunía todo el saber incierto sobre estas criaturas. Claro que los vampiros de Dom Calmet no siempre son los seres detestables que conocemos; por el contrario, muchos de los relatos de vampiros vertidos en el libro no pasan de ser simples anécdotas, como aquella en la cual un vampiro regresa de la tumba para exigirle a sus familiares que se le siga colocando un plato en la mesa.
El Tratado sobre vampiros de Dom Calmet prescinde por completo de toda descripción profunda sobre el tema, y tampoco se preocupa por estudiar las diferentes razas de vampiros. En cambio, se enfoca en historias banales y apariciones mezquinas de escaso valor para el amante del género.
Antes de continuar veamos una de las pocas descripciones que ofrece Dom Calmet sobre estas criaturas:
Los vampiros son hombres muertos desde hace un tiempo considerable, que salen de sus tumbas e inquietan a los vivos, les chupan la sangre, se les aparecen, provocan golpes en sus puertas y en sus casas, y, en fin, a menudo les causan la muerte. Se les da el nombre de vampiros o de upires, que en eslavo significa sanguijuela.
Hasta dónde sabemos, no existen versiones en PDF del libro de Dom Calmet completamente confiables; De modo tal que aquí compartimos un breve fragmento de la obra y, al final, algo más sobre Tratado de vampiros para aquellos que quieran seguir profundizando en el tema.
Tratado sobre vampiros.
Fragmento.
Quieres ser informado de todo lo que acontece en Hungría a propósito de algunos que resucitan y dan muerte a muchas gentes del país.
Puedo hablar de ello con fundamento, ya que he estado varios años en esas tierras y soy curioso por naturaleza. He escuchado muchas veces narrar historias infinitas, o hechas pasar por tales, sobre los espíritus y sus sortilegios, pero apenas he creído una sola. Sobre este punto conviene ser cauteloso, y siempre se corre peligro de resultar engañado. Hay, sin embargo, ciertos hechos que no se puede menos que creerlos. En fin, en cuanto a los resurrectos de Hungría el asunto es el siguiente:
Una persona enferma, pierde el apetito, adelgaza evidentemente, y al cabo de ocho, diez, a lo sumo quince días, muere sin fiebre, sin ningún otro síntoma fuera de la magrez y la extenuación.
Se dice comúnmente en esos países que ello proviene de un resucitado que le asalta y le chupa la sangre. La mayor parte de los atacados de este mal cree ver un espectro blanco que lo sigue por todas partes, como la sombra al cuerpo. Cuando estábamos acuartelados en el banato de Temeswar, entre los valacos, dos soldados de la compañía en la cual yo era corneta, murieron de este mal, y muchos también que estaban atacados habrían muerto, si un cabo de nuestra compañía no hubiera hecho cesar el mal con un remedio que suelen practicar los paisanos.
Es uno de los más singulares, y si bien es infalible, jamás lo he leído en ningún ritual. Escuche.
Se busca un joven que pueda creerse aún virgen: se le hace montar en pelo sobre un caballo que nunca haya sido apareado, y de pelo enteramente negro, y se le pasea por el cementerio pasando encima de todas las sepulturas; aquella sobre la que el animal se resista a pasar, no obstante forzárselo a ello con insistencia, se juzga que contiene un vampiro.
Se abre el sepulcro y allí se encuentra un cadáver tan carnoso y bello como si fuera un hombre en tranquilo, dulcísimo sueño; se rompe con una zapa el cuello del cadáver y brota en abundancia sangre viva y roja. Se juraría que el hombre que se degüella fuese de los más sanos y vivientes. Se cubre de nuevo la sepultura, con la seguridad que la enfermedad cesa, y cuantos estaban afectados de ella recuperan poco a poco las fuerzas, como personas extenuadas por una larga dolencia.
Así sucedió con nuestros soldados que estaban enfermos. Yo era en aquel tiempo comandante de la compañía, en ausencia de mi capitán y del lugarteniente, y me desagradó en extremo que sin mí el cabo hubiera hecho esa experiencia. Me contuve con esfuerzo para no obsequiarle con múltiples bastonazos, mercancía que se da a muy buen precio en las tropas del emperador. Hubiera pagado muchísimo por encontrarme presente en aquella operación, pero fue necesario tener paciencia.
Dom Calmet (1672-1757)
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4 comentarios:
vaya algo asi habia escuchado sobre ese ritual solo q ami me lo dijeron q era para que un vampiro viniera y te convirtiera en uno de ellos
como pudiera encontrar información sobre la teoria de que algunos vampiros han sido producto de un suicidio, en que parte de esta pagina me pudiera remitir sobre alguna lectura de este tema? pues hay muchos mitos sobre esto. tambien hay lecturas que dicen que las personas que se suicidan vagan como espiritus desesperados. necesito alguna orientación sobre este tema y en esta pagina tan abierta a todo pudiera encontrar quizas algo mas específico al respecto. muchas gracias.
yo no estiendo mucho pero me gustaria aprender y mas que nada saber si esto es real o no
Una pena que blogs como estos queden en el olvido, me parecen una buena forma de descubrir cultura y gente con gustos afines. Qué bonita la juventud del blog, donde se aportaban ideas y datos de interés.
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