«Liber Phantasia»: el libro que induce fantasías involuntarias


«Liber Phantasia»: el libro que induce fantasías involuntarias.




Hay libros prohibidos que enseñan, entre otras mañas detestables, a entrar en los sueños de los demás, a infundir miedo, respeto, devoción, a crear y enviar pensamientos grotescos a distancia, incluso a rebajar la potencia viril del hombre o a evaporar, mediante fórmulas nauseabundas, la lubricidad de la hembra; pero ningún otro, que sepamos, brinda al iniciado un servicio tan monstruoso como el Liber Phantasia.

Algunos le atribuyen haber pertenecido al Liber de somniis, de Hipócrates (460 a.C. - 370 a.C.), pero no existen pruebas concluyentes que apoyen esa teoría. De todos modos, la leyenda sostiene que gracias a la sabiduría contenida en el libro, Hipócrates logró curar al rey de Macedonia, Pérdicas, quien sufría, como tantos otros, del mal de amores.

El propósito del Liber Phantasia es tan simple como siniestro: producir de manera artificial aquello que hoy en día conocemos como fantasías, es decir, sueños diurnos, ensoñaciones, divagues. El término latino phantasia —que a su vez proviene del verbo griego phaíno, que significa «aparecer», «mostrarse»— alude a Phantasos, hijo del Sueño y encargado de producir las imágenes que soñamos.

En este sentido, las fantasías y los ensueños no serían exactamente lo mismo. Por su parte, las fantasías son aquellas imágenes y escenas que aparecen espontáneamente y echan raíces en nuestra mente, mientras que los ensueños son creados de manera voluntaria por el sujeto. Uno puede tener, por ejemplo, ensoñaciones perfectamente articuladas para producir placer y, de manera inversa, fantasías mórbidas que de ninguna forma desearíamos experimentar en la realidad.

El Liber Phantasia se jacta de poseer el conocimiento requerido para inducir en el otro este tipo de fantasías: desde modestas construcciones con propósitos recreativos, evasivos, ambientales —en este caso, con motivo de auxiliar a la imaginación durante las bruscas maniobras de autosatisfacción—, a elaborados divagues diurnos de los cuales resulta muy difícil emerger.

Según sus exégetas, el Liber Phantasia contiene la receta original del Hippocras, o Vinum Hippocraticum, especie de trago a base de vino y canela. Al parecer, Hipócrates popularizó una versión degradada de este brebaje, y se reservó para sí y su grupo de degenerados la mezcla original, capaz de instigar toda clase de fantasías en el consumidor.

El procedimiento de fabricación de esta bebida, sin dudas narcótica, es desconocido, aunque algunos sostienen que la receta original también contenía azúcar, miel y hierbas aromáticas, las cuales eran maceradas en un misterioso dispositivo conocido como Manicum Hippocraticum, especie de filtro cónico diseñado por el propio Hipócrates para purificar el agua.

Mientras que el brebaje dispensado por el griego buscaba entonar al público sin que padezca los efectos nocivos de la embriaguez, como la sinceridad y la tristeza, la verdadera receta, en cambio, alteraba el estado de conciencia del consumidor, logrando que sus fantasías, incluso aquellas que resultan inconfesables a la luz del día, sean proyectadas directamente hacia una persona en particular, quien finalmente las experimentaba como propias.

Pocos autores han revelado, siquiera parcialmente, los oscuros conocimientos vertidos en el Liber Phatasia. Imaginemos por un instante lo peligroso que sería lograr que una persona, independientemente de su situación sentimental, tenga fantasías desenfrenadas con otra a la que acaso no conoce, o bien por la que siente el más sincero y meditado desprecio.

Según este razonamiento es lícito preguntarse si aquellas fantasías, involuntarias o no, en las que nos sometemos a situaciones indeseables, como andar en bolas por la calle, hacer equilibrio sobre una cornisa, desgraciarnos en público, o bien a vejaciones que de ningún modo se corresponden con la autoestima más elemental, no responden en realidad al ascendente de este caldo nefasto, quizá suministrado subrepticiamente por acreedores vengativos o exparejas rencorosas.




Libros prohibidos. I Libros extraños y lecturas extraordinarias.


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1 comentarios:

Rust Cohle dijo...

Interesante,estoy buscando información sobre sueños,fantasías,mente dando forma a la materia



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