Significado de soñar con un bebé.
Seguimos con nuestro Diccionario de sueños, en esta ocasión con un sueño recurrente en las mujeres: los bebés.
Los bebés soñados representan la inocencia, pero también la indefención y la posibilidad de un nuevo comienzo. Soñar con bebés exterioriza los sentimientos de vulnerabilidad del sujeto, así como aquellas regiones de la personalidad que son incurruptibles.
Si soñamos que un bebé nos sonríe, representa una experiencia o un estado momentáneo de pureza; no necesariamente de alegría. En general, estos sueños ocurren como recordatorio insospechado de que no hace falta demasiado para acceder a un estado de dicha.
Si en cambio soñamos que encontramos un bebé abandonado, simboliza algún arcano potencial del sujeto que aún no ha sido desarrollado, y que de hecho se encuentra "perdido" para su conciencia.
Si soñamos que hemos perdido a un bebé, representa que ese mismo potencial trata de mantenerse al margen de la conciencia. Para algunos, también podría simbolizar una personalidad que intenta esconder sus debilidades.
Si una mujer sueña que se dirige al hospital para tener a su bebé, significa cierta sensación de dependencia, y tal vez la necesidad de ser emocionalmente atendida por su pareja.
Algunos intérpretes desmenuzan este sueño como una forma de eludir responsabilidades. Si el sueño se produce durante un embarazo real, entonces la experiencia busca poner a la futura madre en una situación que libere las ansiedades de la espera.
Soñar que un bebé llora simboliza los aspectos intelectuales y emocionales del sujeto que han sido privados de atención.
Este tipo de sueños ocurre con mayor frecuencia frente a una frustración, o ante un proyecto que se deshace repentinamente. En cierta forma, es una llamada de atención para que el sujeto se ocupe de una parte de sí mismo que ha sido desplazada por intereses que no llegan a satisfacerlo.
Soñar con un bebé hambriento simboliza la dependencia del sujeto, la desesperación y la angustia que reclaman una atención inmediata.
Ver a alguien que conocemos convertido en bebé, o bien a nosotros mismos como bebés, posee un doble sentido: íntimamente catalogamos a esa persona de "inmadura", pero también de "exigente".
Soñar que un bebé camina o baila es un intento inconsciente por desarrollar esas habilidades que intuímos en nosotros mismos pero que rara vez atendemos. Extrañamente, este sueño se produce con mayor frecuencia en las primeras etapas de una relación.
Si soñamos con un bebé extremadamente pequeño, es decir, de un tamaño incluso menor al de un recién nacido, simboliza un fuerte estado de indefensión, de vulnerabilidad, y acaso de incompetencia para resolver un problema urgente.
Soñar con un bebé muerto es una experiencia terrible pero que rápidamente debemos descartar como algo profético.
Estos sueños simbolizan el final prematuro de un estado emocional, por ejemplo, de una relación, un proyecto, un trabajo; algo que no se ha desarrollado del todo pero cuya pérdida nos causa un secreto dolor.
Soñar con un bebé bajo el agua, ya sea sumergido por el soñante o bien hallado en ese estado subacuático, representa un deseo de regresión, de retorno al medio líquido que nos sustentó durante la gestación.
A pesar de que la imagen puede resultar aterradora, estos sueños simbolizan el deseo de retornar a un estado idílico, uterino, lejos de las preocupaciones y resposabilidades de la vida cotidiana. Recordemos que muchas personas deciden dar a luz bajo el agua, basándose en la teoría de que el medio acuático es menos traumático para la transición del nacimiento.
Soñar con el biberón de un bebé, o una mamadera, como se lo llama en algunos países, representa asuntos irresolutos que nos colocan en una posición de absoluta dependencia. Si soñamos que bebemos del biberón, es posible que el sujeto se halle en un momento de gran angustia en su vida.
Soñar con una cuna, o con un cochecito de bebés, expresa cierto estado de confusión e inacción, como si el sujeto fuese incapaz de valerse por si mismo, y mucho menos de avanzar en la vida.
Si soñamos con ropas de bebés, entonces estamos manifestando algún tipo de emoción primaria, cruda, sin censuras. Para algunos esta clase de sueños representa la insistencia de viejos hábitos que se rehúsan a abandonarnos.
Soñar con alimento de bebés, con purés y papillas, indica cierta debilidad o falta de voluntad para asimilar un asunto que nos atribula.
En este sentido, soñar que somos bebés y que somos alimentados por alguien, es algo que ocurre con frencuencia luego de una decepción, es decir, tras el desajuste emocional que sucede cuando algo en lo que creíamos tácitamente se demuestra como falso o inexacto.
Soñar con un baby shower, además de ser un refinamiento onírico bastante burdo, representa el entendimiento de estar listo para comenzar algo, ya sea un proyecto o una nueva relación.
Si soñamos con una Babysitter, lejos de un marco sensual, indica una fuerte falta de confianza para ocuparse de si mismo o de algún asunto que reclama una acción directa.
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