La psicología del Joker.
Seguimos recorriendo la vida e historia de los grandes Villanos, esta vez a través El Joker [Guasón en Latinoamérica y Comodín en España], un personaje que no necesita introducciones para saber de quién se trata.
Si bien nos veremos obligados a citar datos sobre la biografía del Joker, nuestra intención es establecer algunas observaciones acerca de su psicología, acaso el detalle que lo ha posicionado como uno de los grandes Villanos de la novela gráfica.
El Joker fue creado por Jerry Robinson, Bill Finger y Bob Kane. Orginialmente nació como un psicópata asesino sin ningún tipo de conciencia o anclaje moral; pero a causa de los límites establecidos tempranamente por la Comic Code Authorithy, la personalidad del Joker se suavizó hasta convertirse en un bufón de crueldad más bien absurda. Recién en las últimas décadas reapareció con su naturaleza original, es decir, como un asesino psicópata que no conoce la culpa.
Es el archienemigo de Batman y el responsable directo de varias tragedias en su vida personal, por ejemplo, la muerte de Jason Todd [ver: Psicología de Batman]. ¿Pero por qué el Guasón es como es? ¿Cuál es su origen? ¿Qué siniestros propósitos persigue? ¿Cuál es la razón de su apariencia payasesca? [ver: Antick Hey: el antiguo rito de los payasos]
Básicamente podemos pensar a el Joker como un payaso accidental [ver: Porqué nos asustan los payasos]. Posee todas las características del payaso, aunque su metamorfosis parece haber sido impuesta por algún tipo de accidente atroz. En la novela gráfica Batman, la broma macabra (Batman: The Killing Joke), de Alan Moore, se intenta explicar que el Joker solo existe en relación a Batman, que su esencia está ligada oscuramente a la de aquel, y que en definitiva busca «ajustarse» para encarnar el opuesto al superhéroe.
En el plano visible esta oposición puede verse en el carácter y la indumentaria de Batman; serio y de ropas negras; mientras que el Guasón utiliza todos los colores y manifiesta una personalidad extrovertida [ver: 5 modelos de doppelgängers]
El Joker nació en la década del '40, cuando Batman había alcanzado la notoriedad necesaria para encarnar su propia serie independiente. Según cuenta la leyenda, el ilustrador Jerry Robinson se acercó a los guionistas con el típico «arlequín de las barajas», llamado «Comodín» en español y Joker en inglés. Aquel diseño tenía algunas similitudes con el actor Conrad Veidt, que encarnó al protagonista de El hombre que ríe, película de 1928 basada en la novela de Victor Hugo: L´homme qui rit. Bill Finger y Bob Kane invirtieron las cualidades, inspirándose en una carta para crear a un personaje cuya carta de presentación es justamente el Comodín.
En Batman nº1, de 1940, el Joker apareció como un homicida maniático que debía morir a manos de un agente del departamento de policía de Ciudad Gótica. No obstante, el personaje resultó tan eficaz que se debieron practicar modificaciones de último momento para salvarlo. Desde entonces el Joker es el único personaje capaz de anticiparse a la lógica del héroe, a menudo confundiéndolo e incluso venciéndolo al predecir su forma de actuar. En cierta manera, el Guasón es psicológicamente superior a Batman, justamente porque no se halla sujeto a la ética y la moral de aquel, siendo perfectamente libre en su malevolencia.
Lamentablemente, por aquellos años entró en vigencia el Comics Code Authority, una serie de regulaciones que establecían parámetros para la violencia de las historias, y el Joker pasó de ser un maniático psicópata a un bromista egocéntrico. Recién en 1973 el Guasón reapareció en su naturaleza original, ya no como un bufón ridículo, sino como un genio del crimen cuyo único objetivo trastornar la fe de su archienemigo.
Existen varias explicaciones para el origen del Joker. En Batman: The Killing Joke, de 1988, se cuenta que era un trabajador de una planta de químicos llamado Jack Napier, que se une a la mafia para mantener a su esposa embarazada. Durante un asalto a la planta cae accidentalmente en un tanque de residuos tóxicos. Posteriormente emerge ya con la piel blanca, el pelo verde y una sonrisa inamovible. En otras versiones su esposa es asesinada para que el joven Jack acceda a participar del asalto.
En Batman e Hijo (Batman and Son, 2006) [sí, Batman tiene un hijo llamado Damian Wayne que además es nieto de Ra's al Ghoul] el Guasón recibe un disparo en el rostro, aunque no muere. En cambio, le deja las cicatrices que todos conocemos, profundizadas por una serie de cirugías plásticas efectuadas clandestinamente por un veterinario. En otras ediciones se explica que estas cirugías fueron en realidad practicadas por un científico llamado Dollmaker, quien le remueve la piel de la cara con propósitos iniciáticos.
Entre los crímenes más conocidos del Guasón se encuentra el asesinato de la esposa de James Gordon, jefe de policía de Ciudad Gótica, mientras ella cuidaba a un grupo de niños huérfanos [Tierra de nadie (No Man's Land, 1999)]; y el crimen de Nightwing [Robin].
Trazar un esbozo de la psicología del Guasón es un acto de arrojo, ya que él mismo se muestra confundido sobre su pasado. De hecho, una de sus máximas reza:
«Si voy a tener un pasado ¡Que sea de opción múltiple!»
[If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice!]
[If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice!]
Un hombre sin rostro y sin pasado puede ser una ecuación peligrosa. Si a eso le sumamos una tragedia personal, el resultado es tan inestable como la personalidad sádica del Joker. En este sentido, la ausencia de remordimiento es fundamental para sostener el equilibrio de la historia. Si Batman no tiene límites para su misericordia, el Guasón tampoco debe tenerlas en su crueldad.
Sin embargo, el Joker nunca busca matar realmente a Batman. Sus intentos son esporádicos y poco concluyentes. En ocasiones el propio Batman admite fantasear con matar al Guasón, pero éste en cambio manifiesta abiertamente sus intenciones de que el héroe continúe con vida. En definitiva, matar a Batman es una especie de suicidio por desplazamiento. Si el héroe no existe no hay razones para que exista el villano.
Siendo un asesino inimputable, esto es, alguien capaz de eludir la pena máxima, el Joker ha sido un huésped habitual del Asilo Arkham, una institución psiquiátrica que ha buscado desentrañar los misterios de su personalidad. En principio se sabe que sus métodos operan por desplazamiento, es decir, por una suerte de crueldad simpática. A pesar de que prefiere la tortura y los tormentos sobre el asesinato liso y llano, el Joker se vale de herramientas naturalmente buenas y nobles, en particular artilugios utilizados por magos y payasos para entretener a su audiencia. Como todo sádico aborrece las armas de fuego, pero en cambio aprecia las cualidades íntimas del cuchillo.
La clave psicológica para entender al Guasón se encuentra en su sonrisa grotesca e inamovible. De hecho, su sonrisa es también una herida, una cicatriz, un recordatorio defigurado de su tragedia. La versión más común acerca de este detalle explica que la sonrisa del Guasón no tiene nada que ver con su accidente, sino con una herida autoinflingida, llamada Sonrisa de Glasgow, un tipo de tortura bastante utilizada por la Santa Inquisición, que consistía en cortar la comisura de los labios en orden de «marcar» una sonrisa permanente.
Ahora bien, ¿por qué alguien querría sonreir eternamente? Tal vez para disimular un dolor igualmente desproporcionado.
La mejor explicación para su personalidad se halle en las palabras del único personaje a quien el Joker apreció realmente. Su nombre es Harleen Quinzel, llamada también Harley Quinn [deformación de la palabra arlequín], una colorida esquizofrénica y psiquiatra que se alineó con nuestro Villano en 1992, y que en cierta ocasión le explicó a Batman lo que ella veía detrás de esa sonrisa imperturbable.
«Todos veían al Joker riendo, pero siempre lo veía llorando.»
[Everyone else sees the Joker laugh; but I has ever seen him cry]
[Everyone else sees the Joker laugh; but I has ever seen him cry]
Universo Pulp. I Misterios.
El artículo: Estudio psicológico del Joker (el Guasón) fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
5 comentarios:
Como siempre, extremadamente interesante. En efecto, cada vez que veo un payaso siempre siento lástima, porque siento que, con tras el maquillaje y parafernalia, esconden una honda tristeza
Interesantísimo artículo! Casi tanto como el personaje en cuestión ;)
"En cambio, le deja las cicatrices que todos conocemos, profundizadas por una serie de cirugías plásticas efectuadas clandestinamente por un veterinario."
Leí esto y no pude dejar de pensar en uno de los payasos de "Balada de la Trompeta triste." Pasaba exactamente lo mismo con el antagonista de la historia y quedaba horriblemente desfigurado.
Wou es muy bueno, da mucha información y eso es fantástico :D gracias ahora se mas que antes.
El joker son 3 personas
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