Lovecraft analiza «Cumbres Borrascosas» de Emily Brontë.


Lovecraft analiza «Cumbres Borrascosas» de Emily Brontë.




En su ensayo: El horror sobrenatural en la literatura (Supernatural Horror in Literature) H.P. Lovecraft analiza distintos clásicos de la literatura gótica y el relato de terror, deteniéndose en aquellas que considera dignas de atención, ya sea a través de la crítica benévola o la ironía cruda.

Una de las novelas góticas que más lo impresionó fue Cumbres borrascosas (Wuthering Heighs) de la escritora inglesa Emily Brontë, sobre la que se apoya para dar cuenta de sus propias ideas sobre las ramifcaciones del horror.

Para H.P. Lovecraft, Cumbres Borrascosas no es en definitiva un ejemplo típico del horror gótico, sino una especie de exploración sobre las reacciones del hombre ante lo desconocido. En este sentido, Cumbres Borrascosas es un ícono de una transición literaria y el comienzo de una nueva forma de expresar el horror ante los vacíos e insensateses de las realidad.




Lovecraft analiza «Cumbres Borrascosas» de Emily Brontë.

[Extraido de El horror sobrenatural en la literatura, H.P. Lovecraft (1890-1937)]

Absolutamente única como novela y como literatura de terror es la famosa Cumbres borrascosas (Wuthering Heighs, 1847) de Emily Brontë, con sus demenciales paisajes de los páramos desolados de Yorkshire barridos por el viento y las vidas distorsionadas y violentas que lo habitan.

Aunque la historia trata principalmente sobre las pasiones humanas en conflicto y agonía, el titánico escenario cósmico que sirve de marco para la acción permite el surgimiento del horror en su forma más espiritual.

Heathcliff, el héroe-villano de esta novela, es un extraño niño abandonado que se expresa únicamente en un curioso galimatías, y que es rescatado de las calles por una familia a la que precipita en la ruina.

Más de una vez se sugiere que él es un espíritu diabólico y no un ser humano, y lo irreal adquiere perfiles insinuantes en la experiencia de un visitante que se estremece al escuchar el llanto de un niño fantasma en una ventana.

Entre Heathcliff y Catherine Earnshaw existe una relación mucho más honda y terrible que el amor humano. Después de la muerte de Catherine, Heahclff profana por dos veces su sepultura, y se ve acosado por una presencia impalpable que no puede ser otra cosa que el espíritu de la muerta, el cual invade cada vez más su existencia hasta que por fin el hombre percibe la cercanía de una mística unión.

Afirma darse cuenta de que está por producirse un extraño cambio y deja de alimentarse. Por las noches, se pasea por los alrededores de la casa o abre la ventana que esta junta a su lecho. Cuando muere, la ventana continúa abierta al viento y la lluvia, y una extraña sonrisa ilumina el rígido rostro. Es enterrado junto al túmulo que estuvo visitando durante dieciocho años, y los pequeños pastores del lugar aseguran que aún sigue paseando con su Catherine en el cementerio y en el páramo bajo la lluvia.

Sus rostros suelen aparecer también, durante las noches de tormenta, tras los ventanales de Cumbres borrascosas.

El terror espeluznante en la obra de Emily Brontë ya no es un simple eco gótico, sino la tensa expresión de la angustia del ser humano ante lo desconocido. En ese aspecto, Cumbres borrascosas se ha convertido en el símbolo de una transición literaria e inicia el crecimiento de una nueva y saludable tendencia.

H.P. Lovecraft (1890-1937)




H.P. Lovecraft. I Novelas de Emily Brontë.


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