Cuando el mar nos devolvió la mirada.


Cuando el mar nos devolvió la mirada.




En una playa, en una tarde cualquiera, en un mar que se repite a sí mismo desde hace incontables eones.

Una y otra vez volvía la mirada hacia el mar, hacia la espuma que rompe y burbujea sobre la arena húmeda, hacia los pájaros que revolotean aprovechando la confusión de los peces que se aventuran a la costa.

El resto de la gente, en cambio, parecía atender a sus propios asuntos: risas, juegos, siestas, lecturas atrasadas, improvisados partidos de fútbol o de voley, presagios funestos sobre el clima. Y el mar estaba ahi, como siempre, recapitulando ese lenguaje arcano que los hombres han olvidado.

Entonces advertí que todas esas distracciones tenían un propósito definido: permutar el hábito de observar por un sentido utilitario del tiempo. Un examen más minucioso me convenció. No era yo el único que miraba el mar. Todos, de tanto en tanto, arrancaban la vista de sus ocupaciones y extraviaban los ojos sobre las mareas, como si alguna hebra íntima todavía fuese capaz de traducir el mensaje.

Una sensación de inquietud y de terrible melancolía se fue condensando en mi mente hasta formar una idea.

Un hombre levantó la vista de su libro; otro, desde la sombra fresca de una carpa, miró de soslayo la rotura de las olas; una mujer, aparentemente entretenida en perseguir a sus hijos, volvió la mirada, apenas durante un segundo, hacia las burbujas efervescentes; incluso un vendedor ambulante, habituado al lenguaje arcano, cada tanto detenía su perorata para contemplar fugazmente el atronador rugido de las aguas.

Así, casi de casualidad, supe qué todos los seres humanos, en la fascinación o en el pavor, invariablemente, observamos el mar como si algo inexorable estuviese a punto de emerger de las olas.




Egosofía. I Filosofía del profesor Lugano.


El artículo: Cuando el mar nos devolvió la mirada fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

0 comentarios:



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

¿Por qué a las 03:00 AM?
Poema de Madison Cawein.
Relato de Walter de la Mare.

Poema de Elizabeth Bishop.
Relato de Mary E. Wilkins Freeman.
El libro de los vampiros.