4 mitos sobre H.P. Lovecraft


4 mitos sobre H.P. Lovecraft.




Existen innumerables rumores sobre la vida de H.P. Lovecraft, algunos de ellos son fantasías propias del mito y la leyenda, otras, en cambio, conservan algún jirón de verdad. A continuación estudiaremos los 4 mitos más extendidos sobre H.P. Lovecraft.



1- Lovecraft fue un ermitaño.

Mito muy extendido que señala que H.P. Lovecraft vivió prácticamente como un recluso en su casa de Providence, Rhode Island. No obstante, su epistolario señala lo contrario. Si bien fue un hombre poco inclinado a realizar viajes, pasó gran parte de su tiempo libre visitando amigos en el este de los Estados Unidos, incluso con mayor asiduidad de lo que podría pensarse, tal vez a causa de sus interminables sobresaltos financieros y falta de trabajo estable, hechos que le permitieron administrar su tiempo de un modo impensado para la mayoría.

Pocos saben de la pasión de H.P. Lovecraft por los diarios de viaje. De hecho, en su obra se encuentran jugosos escritos sobre las impresiones que fue recogiendo a lo largo de sus aventuras.

Entre ellas encontramos el texto más largo de su obra, incluida la novela El caso de Charles Dexter Ward (The Case of Charles Dexter Ward) y Una descripción de la ciudad de Quebeck, en Nueva Francia, añadida recientemente a los dominios de Su Majestad (A Description of the Town of Quebeck, in New France, Lately Added to His Britannick Majesty’s Dominions). Otros diarios de viaje son: Vermont: Una primera impresión (Vermont: a First Impresion), Observaciones sobre distintas partes de América (Observations on Several Parts of America), Viajes por las provincias de América (Travels in the Provinces of America, 1929), y Balance de una visita A Charleston (An Account of a Visit to Charleston).



2- Lovecraft era homosexual.

Su escaso éxito con las mujeres, y su profuso amistario con hombres gay, entre ellos, Samuel Loveman, Hart Crane y Robert H. Barlow, generaron el mito de que Lovecraft era homosexual. No obstante, su esposa, Sonia Greene, lo describió más bien como un hombre asexuado, con un interés por el sexo prácticamente nulo, aunque lo ubicó como un «amante adecuadamente excelente».

Si H.P. Lovecraft era o no hombre homosexual es algo que nunca sabremos. Lo que si podemos saber es su postura frente a la homosexualidad, la cual no lo señala como un hombre especialmente tolerante con la diversidad, como queda claro en una carta dirigida a Vernon Shea, fechada el 14 de agosto de 1933:


[«De hecho —aunque desde luego sé que la pederastia es una costumbre repugnante de la homosexualidad en muchas culturas antiguas— nunca he oído nada referido a la homosexualidad como un instinto después de los treinta… lo cual sobrepasa tu marca. Es posible, creo, que esta perversión ocurra con más frecuencia en algunas edades que en otras, debido a ciertas causas biológicas y psicológicas poco claras. Los años de decadencia –cuando la psicología no resuelve nada– parecen favorecerla. Desde luego, el hecho de que en épocas antiguas estuviera extendida la práctica de la pederastia (una costumbre que muchos aceptaban ciegamente, sin ninguna inclinación especial), no puede ser tomado actualmente como una medida del grado de perversión psicologica.»]


Para mayor contundencia citamos una carta a August Derleth fechada el 16 de febrero de ese mismo año, en la que comenta:


[«En lo que se refiere a la homosexualidad, la principal y primordial objeción contra ello es que es de naturaleza (física e involuntariamente, no simplemente moral o estéticamente) repugnante a una mayoría abrumadora de la humanidad.»]


Defender la sexualidad de H.P. Lovecraft es algo que no nos interesa. Sin embargo, queda claro que su opinión -pública- con respecto a la homosexualidad es contundente. No hay evidencias que apoyen su hipotética inclinación homosexual, así como ninguna que afirme su heterosexualidad [ver: En la cama de Lovecraft]



3- Lovecraft y la magia negra.

En su exordio a El Horror de Dunwich (The Dunwich Horror), pubicado póstumamente, Augusth Derleth comenta lo siguiente:


[«El esquema de los Mitos de Cthulhu es básico en la historia del hombre, pues representa la lucha primigenia entre el bien y el mal. En esto, se asemejan extraordinariamente al mito cristiano, sobre todo por lo que se refiere a la expusión de Satanás del Edén y a la encarnación eterna del mal en la figura de Satanás. Todas mis narraciones, aun cuando no guarden relación entre sí, se basan en la tradición o leyenda según la cual este mundo estuvo habitado en épocas anteriores por otra raza que, como consecuencia de las prácticas de magia negra, perdió su dominio y fue expulsada, pero vive en algún lugar del exterior dispuesta en todo momento a volver a adueñarse de la Tierra.»]


Curiosamente, este párrafo no es de H.P. Lovecraft, sino de Harold Farnese.

Tras la muerte de H.P. Lovecraft, August Derleth le preguntó a Farnese si éste podría facilitarle información sobre las cartas del flaco de Providence. Farnese accedió. Pero las cartas en donde este buen caballero «cita literalmente a Lovecraft», en realidad revelan una interpretación de sus palabras.



4- El Necronomicón es un libro real.

A pesar de la amplia bibliografía apócrifa, el Necronomicón es una invención de Lovecraft, genial y detallada, cuya función es darle credibilidad a las manifestaciones sobrenaturales y míticas que abundan en sus relatos.

Aún hoy el Necronomicón es considerado un libro real, a pesar de que su nombre no figura en ningún catálogo de la antigüedad, y su autor, el árabe loco Abdul Alhazred, sea en realidad, un juego de palabras para los demás miembros del círculo de Lovecraft.

No obstante, el Necronomicón sigue siendo requerido por sesudos y candorosos investigadores, quienes reclaman su existencia real más allá de la obra de H.P. Lovecraft, confirmando que en ocasiones una creación apócrifa sostiene una influencia infinitamente mayor y más extendida en el tiempo que un libro perfectamente convencional.




Relatos de H.P. Lovecraft. I Mitos de Cthulhu.


El artículo: 4 mitos sobre H.P. Lovecraft fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

2 comentarios:

Lin Fernández dijo...

Excelente desmistificacion de un mas que singular personaje,

Anónimo dijo...

Buen articulo, sobre el Necronomicon, una tal patricia pulling, que se presentaba a si misma como una experta en sectas ocultistas y que incluso asesoraba a la policia, perdio toda su credibilidad cuando presento como un indicativo de que una persona estaba eçinvolucrada en el ocultismo y satanismo, el ser un lector frecuente del Necronomicon.

La misma pulling dirigia un grupo que consideraba a Calabozos y Dragones como un juego satanista, el grupo se llamaba algo asi como "molestos con calabozos y dragones" BADD en ingles (en serio)



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Apertura [y cierre] de Hill House.

Los finales de Lovecraft.
Poema de Wallace Stevens.
Relato de Algernon Blackwood.