La leyenda de Samara: novela que inspiró la película "La Llamada"

La leyenda de Samara y la novela que inspiró la película "La llamada".


El aro (Ringu) es una novela de terror del escritor japonés Koji Suzuki, publicada en 1991.

La novela sirvió de inspiración para varias películas de terror, entre ellas, una versión japonesa, titulada Ringu (cuya traducción aproximada sería "aro" o "anillo"), una coreana, llamada Hangul, algo así como: "virus del anillo"; y finalmente una adaptación norteamericana: The Ring, conocida en español como La llamada o El aro.

Existen algunas diferencias notables entre la novela y sus adaptaciones cinematográficas. Por ejemplo, en la novela de Koji Suzuki no encontramos a ninguna Samara Morgan, sino a su inspiración, Sadako Yamamura.

La vida y tragedia de Sadako (Samara) solo se revela al final de las películas, y muy brevemente. En todas las versiones se trata de una mujer joven vestida de blanco, cuyo rostro aparece oculto bajo un largo cabello oscuro. Su modus operandi, atacar a través de una rara maldición que cae sobre los incautos que miran un video, resulta poco convincente en las adaptaciones, mientras que en la novela original aquello es explicado minuciosa y originalmente.

Repasemos brevemente su historia.

Sadako (Samara) es hija de Shizuko Yamamura y el doctor Heihachiro Ikuma, quien descubre tempranamente que su hija posee raras habilidades sobrenaturales, y la obliga a realizar manifestaciones públicas de sus poderes psíquicos. La joven fracasa, en parte, debido a las fuertes migrañas que se producen como consecuencia del esfuerzo mental, y la prensa la descarta como otro fraude con supuestos poderes sobrenaturales. Su madre cae en una profunda depresión y se suicida arrojándose desde la cima del volcán Oshima.

El personaje de Sadako (Samara) está inspirado en una mujer real, la psíquica Sadako Takahashi, practicante de un fenómeno paranormal conocido como Nensha, es decir, la psicofotografía, o proyección de imágenes sobre distintos materiales, e incluso sobre la mente de otras personas.

Al cumplir diecinueve años de edad, Sadako (Samara) se une a un grupo actoral y se enamora de un operador de sonido, llamado Hiroshi Toyama. El muchacho la acepta a pesar de sus extraños raptos de delirio y volátiles cambios de humor. Durante una grabación, los equipos de sonido captan lo que Sadako (Samara) oye desde pequeña con total claridad. Las voces maldicen a todos los imprudentes que han prestado oídos al mensaje.

La maldición se cumple y todos los integrantes del grupo mueren, excepto Sadako (Samara), a quien las Voces culpan de una especie de traición. A partir de entonces, todo se derrumba en la vida de la muchacha. En un episodio confuso, mientras su padre está internado, Sadako (Samara) es asaltada sexualmente por un médico llamado Nagao Jotaro. Allí descubrimos que la muchacha es, en realidad, un hermafrodita.

La chica es golpeada brutalmente por Jotaro y arrojada a un pozo, presumiblemente con vida. Luego se nos informará que Sadako (Samara) pasó casi treinta años viviendo en la oscuridad.

Ahora bien, Sadako (Samara) encarna una combinación de figuras muy conocidas (y temidas) de la mitología japonesa. Por un lado es un Yūrei, una especie de fantasma atado al mundo físico debido a un fuerte trauma, casi siempre, a causa de una muerte violenta; y por el otro un Onryō, una criatura espiritual movilizada por un fuerte deseo de venganza.

Esto explica el aspecto tétrico de Sadako (Samara). Los Yūrei visten siempre de blanco, el color (o ausencia de color) con el que los japoneses visten tradicionalmente a sus muertos. El cabello largo y negro cubriéndole el rostro procede del teatro, la única actividad del mundo formal que aquella pobre muchacha realmente disfrutaba. Ese estilo siniestro pertenece al teatro Kabuki, que también recuerda otra tradición nipona. En la antigüedad, sin que tengamos que retroceder mucho, las mujeres del Japón llevaban el cabello siempre atado, salvo durante los entierros, momento en el que soltaban sus largas cabelleras para cubrirse el rostro.

Esta es la razón por la cual Sadako (Samara) parece repetirse en numerosas películas orientales de terror. No es ella realmente la que se repite, sino el mito que la sostiene.

En la serie de películas de La llamada sabemos que los videos matan a causa de una maldición, pero nunca cómo. Sadako (Samara) siempre aparece emergiendo desde una superficie brillante, a menudo desde la pantalla del propio televisor donde la víctima ha visto el video. Los rostros de aquellos son encontrados con una mueca espantosa, acaso para insinuar que han muerto en medio del horror más absoluto.

¿Por qué la muerte se produce luego de siete días de haber visto el video? Porque ese es el tiempo que le toma al Virus que Sadako (Samara) "imprime psíquicamente" sobre los que han visto el videotape.



Más novelas de terror. I Novelas de fantasmas.


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4 comentarios:

Moises VL dijo...

Excelente explicación del origen uno de los filmes que más me han gustado, buscaré la novela, creo que me encontré con una muy grata sorpresa.

Unknown dijo...

wow que interesante articulo...! me gustó mucho...

Unknown dijo...

Gracias por la información. Ha sido muy instructiva.

Morgan MacNeil dijo...

Muy buen post. Hay cosas que yo las sabía distintas porque sólo vi las películas y ni siquiera las japonesas llegan a ser tan fieles a la novela. Sadako y Carrie siempre fueron mis personajes favoritos.

ByE!



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