Una sombra se sienta en el borde de mi cama


Una sombra se sienta en el borde de mi cama.




Resumimos una nueva experiencia que ha llegado al Consultorio Paranormal de El Espejo Gótico. Después, algunas conclusiones.


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Recientemente me mudé con dos amigas. En los últimos dos o tres meses experimenté algunas cosas inexplicables en mi habitación. No diría que estuve realmente asustada durante estas experiencias. Todas han sucedido bastante tarde en la noche. Aquí van:

Soy una chica con el pelo bastante largo (sé que esto probablemente no parezca relevante, pero me ayudará a explicar por qué creo que alguien, o algo, estaba en la habitación conmigo). Una noche, bastante tarde, justo cuando empezaba a dormirme, algo me tocó el cabello, lo suficiente como para volver a estar completamente despierta.

Se sintió como una caricia, muy delicada, que me recorrió desde el cuero cabelludo hacia abajo. De hecho, puedo jurar que sentí un dedo, como si me acomodara el pelo detrás de la oreja derecha.

Tuve una leve sensación de inquietud, pero estaba muy cansada, de modo que volví a colocarme en una posición cómoda. Cuando estaba por quedarme dormida, sucedió nuevamente. Esta vez fue un poco menos gentil. Fue una sensación similar a pasar ligeramente los dedos por la parte superior de tu cabello para quitártelo de los ojos.

Una vez más, me desperté, pero no me sentía asustada o insegura, solo inquieta. Que yo sepa, la experiencia no volvió a repetirse (ver: ¡Algo sacude la cama!).

Otra noche, en una circunstancia muy similar, acababa de apagar el televisor y de configurar la alarma de mi celular. Me tapé y me puse de costado. A mis espaldas, experimenté la sensación de que alguien estaba sentado en el borde de mi cama. Nuevamente, no me sentí insegura, pero esta vez sí un poco asustada. Decidí mirar por encima de mi hombro y, claro, no había nada.

Esto que narro a continuación sucedió anoche, y aunque no me sentí horrorizada, definitivamente es el evento que me hizo sentir más incómoda:

Me desperté en algún momento durante la noche con un golpeteo. Sonaba parecido al golpeteo de uñas esmaltadas enviando un mensaje en el celular, ya saben, el sonido de la uña golpeando la pantalla. Por alguna razón, sabía que no quería abrir los ojos, pero lo hice de todos modos.

Vi lo que creo que era un hombre, aunque se veía como una sombra sentada al borde de la cama. Una mano estaba a su lado y la otra solo tocaba mi teléfono con un dedo, sobre la mesa de luz. Rápidamente cerré los ojos y, cuando los abrí, se había ido. El golpeteo todavía continuó durante algunos segundos.

Me gustaría leer qué tienen para decir los especialistas de El Espejo Gótico sobre mi caso. ¡Gracias!

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Las experiencias con Gente Sombra poseen algunos detalles interesantes en común. La mayoría de los reportes hablan de presencias, de sombras, que simplemente observan al sujeto mientras está en la cama. Puede existir algún tipo de sensación de parálisis, que algunos asocian a la parálisis del sueño, pero muy pocos casos en los que se reporte un ataque de parte de estas entidades.

De hecho, la observación parece ser la característica principal de los encuentros con Gente Sombra, como si de algún modo nos estuviesen estudiando.

Ahora bien, dentro de las experiencias más comunes con estos seres se encuentra la de observarlos mientras ellos mismos nos observan, a veces de pie, dentro del dormitorio, o bien sentados en la cama, como parece ser el caso de hoy.

El fenómeno de la Gente Sombra es demasiado amplio, y va desde experiencias con misteriosas apariciones de sombras que acechan justo desde la periferia de nuestra mirada, por razones totalmente desconocidas, a menudo solo observándonos, a otras en donde existen diferentes tipos de interacción. Las descripciones también varían, pero generalmente se habla de figuras muy altas, delgadas, como sombras humanoides de aspecto masculino y rasgos faciales indistintos.

En ciertos casos, parecen tener cierta densidad, otras, en cambio, se manifiestan como entidades bidimensionales, es decir, planas como sombras. No es infrecuente que los testigos describan a la Gente Sombra usando a veces capas gruesas, túnicas, capuchas, trajes, y sombreros de ala ancha. Los rasgos faciales, decíamos, son irreconocibles, pero algunos mencionan la inquietante presencia de ojos brillantes y rojos.

Esta amplitud de detalles es menos frondosa que las características de un encuentro promedio con la Gente Sombra. En general, solo se los vislumbra fugazmente, a menudo por el rabillo del ojo, pareciendo desvanecerse o directamente desaparecer cuando se los observa de frente, aunque también existen reportes de encuentros con siluetas de hombres oscuros que se disuelven en masas amorfas que cambian ante los ojos del testigo.

Es decir que la Gente Sombra se percibe más comúnmente como si nos estuvieran observando, e incluso estudiando con sumo detalle. Rara vez interactúan con las personas o el mundo que las rodea, y aunque no parecen tener ningún efecto negativo, al menos no directamente, casi todos describen que que estas entidades poseen un aire siniestro, como si emanaran una sensación de inquietud y temor. El caso de nuestra amiga, y su extraño visitante sentado al borde de la cama, posee todos los elementos típicos del fenómeno.

Otra característica interesante sobre estos encuentros con Gente Sombra es el hecho de que estas entidades suelen desvanecerse, o huir, cuando se las detecta. Una minoría, realmente, relata encuentros más intensos, más aterradores, con entidades que, como en este caso, se ciernen sobre la persona dormida en la cama, que generalmente despierta sobresaltada para ver esa figura de aspecto demoníaco, de pie, o a veces sentada en la cama, solo para encontrarse paralizados o retenidos por alguna fuerza desconocida.

Todo parece indicar que la sensación de parálisis ante la Gente Sombra ocurre únicamente en aquellos casos en los que el sujeto estudiado por estas entidades, es decir, nosotros, no se comporte como ellas esperan. No todas las personas reaccionan del mismo modo ante una posible amenaza. Unas pueden quedarse totalmente inmóviles, y otras comenzar a gritar o a salir disparadas de allí. Ahora bien, la sensación de parálisis en los contactos con Gente Sombra siempre ocurren en personas al borde del pánico, lo cual resulta significativo.

Aquellos que reaccionan de una forma más calmada, más controlada, aunque sin dudas con algún grado de inquietud, simplemente ven a la Gente Sombra pero no sienten que no puedan moverse; es decir, no se sienten paralizadas. Hay reportes de personas que aseguran haber visto a una verdadera procesión de estas entidades simplemente caminando por la habitación, como si pasaran por allí, sin siquiera prestarle al sujeto la más mínima atención.

En el caso de nuestra amiga, la sensación de inquietud está claramente presente, por otro lado, algo comprensible de acuerdo a las circunstancias, pero en ningún momento aclara haber sentido verdadero horror, con lo cual la entidad no necesitó inmovilizarla para completar su examen.

Aunque parezca extraño, muchas personas reportan haber visto Gente Sombra totalmente ensimismada tocando sus teléfonos celulares, y otros dispositivos electrónicos, sin prestarle ninguna atención a otra cosa. Cuál es el motivo de este interés es algo que está más allá de una especulación razonable de nuestra parte.

Los encuentros con Gente Sombra, por otro lado, no parecen ocurrir de forma aleatoria, ni imprevista. La mayoría de los testigos sostienen que, en los días previos al encuentro, experimentaron la sensación de estar siendo observados mientras estaban en acostados en la cama, y en ciertos casos experimentando también una sensación de negatividad, de frialdad, que parece emanar del entorno.

Esta parece ser la primera fase antes de la aparición propiamente dicha.

Nuestra amiga también describe la sensación de haber sido tocada, o acariciada, por algo que no logró descifrar qué era exactamente. Esto podría tener otros ingredientes además de los que normalmente se registran en esta clase de experiencias (ver: Cuando algo invisible te toca).

Existen muchas teorías diferentes sobre el fenómeno de la Gente Sombra. Algunos sostienen que podría tratarse de Fantasmas, de seres interdimensionales, e incluso de viajeros del tiempo. Hasta hay quien afirma que el portal interdimensional que le permite a la Gente Sombra acceder a nuestro plano fue abierto por una obra de ficción (ver: Gente Sombra, el Horla, y el portal interdimensional de Maupassant).

Ninguna de estas posibilidades es concluyente. De hecho, el único rasgo concreto que podemos mencionar es la enorme coincidencia de datos acerca del comportamiento de la Gente Sombra proporcionada por testigos. El resto, como en tantas otras áreas de lo paranormal, chapotea en el resbaladizo terreno de la especulación.

También hay que decir que no hay una explicación que pueda refutar de manera innegable uno de los fenómenos más extraños de nuestro tiempo, precisamente por tratarse de experiencias fugaces, generalmente en el ámbito de lo privado. Todo lo que podemos hacer en este punto es documentar esas experiencias personales y tratar, en la medida de lo posible, de reconstruirlas, como en el caso de nuestra amiga, quien amablemente nos ha compartido la suya.




Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.


Más literatura gótica:
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