«Muerte, a los muertos para siempre»: R.L. Stevenson; poema y análisis


«Muerte, a los muertos para siempre»: R.L. Stevenson; poema y análisis.




Muerte, a los muertos para siempre (Death, to the Dead for Evermore) es un poema victoriano del escritor escocés Robert Louis Stevenson (1850-1894), publicado de manera póstuma en la antología de 1916: Nuevos poemas (New Poems).

Muerte, a los muertos para siempre, uno de los grandes poemas de Robert Louis Stevenson, desarrolla una mirada muy interesante sobre la muerte. Lejos de aparecer como una entidad siniestra, una segadora de la vida, la Muerte es retratada aquí como una amiga que sale a recibirnos cuando nuestro espíritu por fin se libera de su prisión.

Si bien esta concepción no es novedosa en la poesía, sobre todo en la poesía del romanticismo, es importante considerar la delicada condición física de Robert Louis Stevenson, aquejado por constantes malestares desde la infancia, de modo tal que, para él, la muerte se revelaba más como una amiga dispuesta a liberarlo de su sufrimiento que como una inoportuna visita, una interrupción, en lo mejor de la fiesta.




Muerte, a los muertos para siempre.
Death, to the Dead for Evermore, Robert Louis Stevenson (1850-1894)

Muerte, a los muertos para siempre,
un Rey, un Dios, el último, el mejor de los amigos.
Cuando este viaje mortal termina,
la Muerte, como una anfitriona, viene sonriendo a la puerta;
y sonriendo nos saluda, en esa tranquila costa
donde ni el pájaro ni el amanecer
perturban el sueño eterno,
en cuya retraída quietud descansamos eternamente.

Desde las ventanas abiertas miramos
a la estrella nocturna asediada
por el rocío, constantemente mojada;
porque en esta estridente vida los espíritus son iguales.
¡Y he aquí!, como una ciudad dormida la muerte se extiende,
sobrevuela donde respiran los durmientes;
después de las guerras, los triunfos, las trompetas,
las lágrimas y el clamor de las pasiones,
aparece la Muerte, y debemos irnos con ella.

Pronto los ojos se cansan de la luz del sol;
pronto los oídos se fatigan, pues todo se ha dicho;
pronto, atormentada por esperanzas y temores,
la cabeza, llena de piedad e inquietud,
agotada de todas las cosas, fatigada de los años;
de nuestros espíritus tristes que añoran a los muertos;
se vuelve hacia el niño cansado, el cuerpo, que anhela el descanso.


Death, to the dead for evermore
A King, a God, the last, the best of friends —
Whene’er this mortal journey ends
Death, like a host, comes smiling to the door;
Smiling, he greets us, on that tranquil shore
Where neither piping bird nor peeping dawn
Disturbs the eternal sleep,
But in the stillness far withdrawn
Our dreamless rest for evermore we keep.

For as from open windows forth we peep
Upon the night-time star beset
And with dews for ever wet;
So from this garish life the spirit peers;
And lo! as a sleeping city death outspread,
Where breathe the sleepers evenly; and lo!
After the loud wars, triumphs, trumpets, tears
And clamour of man’s passion, Death appears,
And we must rise and go.

Soon are eyes tired with sunshine; soon the ears
Weary of utterance, seeing all is said;
Soon, racked by hopes and fears,
The all-pondering, all-contriving head,
Weary with all things, wearies of the years;
And our sad spirits turn toward the dead;
And the tired child, the body, longs for bed.


R.L. Stevenson
(1850-1894)




Poemas góticos. I Poemas de Robert L. Stevenson.


Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Robert Louis Stevenson: Muerte, a los muertos para siempre (Death, to the Dead for Evermore), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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