La primera noche al Este del Edén.
Comieron juntos en un recinto en penumbras, tal vez una cueva o una grieta sobre la falda de las montañas. La luna se filtraba entre las hojas. Afuera, quizás, llovía.
—Te doy mi Vida —susurró el hombre.
Se oyó un suspiro ausente de nostalgia y luego la voz de una mujer:
—Te doy mi Alma.
La mujer se vistió de oscuridad. Se fue sin besos, sin despedidas, sin promesas
Solo, atormentado por un insistente perfume a manzanas y cierta tibieza melancólica que se demoraba entre las piedras, el hombre supo que ella no regresaría esa noche, pero que volvería inexorablemente con otro cuerpo, con otro rostro, como un recuerdo o un sueño recurrente; tal vez porque la vida es apenas un día y el alma, aseguran los profetas, es eterna.
Egosofía. I El lado oscuro del amor.
El artículo: La primera noche al Este del Edén fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
4 comentarios:
Disculpa la ignorancia pero ¿es eso un fragmento de algún libro?
Disculpa me podrías decir si ¿es eso un fragmento de algún libro?
Gracias...
Ninguna ignorancia que disculpar, George. Afortunadamente no, no pertenece a ningún libro. Se trata de un sencillo delirio cotidiano que realizamos por aqui. Saludos!
exelente
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