Melion: un licántropo en la corte del rey Arturo.
¿Hombres lobo en el Ciclo artúrico?
Existe, de hecho, apenas uno; cuya historia posee un valor inestimable.
El nombre de este licántropo casi olvidado es Melion. Apareció por primera vez en una balada bretona fechada en 1190. La única copia existente, fechada en 1268, se conserva en la Bibliothèque de l'Arsenal en París.
Melion relata la trágica historia de un caballero convertido en licántropo por amor a su esposa, quien finalmente termina traicionándolo.
Melion era uno de los caballeros de la Mesa Redonda, es decir, un caballero al servicio del rey Arturo. Siendo joven, brioso e inexperto, Melion juró que jamás se casará con una mujer que haya amado a otro hombre. En una corte como la del rey Arturo, donde el amor y el romance estaban a la orden del día, forzó al pobre Melion a una soledad cada vez más opresiva.
Cierto día, durante una cacería por los bosques de Camelot, Melion conoció a una muchacha, que resulta ser la hija del rey de Irlanda. Ella le confesó que jamás había amado a ningún hombre, lo cual precipitó a Melion a pedir su mano en matrimonio. Pronto se casaron y tuvieron dos hijos.
Tres años después, Melion, su esposa y un sirviente, recorrieron los mismos bosques. El caballero adviertió la presencia de un hermoso ciervo oculto entre los árboles. Su esposa, caprichosa e infantil, le pidió que lo atrape para ella. Pero el ciervo era hábil, rápido y astuto; y eludió una y otra vez los intentos del caballero.
Cansados de fracasar una y otra vez, la muchacha propuso utilizar la magia para atrapar al ciervo. Tocó a a Melion en la cabeza con un anillo mágico, capaz de convertir en lobo incluso al más pacífico de los hombres.
Melion, transformado en un furioso lobo, se lanzó en una persecusión salvaje del ciervo. Su esposa, mientras tanto, huyó con el sirviente hacia Irlanda.
Cuando regresó descubrió que su esposa lo había abandonado. Sin el poder del anillo fue incapaz de recuperar su forma humana. Vestido de lobo se lanzó en una jornada épica hacia Irlanda, siendo perseguido por cazadores y aventureros de toda índole.
Encendido por el fuego abrasador de la ira, Melion descubrió que otros lobos se sumaron durante el viaje. La manda de licántropos marchó día y noche por los bosques, incansables; arrasando todo a su paso. Finalmente llegó a Irlanda, justo el mismo día en que el rey Arturo desembarcó en sus costas.
Melion irrumpió en la corte, todavía convertido en lobo, manifestando los modales de un perfecto caballero; hasta que divisó entre la multitud el rostro de aquel sirviente que huyó con su esposa.
En ese momento, Melion atacó como un lobo salvaje, imparable, abriendo y cerrando las fauces como si quisiera devorar la luna entera. Solo la fuerza de varios hombres lograron sujetarlo. El rey Arturo, que algo sospechaba sobre la naturaleza del licántropo, decidió investigar el asunto.
Utilizando la lógica, el rey Arturo consiguió que el sirviente confiese sus amores clandestinos con la esposa de Melion. Con palabras fuertes se le ordenó a la muchacha que devuelva a Melion a su forma humana. Entre amargos llantos, temiendo ser convertida ella misma en licántropo, la muchacha utilizó el anillo mágico. Pero entonces ocurrió algo extraño, algo que nadie había siquiera imaginado.
Melion retornó a su forma original, pero tras el velo de sus ojos claros, apacibles, llenos de ternura, se vislumbraba el brillo opaco del lobo que aguarda cualquier excusa para manifestarse.
Poco se sabe sobre el futuro de Melion. Algunos dicen que retornó a Camelot con el rey Arturo. Otros, en cambio, calculan que abandonó las costumbres humanas cuando entendió que los anillos mágicos no existen, y que basta un corazón apasionado para despertar al lobo que se disfraza de hombre.
Leyendas de hombres lobo. I Razas y clanes de hombres lobo.
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2 comentarios:
buena historia
Genial historia
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