Modern Romances: el pulp del romance.


Modern Romances: el pulp del romance.




El relato pulp se divide en incalculables subgéneros. Algunos de ellos todavía sobreviven, aunque la mayoría ha quedado sepultado bajo un juicioso olvido.

Tal es el caso de los relatos publicados en una revista de los años 30' llamada Romances modernos (Modern Romances), enfocada a un público femenino sediento de apasionadas historias de amor.

Si bien a esta altura no resulta extraño el absurdo paradigma de que las mujeres adoran las historias de amor, Modern Romances le dio una vuelta de tuerca al subgénero, tal vez a causa de una competencia excesiva en el mercado, o quizás debido a la astucia de sus editores. Lo cierto es que Modern Romances no prometía únicamente historias de amor, sino historias reales de amor.

Con los primeros años de la revista, que comenzó allá por 1931, Modern Romances fue subiendo la apuesta, y sus historias de amor pasaron de meras anécdotas de un romance aséptico a verdaderos relatos de pasión y escandalosa autonomía femenina.

Este cambio, que produjo un impacto de ventas notable para el nicho, no se produjo de un día para el otro, sino de forma sucesiva. Los editores de Modern Romances advirtieron que los volúmenes que mejor se vendían eran aquellos que anunciaban «historias reales», de modo que sus escritores, en su mayoría mujeres, comenzaron a elaborar sus cuentos bajo la premisa de una historia auténtica contada en primera persona.

Los títulos de estos relatos evidenciaban un contenido catártico, dejando de lado el estereotipo de la mujer como un ente pasivo en las relaciones amorosas. En otras palabras, las mujeres comenzaron a hacerse cargo de sus aventuras clandestinas.

Modern Romances apostó tan fuerte a este estilo de narración que muy pronto se vio superada por las exigencias de sus lectoras, de modo que les ofrecieron títulos más y más extravagantes y alusivos, como Mentiras blancas, la asombrosa verdad sobre la vida de una chica (White Lies, the Staggering Truth About One Girl's Life); Impulsada por la pasión (Passion Driven); Cicatriz del pecado (Sin-Scarred); Maniática sexual; así me llama mi madre (Sex Crazed, That's What My Own Mother Called Me); Demasiado joven para ser fiel (Too Young to Be Faithful); Tras la puerta del doctor (Behind Doctor's Door); y muchos ejemplos más.

La muerte prematura de Modern Romances fue curiosamente diagnosticada de forma tardía. Las «historias reales de amor» se volvieron tan ridículamente imposibles que aún sus lectoras más fieles se volcaron hacia otro tipo de publicaciones menos proclives a disfrazar la ficción y ofrecerla como lo que realmente es: un raro mecanismo por el cual somos capaces de admitir las verdades más insólitas y suprimir cualquier atisbo de incredulidad siempre que el acuerdo entre el escritor y el lector no sea roto bajo pretextos comerciales.




Universo pulp. I Las reinas del relato pulp.


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