«El náufrago»: William Cowper; poema y análisis.


«El náufrago»: William Cowper; poema y análisis.




El náufrago (The Castaway) es un poema romántico del escritor inglés William Cowper, escrito en 1797.

Tras la muerte de su mejor amiga, Mary Unwin, en 1796, William Cowper quedó inmerso en una profunda depresión. En este contexto escribió El náufrago, rendido ante su propia inestabilidad emocional y convencido de que su vida estaba condenada por insensatos demiurgos.

Una aclaración. El náufrago está basado en una expedición inglesa. El «Anson» del poema de William Cowper es, nada menos, que Lord George Anson, marino célebre por haber circunvalado el globo.




El náufrago.
The Castaway, William Cowper (1731-1800)

La noche más oscura envolvió el cielo,
Las olas Atlánticas rugieron,
Cuando un desgraciado como yo,
Fue arrojado precipitadamente por la borda,
De amigos, de esperanza, de todo privado,
Dejando su hogar flotante para siempre.

De ningún jefe más valiente podría jactarse Albión
Que aquel con quien fué,
Ni otro barco dejó la costa de Albión,
Con deseos más cálidos.
Él amó a los dos, pero a los dos en vano,
Ni él ni ella fueron vistos otra vez.

No yació mucho tiempo bajo la marea salitre,
Experto como era para nadar;
Ni pronto sintió que sus fuerzas menguaban,
O que el coraje se desvanecía;
Arremetió contra la muerte una lucha interminable,
Estimulado por una desesperación de vida.

Y gritó: sus amigos no habían errado
Al comprobar el curso de la embarcación,
Pero entonces la ráfaga furiosa prevaleció,
Por eso, una necesidad despiadada,
Olvidaron a su compañero perdido,
Deslizándose rígido contra el viento.

Algún socorro podían permitirse;
Tal como tormentas permiten,
El barril, el gancho, la cuerda puesta a flote,
Con retraso pero sin ceder.
Aunque él (ellos lo sabían), ni barco, ni orilla,
No importa cuántas sogas, volvería a ver.

Así, cruel como parece, podía él
Acelerar su propia condena,
Consciente que volar, en un mar como aquel,
Era lo único que podía salvarlo;
Pero más amargo era sentirse abandonado,
Con sus amigos tan cerca.

Durante mucho sobrevivió, eso es una hora
En el océano, aislado;
Y por largo tiempo, con incansable poder,
Fue rechazando su destino;
Alguna vez, cuando los minutos volaron,
Ensayó una súplica, un adiós.

Por fin, el pasado reciente volvió,
Sus camaradas, quienes antes
Habían oído su voz en cada ráfaga,
Ningún sonido podían apreciar.
Por entonces, abatido por el duro trabajo,
Bebió de la ola sofocante y se hundió.

Ningún poeta lloró él:
Pero una página sincera
Señala su nombre, su valor, su edad,
Húmeda por la lágrima de Anson.
Y lamentos de bardos o héroes
Que inmortalizan a los muertos.

Por lo tanto no es mi intención, o sueño,
Cantar sobre su destino,
Dar a esa textura de melancolía
Una fecha más duradera:
Pero la miseria todavía goza al trazar
Su semejanza en el destino de otros.

Ninguna voz divina alivió la tormenta,
Ningún haz propicio brilló en el cielo;
Cuando, arrebatados de toda ayuda,
Perecemos, cada uno en soledad:
Yo bajo un mar más áspero,
Soportando golfos aún más profundos.


Obscurest night involv'd the sky,
Th' Atlantic billows roar'd,
When such a destin'd wretch as I,
Wash'd headlong from on board,
Of friends, of hope, of all bereft,
His floating home for ever left.

No braver chief could Albion boast
Than he with whom he went,
Nor ever ship left Albion's coast,
With warmer wishes sent.
He lov'd them both, but both in vain,
Nor him beheld, nor her again.

Not long beneath the whelming brine,
Expert to swim, he lay;
Nor soon he felt his strength decline,
Or courage die away;
But wag'd with death a lasting strife,
Supported by despair of life.

He shouted: nor his friends had fail'd
To check the vessel's course,
But so the furious blast prevail'd,
That, pitiless perforce,
They left their outcast mate behind,
And scudded still before the wind.

Some succour yet they could afford;
And, such as storms allow,
The cask, the coop, the floated cord,
Delay'd not to bestow.
But he (they knew) nor ship, nor shore,
Whate'er they gave, should visit more.

Nor, cruel as it seem'd, could he
Their haste himself condemn,
Aware that flight, in such a sea,
Alone could rescue them;
Yet bitter felt it still to die
Deserted, and his friends so nigh.

He long survives, who lives an hour
In ocean, self-upheld;
And so long he, with unspent pow'r,
His destiny repell'd;
And ever, as the minutes flew,
Entreated help, or cried—Adieu!

At length, his transient respite past,
His comrades, who before
Had heard his voice in ev'ry blast,
Could catch the sound no more.
For then, by toil subdued, he drank
The stifling wave, and then he sank.

No poet wept him: but the page
Of narrative sincere;
That tells his name, his worth, his age,
Is wet with Anson's tear.
And tears by bards or heroes shed
Alike immortalize the dead.

I therefore purpose not, or dream,
Descanting on his fate,
To give the melancholy theme
A more enduring date:
But misery still delights to trace
Its semblance in another's case.

No voice divine the storm allay'd,
No light propitious shone;
When, snatch'd from all effectual aid,
We perish'd, each alone:
But I beneath a rougher sea,
And whelm'd in deeper gulfs than he.


William Cowper (1731-1800)




Poemas de William Cowper. I Poemas góticos.


El análisis, resumen y traducción al español del poema de William Cowper: El náufrago (The Castaway) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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