La diferencia entre vivir y eso que hacemos todos los días


La diferencia entre vivir y eso que hacemos todos los días.




—Obsérvelo, profesor Lugano. ¿No le parece patético?

Un muchacho de aspecto descuidado dibujaba en una mesa adyacente a la nuestra. Parecía absorbido por su creación.

—¿Patético?

—Está allí desde hace horas —dijo alguien.

—Días —añadió un mozo en tono confidencial.

—¿No tiene trabajo?

—¿Alguna ocupación?

—¿O estudios pendientes?

El muchacho de aspecto descuidado continuó dibujando, indiferente a las especulaciones que se hacían en torno a nuestra mesa.

—¿No tendrá algo más útil para hacer?

—¿Útil? —preguntó por fin Lugano.

—Sí. Útil. Algo que sea útil a la sociedad, como trabajar, estudiar; en fin, usted me entiende, profesor: vivir.

El muchacho de aspecto descuidado levantó la mirada por un instante, como tratando de recuperar en su mente una imagen fugitiva antes de llevarla al papel.

—Y la vida, según usted, consiste en convertirse en un engranaje utilitario.

—En cierta forma, sí. ¿De qué otro modo podemos alcanzar nuestras ambiciones?

—Entre ese muchacho de aspecto descuidado y nosotros hay una diferencia fundamental. En su mundo, carente de lo que usted considera vital e imprescindible, él vive, mientras que nosotros, en el nuestro, apenas existimos.




La filosofía del profesor Lugano. I Egosofía.


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3 comentarios:

エリザベス Eri-chan dijo...

Excelente.

Anónimo dijo...

Perdonad la ignorancia, pero no lo entendí, ¿alguien me explica, por favor?

Emilio dijo...

"-Y la vida, según usted, consiste en convertirse en un engranaje utilitario."



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