Hamartia: el arte de hacer posible lo imposible.


Hamartia: el arte de hacer posible lo imposible.




¿Qué sucede cuándo lo único que nos resta hacer es jimposible?

Supongamos que somos... mejor dicho, que tú eres un héroe, o una heroína, si el género o la elección personal lo amerita, y que estás obligado a hacer lo correcto en una situación en la que lo correcto sencillamente no puede hacerse. Esta situación de resolución cuestionable fue estudiada minuciosamente por Aristóteles. En su Poética, el filósofo razona acerca del concepto de Hamartía (άμαρτία), que podríamos traducir como «error trágico», aunque literalmente significa «errar al blanco» [del verbo hamartanein] es decir, un defecto o deficiencia nétamente humanas que nos impiden resolver algunos asuntos que requieren de nosotros una perfección moral y ética absoluta.

La Hamartía es un «nudo» en el que incurren muchos héroes del mito, y muchos hombres que se juzgan míticos aunque de hecho sean miserables. Podemos pensarlo como el error fatal que se comete cuando se intenta hacer lo correcto en una sucesión de eventos en la que lo correcto no existe, o bien no puede hacerse.

En Ética a Nicómaco, Aristóteles define a la Hamartía como una de las tres clases de ofensas que un hombre puede realizar sobre un igual. Pero enseguida razona que Hamartia es también una ofensa cometida por ignorancia. Por ejemplo, cuando el rey Edipo mata a su padre [ver: Lo que Sigmund Freud no te contó sobre el complejo de Edipo]

Aunque este personaje desdichado sabía que estaba perpetrando un crimen, es decir, que estaba cometiendo un acto censurable, ignoraba que aquel hombre que mataba era un rey y además su padre. La Hamartía de Edipo consiste en errar el tiro en lo referente al objetivo de su crimen. Su intención era matar a un extraño y en cambio mató a su padre.

La Hamartía alcanzó su cima estética en la tragedia griega, y tal vez en Shakespeare. Los menos involucrados en los clásicos pueden experimentarla en un puñado de buenas películas, aunque se pretende abordarla en casi todas, con éxito prácticamente nulo. A través de la Hamartía el público experimenta la catarsis, desde luego, en un sentido griego; término que proviene de kátharsis, es decir, «purificación».

El héroe cae sin merecer su caída, y el público se compadece de él. ¿Por qué? Porque íntimamente los héroes se parecen demasiado a su público, ambos se identifican mutuamente. Ahora bien, cada héroe encarna lo mejor de su auditorio, lo más puro y bravo que habita en ellos. Es, en cierta medida, la purificación de la sociedad encarnada en un individuo que vence y sufre por ellos.

Para regresar a la pregunta con la que abrimos este artículo: ¿Qué sucede cuándo lo único que nos resta hacer es justamente lo imposible? La respuesta, sugerida en voz baja por Aristóteles, sostiene que en el caso de vernos envueltos en esa situación ya hemos dejado de ser mortales. A partir de allí integramos ese raro salón del Olimpo en donde los hombres se visten de héroes para atenuar el sufrimiento de sus hermanos; y así posibilitar lo imposible, es decir, que la experiencia humana se trascienda a sí misma.




Egosofía. I Filosofía del profesor Lugano.


El artículo: Hamartia: el arte de hacer posible lo imposible fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post! amo a la Poetica, tan faltante en el trabajo del cine argento, aunque si, muy citada en los restaurantes de palermo, jajajajaj, saludos, exelente post!

Nico.

Soteria90 dijo...

Hace como 8 años que he estudiado a Aristoteles y nunca habia visto que el hombre reflexione sibre esto.
Pero aun asó ha sido interesante de leer.
Gracias por la entrada.

Maika Duvnj'ack dijo...

Aristotelesla pensaba que la tragedia griega se desarrollo
a partir del ditirambo,
una alabanza de canto y baile en honor a Dioniso en donde se contaba una historia en la cual participaba un heroe. Creia que el lider de un coro del siglo VI AC, creo el drama al asumir el papel del personaje principal en una historia de un ditirambo, en el que el hablaba y el coro respondia.La tragedia griega fue en sus inicios una celebracion dedicada a Dioniso, pero atemperada por el ideal de
mesura de lo apolineo. En ella, Apolo, representa la forma ideal de la belleza, la luz, el orden y
la medida; y Dioniso, representa la fusion con la naturaleza, el dios de la desmesura, la embriaguez, la vitalidad, el renacer.La tragedia era un ejemplo del amalgamiento de la sabiduria dionisiaca (el coro, la musica), expresada con recursos apolineos (lo escenico, lo figurativo). Asi, sus fiestas orgiasticas no eran ni bestiales ni desmesuradas, representaban la voluntad de vivir y de comulgar con la naturaleza. Se podria decir que en ella intervenian lo apolineo y lo dionisiaco como polos complementarios. Pero luego la musica le fue arrebatada, el dialogo reemplazo a la musica y el heroe reemplazo al coro. Nietzsche diria que al sacarle la musica a la tragedia griega se le quito la verdadera razon de ser: la irracionalidad humana.Tambien acusa a Socrates de producir este vacio, ya que su pensamiento profesaba el sometimiento de la vida a la razon, asi la vida (lo dionisiaco) quedaba sometida a la razon (lo apolineo). Entonces me pregunto: si en la antigüedad presocratica el goce y el arte estaba inspirado por Apolo y Dioniso como fuerzas complementarias en donde el instinto tenia su lugar bien marcado (y no era visto como algo malo)...es que tendria algun sentido preocuparse por la "Hamartia" vista como defecto o deficiencia humanas que nos impiden resolver asuntos que requieren de nosotros una "perfeccion moral y etica absoluta"???? Tal vez aquellos antiguos helenos que aun no conocian a Socrates, Platon ni Aristoteles, vivian sin padecer semejantes escrupulos...who knows?

Sebastian Beringheli dijo...

Elegante reflexión final, Maika. Saber qué pensaban los griegos en una época determinada es más o menos complicado como generalizar acerca del pensamiento chipriota en la actualidad. Uno a veces tiende a asignarle a la mayoría el pensamiento de unos pocos, en el caso de Grecia, de verdaderos monstruos de la razón. En una de esas -si hay que elegir- creo que nos sentiríamos más cómodos en una tertulia organizada por Epicuro.

Saludos! Y a ver cuando le robás un rato de tiempo a tu vida para regalarnos algún escrito ;)

Edgar Pergarc dijo...

Excelentes comentarios que nutren el espíritu y fortalecen la razón. Felicitaciones!!



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Relatos de Edith Nesbit.
Paranormal.
Poema de Charlotte Mew.


Relato de Walter de la Mare.
Demonología.
Poema de Emily Dickinson.