La persistencia de los corazones rotos.
Colapsó después de una noche de excesos. Los que todavía conservábamos algo de lucidez arreamos al profesor Lugano al hospital, naturalmente, contra su voluntad.
Presentamos el caso con toda minuciosidad: palpitaciones, pérdida de conocimiento, diarrea, indicios de priapismo.
Se realizaron los exámenes de rigor.
Acto seguido, una enfermera nos llevó a un pequeño habitáculo, casi claustrofóbico, donde aguardamos en compañía de otros dos caballeros convalecientes.
Entró un médico.
—Usted —dijo, dirigiéndose a uno de los caballeros— padece una severa insuficiencia renal. Deberá permanecer internado. Y usted —agregó luego de consultar una planilla—, sufre una deficiencia obstructiva en los pulmones. También quedará internado.
El profesor Lugano tosió como para dar cuenta de su presencia.
—¡Ah, me olvidaba de usted! —dijo el doctor—. Su caso es el más grave de todos: problemas cardíacos. Llene este formulario para ser recluído inmediatamente en terapia intensiva.
—¿Es el corazón? —preguntó el profesor.
El doctor no respondió. Dejó el formulario sobre una camilla y se retiró.
—Muy bien —anunció el profesor—, ya podemos retirarnos.
—Pero, profesor. ¿No oyó al doctor? Debe quedar internado. El corazón es un asunto grave.
—Por el contrario. Confío más en él que en cualquier otra zona geográfica de mi cuerpo. Piense que el corazón es el único órgano que, aún roto, continúa trabajando.
La filosofía del profesor Lugano. I Egosofía.
El artículo: La persistencia de los corazones rotos fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
3 comentarios:
Yo he pasado eso durante años y la verdad no es bueno atacado por otras personas cuando lo que quieren en verdad es otra cosa como romperte el corazon sin desearlo es como una epecie te chupar energia negativa a donde no la hay att veronica
desde mi perspectiva es bueno! y diferente! ... diria que el ambiente ayuda a entender
quien es el autor del profesor Lugano?
quién escribe todas sus aventuras?
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