Cómo reconocer al amor de tu vida [y huir a tiempo]
Breve resumen del capítulo anterior:
—Soy el amor de su vida, profesor Lugano. Vengo por usted. ¿No me reconoce?
—No. He cambiado mucho.
A partir de aquí continuamos aquel diálogo.
—¿Cambiar justifica el olvido? -preguntó ella.
—Todo cambio es un paso hacia la otredad. Soy Otro. Todas mis elecciones, todos los aciertos y errores del pasado también le corresponden a Otro: ése que fuí, y que quizás amó a la que usted fué.
—Pero yo sigo amándolo. La Otra, la que fuí, y ésta, ambas somos el amor de su vida.
—Puedo, si lo desea, entorpecer su razonamiento con ejemplos virtuosos.
—Lo deseo.
—Muy bien. Ese amor del que habla le pertenece a los que fuimos, no a nosotros.
—No me convence. Sigo creyendo que soy el amor de su vida.
—¿Y qué la convencería?
—Un pensamiento más... profundo; y sencillo a la vez.
—Me parece justo. ¿Platón?
—Me aburre.
—¿Apolonio?
—Me irrita.
—¿Aristóteles?
—Me constipa.
—¿Heráclito?
—Me resulta indiferente.
—Perfecto. Utilicemos esa deficiencia. Uno de sus fragmentos más conocidos dice: No bajarás dos veces al mismo río.
—¿Estaba prohibido?
—No.
—¿Estaba contaminado?
—No. Piense.
—Lo primero que se me ocurre es que no podemos bajar dos veces al mismo río porque cada vez que lo hiciéramos el río sería otro.
—Y si el río ya no es el mismo, es justo admitir que tampoco nosotros seríamos los mismos.
—Tiene razón. Usted no es el amor de mi vida. El hombre que fue la semana pasada, si.
—De todas formas, no se preocupe. El pasado siempre es de Otro, aunque sea nuestra responsabilidad.
Con esa destreza dialéctica el profesor Lugano, o acaso el Otro, ganó la puerta.
La filosofía del profesor Lugano. I Egosofía.
El articulo: Cómo reconocer al amor de tu vida (y huir a tiempo) fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
2 comentarios:
No entiendo la ansiedad para ganar la puerta. No reconozco la lucidez que ha demostrado tener el personaje.
No todas las mujeres reaccionan de dicha manera, sería bueno que aquellas que por años sufren de obsesión desmedida tuvieran al alcance y analizaran este fragmento
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