La noche de la esvástica: Katharine Burdekin

La noche de la esvástica (Swastika Night) es una novela de terror -profética- de la escritora británica Katharine Burdekin (1896-1963), publicada en 1937 bajo el seudónimo Murray Constantine.

Si bien se trata de una novela distópica y no de una alegoría, el libro se basa en las promesa nazi de crear un reino milenario. Además de sus inobjetables méritos narrativos, Katharine Burdekin puede jactarse de haber profetizado muchas de las atrocidades que luego se conocieron al promediar la Segunda Guerra Mundial.

La noche de la esvástica nos ubica setecientos años después del triunfo alemán. La Segunda Guerra Mundial se conoce como la Guerra de los Veinte Años (Twenty Years War). Los aliados fueron vencidos en el '50 y los rusos, los últimos en rendirse,  fueron aplastados paulatinamente en la década siguiente.

En este futuro inquietante el führer es adorado como un dios. La sociedad se encuentra bajo el yugo de dos gobiernos totalitarios. El cristianismo está prohibido, los judíos han sido meticulosamente exterminados y las mujeres carecen de todo derecho formal frente al hombre.

El protagonista de La noche de la esvástica es un inglés llamado Alfred, que realiza un peregrinaje religioso a Alemania. Siendo el führer considerado como un dios, Katharine Burdekin imagina que Berlín es el nuevo Vaticano.

Alfred debe tomar algunas precauciones antes de realizar su viaje, entre ellas, no pronunciar el idioma inglés, prohibido desde hace siglos. Una vez en Alemania visita el lugar de peregrinaje más sacrosanto del mundo, llamado el Aeroplano Sagrado (Sacred Airplane); básicamente el sitio en donde Hitler despegó su avión con destino a Moscú, donde finalmente alcanzaría la victoria según los dogmas del nuevo Estado-Religión gobernante.

En este nuevo mundo existen dos superpotencias: Alemania y Japón. Los japoneses gobiernan sobre Asia, América y Australia. Y Alemania sobre el resto del mapa. La tensión entre ambos estados es constante, aunque comparten una ideología similar y también los mismos problemas. La sublimación de lo masculino ha sido tan desproporcionada que a lo largo de los siglos las mujeres fueron modificando su carácter, y en algunos casos su físico, para encajar en los nuevos modelos; transformando las diferencias de género en una especie de unidad aséptica donde el deseo está completamente ausente.

Katharine Burdekin realiza una atrapante reescritura de la historia, con el doble mérito de ser parte contemporánea de ella, es decir, sin el beneficio de la distancia retrospectiva. Recordemos que La noche de la esvástica fue compuesta dos años antes del comienzo de la guerra.

Lo más interesante de la novela es la descripción que Katharine Burdekin realiza sobre esta sociedad del futuro, y en especial sobre la deformación histórica que sucede a las victorias militares. Por ejemplo, Hitler es descrito como un teutón de dos metros de alto, rubio, fornido, y capaz de pilotear un caza durante la última batalla aérea sobre Moscú. Sin embargo, el verdadero pasado del Reich de los mil años comienza a revelarse cuando Alfred descubre una fotografía prohibida del führer tal como lo conocemos mientras se dirigía a una multitud de fanáticos.

Al principio Alfred se muestra impresionado al ver a un hombre bajo y enclenque con un extrañísimo bigote sobre los labios. Pero enseguida descubre algo más. Junto a él hay una muchacha. De hecho, la multitud parece estar más atenta a ella que al líder. Tras algunas investigaciones, que nuevamente nos llevan a conocer detalles jugosísimos de esta cultura, Alfred descubre un secreto capaz de hacer tambalear los cimientos del reino.



Más libros prohibidos. I Novelas apocalípticas.


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El resumen de la novela de Katharine Burdekin: La noche de la esvástica (Swastika Night) fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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