La muerte transversal de un materialista.
Por lo general dormía bien. El sueño llegaba, rápido e inaplazable, sin permitirle más que unos minutos de reflexión. Esa noche ocurrió lo que nunca antes había experimentado, sus ojos continuaban abiertos en la oscuridad del cuarto, aunque con atenuantes que lo tranquilizaron: su víctima lo había reconocido.
Ese estado de vigilia en las sombras había trasladado su mente a un nuevo nivel de percepción. Como todo asesino, era un materialista teórico, y también teóricamente había sobrepasado por mucho la etapa en que la noche y sus secretos llenan de pavor a quien padece un acceso de insomnio. Pero ahora, con el viento rascando la ventana con la precisión de un metrónomo, volvió a sentir los exquisitos terrores infantiles, aquellos estremecimientos que parecían dedos fríos recorriéndole la médula.
Mientras yacía en perfecto silencio pensó -o entendió- que el materialismo no constituye una protección frente al horror.
Aquellos que se amparan en la razón se ven rápidamente desilusionados. Un ejemplo claro fue el tipo que más temprano le imploró de rodillas que no lo mate, argumentando que tenía familia, amigos, mascota, trabajo, proyectos, sueños. Todos ellos desaparecieron en un corte trasnversal.
Pero esa protección también es inadecuada frente al horror irracional, frente a los monstruos que se agitan en la oscuridad de la infancia con una insistencia enloquecedora.
Como buen materialista desechó todos estos argumentos. Si uno le teme a lo imposible, a eso que no puede suceder, ¿entonces qué herramienta lógica puede protegernos?
Decidió aceptar el insomnio sin mayores inquietudes. Acto seguido, el sueño llegó, rápido e inaplazable. Después de todo, su última víctima había sido muy elocuente. De repente dejó de sentir la sangre tibia corriendo por un corte transversal en sus muñecas y por un instante se olvidó de sus propios ojos reflejados en el espejo.
Egosofía. I Filosofía del profesor Lugano.
El relato: La muerte transversal de un materialista fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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