Cómo convertir a alguien en zombi.


Cómo convertir a alguien en zombi.




El tema de los zombis es bastante conocidos por todos, más que nada a través del cine. Sin embargo, los zombies son anteriores a sus películas. Incluso actualmente se cree en su existencia en sitios como Haití y algunos lugares específicos de centroamérica.

¿Qué es realmente un zombi?

El zombi es un no-muerto, o un no vivo, como prefieran. Su aspecto es el de un ser humano, aunque con el cerebro destrozado por los venenos de un hechicero, volviéndolo prácticamente un esclavo de su voluntad.

En Haití se sigue empleando el término zombie para aquellos de los que se sospecha han regresado de sus tumbas a través de magias y hechicerías. Es fácil reconocerlos pues visten los harapos y mortajas con los que han sido enterrados.

Los zombies son especialmente peligrosos durante la noche de Halloween, fecha en la que recuperan cierto control sobre su destino y son capaces de transformar a cualquier humano con el que se crucen. En algunos lugares de centroamérica se dice que la única forma de ahuyentar a un zombie es arrojándole sal en los ojos.

¿Es posible convertir a alguien en zombi? Tal vez no, al menos no de la forma en la que se nos presentan a los zombis en las leyendas y en el cine; aunque quizás toda esa exageración esconda una pizca de verdad.

Hay muchas pruebas sobre personas que han sido enterradas vivas, u otras que han sido declaradas muertas solo para despertar repentinamente en la morgue. Pero los zombis no solo son muertos que vuelven de la tumba, sino criaturas cuya voluntad está totalmente sometida al deseo de su creador, o sea, un hechicero.

No podría decir que realmente se puede convertir a alguien en zombi, pero si puedo decir algo acerca de las supuestas recetas para crear zombis.

Para convertir a alguien en zombi se necesitan grandes conocimientos sobre técnicas herbarias. Estas se emplean para convertir a una persona viva en un zombi. El procedimiento es más o menos el siguiente: Se mezclan y hierven varias plantas con propiedades alucinógenas, como el opio y el estramonio, entre otras. Las dosis no deben ser letales, pero si lo suficientemente fuertes como para inducir un estado letárgico cercano a la muerte.

Parece que el ingrediente secreto para convertir a alguien en zombie es una sustancia que solo se consigue en un pez que vive en las aguas de Hawai y una flor especial, llamada flor de datura, la cual es pulverizada y añadida a la pócima. Este polvo se llama habitualmente Polvo de concobre.

La poción puede dejar a una persona dormida y aletargada durante muchas horas. Al despertar, su mente estará envuelta en una confusión total, siendo increíblemente dócil a las órdenes de los demás. Se dice que uno de los efectos secundarios de esta pócima es que el zombi perderá todo su pelo en unos pocos días, así como el apetito. Su piel se volverá pálida y fría a causa de que su metabolismo bajará a niveles mínimos.

Cuando el zombi duerme, o sea, cuando el polvo alcanza su máxima influencia; todo parece indicar que no respira. Los hechiceros haitianos suelen ser muy precavidos a la hora de diseñar los ataúdes para sus zombies, que deben tener el tamaño indicado para permitirles cierta movilidad al despertar.

Algunos científicos sostienen que los zombis [personas que han sido sometidas a los efectos del concobre] realmente oyen lo que sucede a su alrededor, aún cuando ofrezcan la apariencia de estar muertos. El sufrimiento de ser enterrado vivo, y estar conciente del procedimiento, es realmente atroz.

Los zombis recuerdan todo. Recuerdan el llanto de sus familiares, los martillazos que ajustan los clavos de su ataúd, las paladas de tierra. Esta experiencia aterradora, sumada a los efectos narcóticos de la pócima, los desequilibra mentalmente de tal forma que pierden en gran parte su capacidad para decidir por si mismos, convirtiéndose en títeres dóciles de sus creadores.

Claramente los hechiceros tienen un propósito práctico para crear a sus zombis, casi siempre una venganza.

Con el correr de los días las facultades congnitivas del zombi se reducen más y más, aunque todavía conservan el recuerdo de lo que les sucedió. En ese momento el hechicero les indica quién ha sido el causante de su desgracia, o sea, la persona de la que quieren vengarse, y el zombi es enviado a hacer el trabajo.

Como vemos, los zombis pueden ser muy reales, ya que no hay nada sobrenatural en su existencia.

Convertir a alguien en zombi ya es otro tema. La tarea es dura y no está libre de peligros. Una ínfima variación en la dosis puede causar la muerte, así como permitir que este recupere algo de su voluntad, volviéndose inmediatamente contra su creador.




Hechizoteca. I Diarios Wiccanos.


El artículo: Cómo convertir a alguien en zombie fue realizado por Atenea Helenaus para El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com o elespejogotico@gmail.com

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