Como encontrar la pareja perfecta.
-Creo que nunca encontraré la pareja perfecta, profesor Lugano.
-Una excelente convicción, si me permite decirlo. -suscribió el profesor.
-¿Le parece?
-Aquí y ahora, sí. Dentro de cinco minutos no lo sé.
-Sucede que esta convicción, como usted la llama, es bastante frágil. Quiero decir, apenas conozco a una mujer siento que es perfecta y solo después de varias decepciones y desengaños advierto mi error.
-No se preocupe. Hay errores que vale la pena cometer.
-Es posible. Sin embargo, no soy proclive a la resignación. Se que mi pareja perfecta está por allí. El problema es encontrarla.
-O reconocerla.
-¡Exacto!
-Sin embargo, el secreto para hallar la pareja perfecta es más sencillo de lo que cree.
-¿Sencillo?
-Si.
-No hay nada sencillo en el amor.
-¿Está seguro? Fíjese bien...
El profesor Lugano señaló hacia la calle.
Un hombre visiblemente desagradable se paseaba de la mano de una mujer hermosa.
Enfrente, un caballero alto y elegante caminaba junto a una dama entrada en años y adiposidades estratégicamente alojadas.
-¿Qué pretende decirme, profesor? ¿Qué hay una persona perfecta aguardando por cada uno de nosotros?
-Jamás formularía semejante desacierto estadístico, camarada.
-¿Entonces?
-Lo que quiero decirle es que usted jamás encontrará la pareja perfecta.
-No me diga eso, profesor.
-En definitiva, amar a la persona perfecta es demasiado fácil, demasiado frívolo. Cualquiera puede hacerlo. La solución del enigma, si cabe llamarlo de ese modo, se produce cuando alteramos los factores de la ecuación.
-Creo que nunca encontraré la pareja perfecta, profesor Lugano.
-Una excelente convicción, si me permite decirlo. -suscribió el profesor.
-¿Le parece?
-Aquí y ahora, sí. Dentro de cinco minutos no lo sé.
-Sucede que esta convicción, como usted la llama, es bastante frágil. Quiero decir, apenas conozco a una mujer siento que es perfecta y solo después de varias decepciones y desengaños advierto mi error.
-No se preocupe. Hay errores que vale la pena cometer.
-Es posible. Sin embargo, no soy proclive a la resignación. Se que mi pareja perfecta está por allí. El problema es encontrarla.
-O reconocerla.
-¡Exacto!
-Sin embargo, el secreto para hallar la pareja perfecta es más sencillo de lo que cree.
-¿Sencillo?
-Si.
-No hay nada sencillo en el amor.
-¿Está seguro? Fíjese bien...
El profesor Lugano señaló hacia la calle.
Un hombre visiblemente desagradable se paseaba de la mano de una mujer hermosa.
Enfrente, un caballero alto y elegante caminaba junto a una dama entrada en años y adiposidades estratégicamente alojadas.
-¿Qué pretende decirme, profesor? ¿Qué hay una persona perfecta aguardando por cada uno de nosotros?
-Jamás formularía semejante desacierto estadístico, camarada.
-¿Entonces?
-Lo que quiero decirle es que usted jamás encontrará la pareja perfecta.
-No me diga eso, profesor.
-En definitiva, amar a la persona perfecta es demasiado fácil, demasiado frívolo. Cualquiera puede hacerlo. La solución del enigma, si cabe llamarlo de ese modo, se produce cuando alteramos los factores de la ecuación.
-Es decir, cuando entendemos que no existe la pareja perfecta.
-No, cuando logramos amar perfectamente a una persona imperfecta.
Más filosofía del profesor Lugano. I Egosofía.
Más literatura gótica:
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Más literatura gótica:
- Como saber si un hombre te conviene.
- El mito de las almas gemelas (sobre las propiedades cítricas del amor)
- Como encontrar a tu media naranja (y descartar la cáscara a tiempo)
- Como saber su estás enamorado.
- Como confiar en tu pareja.
El artículo: Como encontrar a la pareja perfecta fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
2 comentarios:
Genial, una gran historia
Mirloniger says: Una vez leí algo asi: "La mayoría busca ser amado...mas no amar."
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