El primer cumpleaños después del fin del mundo.
La fecha se dedujo gracias a un viejo calendario. Nadie se atrevió a cuestionar ese cómputo. Las matemáticas, así como la necesidad de calcular el tiempo, eran asuntos superfluos para los sobrevivientes.
Algunas costumbres, sin embargo, perduraron.
Y fue así que la fiesta de cumpleaños se celebró en medio de la devastación, sobre ruinas olvidadas, entre colosales construcciones de acero y concreto ahora devoradas por la maleza.
Los últimos sobrevivientes del apocalípsis se reunieron alrededor de la mesa principal. Se articuló entonces un vago simulacro del rito original, con regalos improvisados, afectados cánticos, felicitaciones y augurios de prosperidad.
Envueltas por el hedor de millones de cadáveres calcinados, doce velas de colores fueron encendidas sobre la torta de cumpleaños. Una extravagancia, desde luego, pero era tradición honrar al más anciano de los ancianos.
Egosofía: filosofía del Yo. I Diarios de antiayuda.
Más literatura gótica:
- El primer día después del Apocalípsis.
- Ragnarok: el apocalípsis nórdico.
- El Efecto Mariposa y el Gran Meo Universal.
- El hombre más solo del mundo.
3 comentarios:
Puros chiquillos sobrevivieron :o
Gran entrada como siempre no defrauda
Hay que tener mucho ánimo o inconsciencia del medio, para festejar un cumpleaños en esas circustancias.
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