Malicia.
M. Lourdes.
Déjame sangrar en esta eterna miseria, aislada de la vida, ajena a la luz. Ya no hay esperanza para mi, no hay tiempo, la hora llego. Dentro mío siempre lo supe, la oscuridad era mi destino.
Déjame ahogarme en esta depresión sucumbir ante el fatídico augurio de la condena eterna, no hay otra forma. ¡La verdad nunca nos va a liberar!
Todo lo que queda es muerte y desdicha, la carne putrefacta se despega lentamente de mis corroídos huesos, todo termina, el circulo se cierra.
Amante del dolor, viuda de la traición, yo ya no creo en el amor.
Las sombras se ciernen sobre mi, acarician mi desgastado cabello, escucho voces a lo lejos, me dicen que aun queda esperanza. ¡Mentira! No hay nada, es tarde para eso, firme un documento con Satanás.
De la tierra venimos y a la tierra volvemos, con las cenizas de mi cadáver voy a adornar los jardines del infierno. Los cuervos lloran sangre, aúllan complacidos al verme llegar. Cierro los ojos, siento mis entrañas abandonar mi inerte cuerpo, en mis ojos ya no llueve, ya no hay nada.
Mis pies descalzos caminan sobre vidrio molido, siento como se abren, gozo del dolor. A lo lejos veo un sauce, sus hojas lloran sobre tu marfileo cadáver, sé que estas muerto, pero ya no me importa.
Sé que tu estado se debe a mi. Me paro frente a vos y te miro a los ojos. ¿Disfrutaste los años de dolor que me diste? Yo disfrute de sentir tu sangre, manchando mis manos.
Sigo mirando tus ojos, por más que cierre los míos no puedo escapar del hechizo en que ellos me tuvieron y tienen sumida. Toda mi patética existencia, no fui capaz de ver más allá de ellos. Y por más que te asesine y me bañe con tu sangre, una, dos, mil veces, el que ellos tengan todo de mi, será mi condena eterna, mi prisión personal, mi séptimo circulo en el infierno.
M.Lourdes
http://chauquetevayalindo.blogspot.com.ar
M. Lourdes.
Déjame sangrar en esta eterna miseria, aislada de la vida, ajena a la luz. Ya no hay esperanza para mi, no hay tiempo, la hora llego. Dentro mío siempre lo supe, la oscuridad era mi destino.
Déjame ahogarme en esta depresión sucumbir ante el fatídico augurio de la condena eterna, no hay otra forma. ¡La verdad nunca nos va a liberar!
Todo lo que queda es muerte y desdicha, la carne putrefacta se despega lentamente de mis corroídos huesos, todo termina, el circulo se cierra.
Amante del dolor, viuda de la traición, yo ya no creo en el amor.
Las sombras se ciernen sobre mi, acarician mi desgastado cabello, escucho voces a lo lejos, me dicen que aun queda esperanza. ¡Mentira! No hay nada, es tarde para eso, firme un documento con Satanás.
De la tierra venimos y a la tierra volvemos, con las cenizas de mi cadáver voy a adornar los jardines del infierno. Los cuervos lloran sangre, aúllan complacidos al verme llegar. Cierro los ojos, siento mis entrañas abandonar mi inerte cuerpo, en mis ojos ya no llueve, ya no hay nada.
Mis pies descalzos caminan sobre vidrio molido, siento como se abren, gozo del dolor. A lo lejos veo un sauce, sus hojas lloran sobre tu marfileo cadáver, sé que estas muerto, pero ya no me importa.
Sé que tu estado se debe a mi. Me paro frente a vos y te miro a los ojos. ¿Disfrutaste los años de dolor que me diste? Yo disfrute de sentir tu sangre, manchando mis manos.
Sigo mirando tus ojos, por más que cierre los míos no puedo escapar del hechizo en que ellos me tuvieron y tienen sumida. Toda mi patética existencia, no fui capaz de ver más allá de ellos. Y por más que te asesine y me bañe con tu sangre, una, dos, mil veces, el que ellos tengan todo de mi, será mi condena eterna, mi prisión personal, mi séptimo circulo en el infierno.
M.Lourdes
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1 comentarios:
Que lastima que hayan tantas faltas de ortografía.
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