Ghouls: vampiros de los cementerios


Ghouls: vampiros de los cementerios.




Hoy hablaremos de una raza de vampiros cuya estirpe se relaciona con los demonios más antiguos de la mitología: los Ghouls.

El Ghoul —o simplemente Gul, en español— es un vampiro proveniente de la tradición árabe, parientes de los odiosos Djinns, temibles espíritus del desierto.

La palabra Ghoul deriva del árabe Al-Ghūl, que significa algo así como «el que se apodera», aunque puede el término puede interpretarse simplemente como «demonio».

Su nombre resuena en los mitos más antiguos, por ejemplo, en una de las estrellas más asociadas a los vampiros: Algol (Al Ghoul), título que fue curiosamente absorbido por uno de los villanos de Batman: Ras al-Ghoul, que significa «cabeza del demonio».

Ghoul está etimológicamente emparentado los Gallus, especie de vampiros subterráneos que pueblan los mitos mesopotámicos.

Los Ghouls habitan simultáneamente en los desiertos y los cementerios, tanto los consagrados como los profanos. En cierta forma, este doble hábitat es notoriamente coherente. En el tiempo en el que este mito fue concebido los desiertos bien podían verse como vastos cementerios.

Las primeras leyendas sobre los Ghouls los describen como seres bastante limitados, no muy inteligentes, pero lo suficientemente hábiles como para tender distintas trampas a los audaces peregrinos de las arenas.

La primera aparición de los Ghouls en la literatura se produjo en las Mil y una noches, aunque el término no llegó a Occidente hasta que William Beckford lo utilizó en la clásica novela gótica de 1786: Vathek (Vathek).

El aspecto físico de los Ghouls, cuando de hecho adquieren uno, es el de una hiena de dimensiones descomunales. Una de sus estrategias más conocidas es la de imitar el ladrido de los perros para que los caminantes extraviados en el desierto crean que se encuentran cerca de un campamento.

La dieta de los Ghouls se repite tanto en las leyendas como en la literatura. Poseen un apetito voraz por la carne humana. Cuando no la consiguen pueden conformarse con roer viejas tibias o incluso devorar cadáveres.

Este último rasgo marca claramente la evolución de la leyenda de los Ghouls, quienes debieron adaptar dramáticamente sus hábitos, pasando de ser eficientes predadores a simples carroñeros. En este contexto, la fisionomía de la hiena los representa a la perfección.

Ya en esta faceta oportunista, los Ghouls se han inclinado por los cementerios como residencia estable, principalmente debido a la abundancia de cadáveres en descomposición.

Repasemos brevemente la presencia de los Ghouls en la literatura. Si bien estamos en presencia de un vampiro muy poco conocido, su nombre fue mencionado por los más grandes maestros del horror.

H.P. Lovecraft fue, quizás, el autor que más ha recurrido a los Ghouls en el relato de terror.

En El modelo de Pickman (Pickman's Model) describe una raza de horrendos seres subterráneos de apariencia lobuna, tomados habitualmente como licántropos u hombres lobo; sin embargo, sus hábitos coinciden con las abominables costumbres de los Ghouls, por ejemplo, el robo de niños humanos y su crianza en abyectos cubiles para transformarlos en una especie de híbridos con extraños poderes persuasivos, conocidos como Changelings, es decir, niños humanos criados por criaturas sobrenaturales.

Otra aparición de los Ghouls en la obra de H.P. Lovecraft se produce en El sabueso (The Hound), donde se los describe con menor precisión aunque su participación en la historia es determinante.

Los Ghouls son notoriamente prolíficos en los cuentos de H.P. Lovecraft. En su concepción del mito, los Ghouls son una estirpe de criaturas subterráneas y nocturnas. Algunos fueron humanos que se han degenerado en sucesivas transformaciones, otros son sobrenaturales, pero todos manifiestan rasgos humanoides y una repugnante fascinación por los cadáveres.

Los casos más recurrentes se producen en los relatos: El horror oculto (The Lurking Fear) y Las ratas en las paredes (The Rats in the Walls).

Edgar Allan Poe también citó a los Ghouls en su hermoso poema de 1848: Las campanas (The Bells):


Ellos no son hombres ni mujeres,
Ellos no son salvajes ni humanos,
Ellos son Ghouls.

(They are neither man nor woman,
They are neither brute nor human,
They are Ghouls)


Edgar Allan Poe estaba fascinado por el mito de los Ghouls, a tal punto que los incluyó en varios poemas, por ejemplo, en Ulalume (Ulalume).

C.S. Lewis ha colocado a los Ghouls en la mítica Narnia, donde resultan ser un poco menos sanguinarios, aunque mucho más estúpidos que sus predecesores. Allí se desenvuelven como colaboradores de la Bruja Blanca.

En el cuento infantil de Hans Christian Andersen: Los cisnes salvajes (De vilde svaner), su heroína, Eliza, se encuentra con un grupo de Ghouls dándose un macabro festín con un cadáver.

Lord Byron también hace referencia a los Ghouls en el poema épico de 1813: El Giaour (The Giaour):

Tus rechinantes dientes y macilentos labios;
luego, a tu lóbrega tumba caminarás;
ve, y con Ghouls e Ifrits delira,
hasta que de horror estremecidos, huyan
de un espectro más abominable que ellos.

(Thy gnashing tooth and haggard lip;
Then stalking to thy sullen grave,
Go, and with Gouls and Afrits rave;
Till these in horror shrink away
From spectre more accursed than they!)


H.G. Wells empleó a los Ghouls como inspiración para sus horrorosos Morlocks en la novela de ciencia ficción: La máquina del tiempo (The Time Machine), que si bien son seres subterráneos solo se alimentan de la carne viva de los Eloi.

Clark Ashton Smith, miembro inefable del Círculo de Lovecraft, describe una raza de humanoides caníbales que se alimentan de cadáveres, claramente Ghouls, en los relatos: La estirpe sin nombre (The Nameless Offspring) y El Ghoul (The Ghoul).

Es fácil caer en la tentación de suponer que los Ghouls fueron ignorados por su proverbial ausencia de rasgos románticos. No obstante, allí están, reptando en cavernas infectas, royendo huesos en viejos sepulcros abandonados, disfrutando de sus mórbidos banquetes en compañía de los grandes maestros del horror.




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El artículo: Ghouls: los vampiros de los cementerios fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

5 comentarios:

  1. Interesante, la saga Night Huntress de Jeaniene Frost incluye tanto a Vampiros como a Ghouls en su saga.

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  2. tambien en el libro del cementerio de Neil Gaiman se habla de los Ghouls como seres necrofagos que habitan en una dimension a la que acceden por los cementerios, el mundo de los Ghouls los cuales viven en una ciudad de locura y terror

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  3. de hecho en un anime-manga llamado hellsing de kouta hirano son mencionados muchas veces y son segun ese manga lo que pasa con un humano no virgen al ser mordido por un vampiro ya que un virgen se convertiria en un vampiro...

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  4. En el cuento “Vampirismo”(1921) de E.T.A. Hoffman, Aurelia, la joven protagonista, es un ser que se transforma en una devoradora de carne en los cementerios y ataca al final al conde su marido cuando la descubre, mordiéndole el pecho. Se ha considerado vampiro, pero más bien es un vampiro de cementerio o Ghoul

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  5. También aparecen como una raza de zombis en algunas obras de ficción, siendo hombres que llevaron una vida inmoral, y regresan de la muerte como espantosos engendros para atormentar a los vivos, arrebatándoles lo que mas quieren en este mundo.

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