Paranormal: espejos en el dormitorio.
«Cuando miras largo tiempo al abismo,
el abismo te devuelve la mirada.»
(Nietzsche)
el abismo te devuelve la mirada.»
(Nietzsche)
¿Es malo tener espejos frente a la cama?
Existe una variedad de creencias en torno a los espejos. En términos generales, muchos afirman que son puertas espirituales. Pero, si los espejos son un portal a otros planos o dimensiones, es lógico suponer que sólo están activos cuando uno quiere que lo estén, por ejemplo, a través de un ritual de invocación [ver: Sobre espejos mágicos y seres interdimensionales]
Algunos sostienen que se necesitan dos espejos enfrentados para formar un portal; otros que si tienes un espejo frente a la cama tu propio reflejo te verá dormir durante la noche. Las opiniones son variadas, y a menudo ridículas. Comencemos con algunas explicaciones racionales.
Cuando no estás del todo despierto, los reflejos pueden jugarle una mala pasada a tu mente. La primera reacción del cerebro ante los espejos es ver a «otra persona», aunque esto apenas dure una fracción de segundo. Es un reflejo de supervivencia útil. Nuestro cerebro está programado para detectar depredadores en la naturaleza y, por supuesto, esto no siempre tiene sentido en el mundo moderno. En un entorno oscuro, medio dormido, el cerebro funciona aún peor, y eso hace que creas que estás viendo cosas que no están ahí.
Una experiencia común a todos es despertarse justo antes de quedarse dormido, aparentemente al azar, sintiendo una presencia o que algo te está observando. Estas reacciones ocurren normalmente cuando hay un espejo en la habitación [ver: Experiencia aparicional: cuando sentimos que no estamos solos]
El ámbito cerrado de un dormitorio con uno o varios espejos, en medio de la noche, es muy similar a un ambiente utilizado frecuentemente en el ocultismo, llamado Psicomanteum.
El Psicomanteum es un espacio cerrado y pequeño donde se practica un método de comunicación con los espíritus de los muertos a través de un espejo. Para ello, se crea un ambiente a oscuras [idealmente de techos y paredes pintados de negro], y se coloca un espejo inclinado para que no refleje nada más que oscuridad a los ojos del observador. Acto seguido, el practicante debe guardar silencio y simplemente observar la superficie reflectante.
En teoría, el contexto del Psicomanteum [oscuridad, silencio, aislamiento de estímulos externos, y un espejo] produce increíbles impresiones visuales, auditivas y táctiles gracias a la pantalla de proyección que ofrece el espejo. El Psicomanteum es básicamente una versión moderna del Nekromanteion griego, un antiguo templo dedicado a Hades y Perséfone, deidades del inframundo en los mitos griegos, al cual los devotos acudían para comunicarse con sus antepasados fallecidos.
Podríamos decir que un dormitorio moderno, a oscuras, con un espejo y un sujeto en estado de relajación [semidormido] es una especie de Nekromanteion involuntario.
Los espejos son dispositivos fundamentales en el ocultismo. Hasta hace poco, la mayoría de los espejos estaban hechos de nitrato de plata [que también se utiliza para hacer agua bendita]. La plata, por supuesto, es el metal asociado a la luna; y ésta es un espejo simbólico que refleja la luz del sol. Existen muchos rituales básicos con espejos, pero todos aspiran a generar el mismo efecto que el Nekromanteion: intenta mirarte en un espejo con poca luz; la punta de la nariz o la frente, y observa el resto de tu rostro con tu visión periférica. Si no mueves los ojos después de un rato, tu rostro comienza a transformarse en todo tipo de cosas espeluznantes [ver: Si los ves, Ellos te ven]
El esoterismo considera que los espejos son portales y que pueden ser activados involuntariamente, por ejemplo, colocando un espejo frente a otro espejo. Ésa, en teoría, es la forma para que seres de otros planos entren y salgan de esta dimensión. Afortunadamente, en la tradición también existe una forma de bloquear los espejos enfrentados empleando marcas hechas con agua sobre la superficie reflectante. La señal de la cruz sobre un espejo, en teoría, es la manera más simple [ver: Experiencia invocando a «Bloody Mary»]
En algunas culturas, los espejos deben cubrirse en determinados momentos, particularmente cuando se produce un flujo de energía negativa y no se desea que sea absorbida y más tarde reflejada. El ejemplo típico es la muerte de una persona en la casa. En algunas tradiciones, si encuentras huellas de manos y dedos en un espejo [que no haya sido manipulado] se deben al espíritu de alguien que ha muerto allí [ver: Hay una entidad en mi habitación]
El ocultista Eliphas Levi concluyó que los espejos actúan como límites entre el mundo material y el espiritual. Pueden actuar como portales, pero están cerrados por defecto, y para abrirlos necesitas invitar a un espíritu para que pueda cruzar, pero el espejo en sí no es peligroso. Según la interpretación de Levi, no hay problema en dormir frente a un espejo siempre y cuando no abras esa puerta.
Mirarse a uno mismo [a los ojos] en el espejo durante un largo período de tiempo se siente, al comienzo, como una forma de meditación, pero no exactamente. Si esto se prolonga (superando los 15 minutos) definitivamente empezarás a sentir que te hundes dentro de tí mismo de alguna manera. Te sentirás introspectivo, como si estuvieras mirando dentro de tu propia alma. Es una gran técnica de autoexploración, el problema es que puede llevarte a explorar demasiado profundo. Eventualmente, empezarás a experimentar una sensación extraña, incómoda, como si no fueras tú mismo quien te está mirando desde el espejo.
La superstición de que tener un espejo en el dormitorio es algo negativo tiene bases bastante sólidas. Después de todo, el espejo es un artefacto [tecnológico] que produce comportamientos antropológicos únicos en el ser humano. Desde que los espejos comenzaron a usarse, como los de bronce u obsidiana, las personas se dieron cuenta de que estos dispositivos producían toda clase de experiencias anómalas. La mayoría de los oráculos [epifanías divinas] se hacían sobre una superficie reflectante [espejo, agua, bola de cristal, etc]. En última instancia, el espejo siempre fue considerado una puerta dentro de la realidad física ordinaria que se abre [o se cierra] sobre el mundo de los espíritus.
Encontrarte con tu reflejo en el espejo de tu dormitorio es como una experiencia en el Nekromanteion pero en miniatura. En un ambiente con un bajo nivel de iluminación, como una habitación durante la noche, la tarea de mirarse al espejo puede producir la ilusión fugaz de estar mirando un rostro extraño; aunque la mayoría de las veces se trata de deformaciones faciales que aún representaban la propia cara. Durante una experiencia buscada surgen otras posibilidades. Podrías ver [en tu propio reflejo] el rostro de tu padre [o madre, si eres mujer] con rasgos alterados, una persona desconocida con una identidad independiente; un anciano [o una anciana]; y en última instancia seres no humanos, como Gente Sombra, entidades oscuras y encapuchadas [ver: 5 tipos de Gente Sombra]
Los efectos extremos del Psicomanteum son similares a un breve trastorno de la personalidad. En cierto modo, el observador siente una desconexión con la imagen reflejada; es decir, puede experimentar su cuerpo pero percibir visualmente a alguien más en el espejo. Esto es acentuado en la observación prolongada, con su consecuente entumecimiento de las expresiones faciales hasta concluir en la experiencia de estar viento un rostro muerto, o el rostro de alguien más.
Por supuesto, tener un espejo en el dormitorio y verse fugazmente en él no es lo mismo que someterse a los procedimientos del Nekromanteion, pero esta sensación [subjetiva] de la distorsión temporal, incluso de la despersonalización de la imagen que nos devuelve el reflejo, puede estar presente y producirnos un tremendo sobresalto. Uno podría suponer que esto tiene alguna relación con la ansiedad, tal vez con un síntoma de dismorfia o descontento general con el propio aspecto, pero no es así en absoluto. Es más como una sensación de miedo a lo desconocido, como si mirarse en el espejo durante el tiempo suficiente pudiera revelar algo aterrador.
En el caso de los rituales, el espejo se utiliza como punto focal de la experiencia. La persona se mira fijamente en el espejo y, después de un período de tiempo, si el espíritu o la entidad invocada está dispuesta, se revelará en el reflejo. Esto es muy similar a la experiencia de mirarse en un espejo en medio de la noche y, al menos durante una fracción de segundo, sentir que alguien más nos está devolviendo la mirada. Como dice Jorge Luis Borges en su poema Los espejos:
Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.
Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.
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