El Machismo en el Horror.
El Machismo en el Horror se expresa de muchas formas, algunas son tan habituales, tan arraigadas en el género, que no resulta sencillo identificarlas con precisión. Por ejemplo, podemos tomar prácticamente cualquier novela gótica, y por tal caso a la literatura gótica en su conjunto, para notar algo interesante: la mujer nunca forma parte de la toma de decisiones.
Parece un detalle secundario, casi anecdótico, sobre todo si tomamos en cuenta que el rol de la mujer en el Horror generalmente es el de Víctima, pero en realidad constituye un rasgo machista incuestionable debido a su arraigo.
Tomemos como ejemplo al Drácula de Bram Stoker. Allí son los hombres, con Van Helsing a la cabeza, y más específicamente un grupo de hombres de la clase alta, quienes debaten los aspectos teóricos del problema al que se enfrentan, en este caso, un vampiro. Las mujeres —Lucy Westenra y Mina Harker— solo colaboran tangencialmente, si es que lo hacen en absoluto, como la pobre Lucy, y nunca forman parte de la toma de decisiones.
Este tipo de reuniones especulativas entre machos se repite constantemente en el género. De hecho, suele ser uno de los momentos más interesantes de la historia, el instante donde se hacen grandes revelaciones y donde se toman decisiones fuertes. Las mujeres, como mucho, sirven brandy, cuchichean, se desmayan.
Este modelo, quizás, funcionaba bastante bien como dispositivo para establecer cierto grado de credibilidad en esas historias. Después de todo, ¿por qué uno habría de dudar sobre un grupo de hombres ricos, blancos, bien educados, profesionales y temerosos de Dios?.
Hay, además, una atmósfera caballeresca en este tipo de debates, una especie de espadeo intelectual entre buenos camaradas, y una condescendencia indisimulable hacia la mujer, que aparece lateralmente (ver: El cuerpo de la mujer en el Horror).
Alguien podría decir aquí que las cosas han cambiado, y que en el Slasher, por ejemplo, la mujer es la última sobreviviente, y quien finalmente termina venciendo al asesino, llámese Michael Myers, Jason Voorhees, o cualquier otro; no obstante, si analizamos más de cerca la dinámica en este tipo de películas, veremos que tal progresismo intelectual está ausente:
a- Una joven es asesinada en un sitio alejado de la civilización, donde no puede acceder fácilmente a la ayuda.
b- El asesino acecha y mata, aparentemente, al azar. El número de víctimas puede ascender a una escala astronómica.
c- Finalmente queda una sola sobreviviente, en ropa interior, quien logra someter al asesino, solo para descubrir que este no ha muerto del todo.
Esta última sobreviviente, en general, es el único personaje que, desde el principio, logra deducir un patrón en el comportamiento de la amenaza. Mientras los demás se ríen, fuman, se entregan con descaro al amor libre, ella se preocupa. Esto no es caprichoso. La perspectiva de esa sobreviviente la acerca a nuestro propio conocimiento como espectadores, por cierto, privilegiado, de la situación en la que se encuentra. Ella podrá escapar, o matar al monstruo (no del todo, claro), pero únicamente asumiendo características supuestamente masculinas.
La Sobreviviente, entonces, debe tener algunos atributos que la valoricen dentro del patriarcado:
a- Es generalmente virgen.
b- No fuma, ni bebe, ni se involucra demasiado en el comportamiento desenfrenado de sus pares. Es ingenua, en comparación con sus amigas.
c- En resumen: ella sobrevive porque representa los valores femeninos que aprueba el patriacado, es decir, lo que una mujer debería ser.
El asesino en este tipo de historias, más que matar, parece estar castigando a sus víctimas; y lo está, claramente. Las víctimas, la forma en la que son asesinadas, enfatiza la idea de que la sexualidad femenina es algo que puede ser castigado en determinadas circunstancias. En el cine de terror, cuando una mujer actúa de forma sexual, incluso disfrutando abiertamente de ello, está muerta.
El tratamiento de las mujeres en el Horror más habitual colocándolas como Víctimas, o como Villanas, aún cuando se las intente retratar como Heroínas.
Tomemos el caso de Carrie White, de Stephen King.
Uno podría suponer que la audiencia se identifica con su sufrimiento, y con su posterior venganza, pero debajo de eso subyace una idea ciertamente machista: mientras Carrie desata su potencial destructivo se pone en evidencia lo que sucede cuando las mujeres ya no se reprimen, cuando ganan poder y no se dejan pisotear. En definitiva, Carrie demuestra lo que podría pasar cuando una mujer no logra integrarse con éxito en la sociedad patriarcal.
El Horror es machista, indudablemente, y, por lo tanto, conservador, aunque también hay ejemplos que intentan ir en la dirección contraria. Sin embargo, los clásicos son los que han marcado un modelo a seguir, y ese modelo responde a una ideología patriarcal, donde los hombres dictan las reglas, y las mujeres tienen que cumplirlas.
La pobre Lucy Westenra, en Drácula, es la primera víctima significativa del conde, quizás porque es la única que manifiesta un tímido atisbo de libertad sexual. En cierto modo, se alimenta de ella, la hace su amante, en contraste con la cauta y pura Mina, la cual merece un tratamiento más caballeresco.
El Horror, entonces, ¿convierte a las mujeres en víctimas o simplemente retrata una realidad social y cultural?
En este sentido, el Machismo en el Horror no siempre es involuntario. o subliminal; a veces está presente justamente como una representación crítica de esa realidad.
Cuando no son Víctimas, las mujeres en el Horror son Brujas, un vehículo de lo abyecto, de lo pagano, de lo monstruoso, de lo precultural. Esta es la representación habitual para la mujer que no se ajusta exactamente a los parámetros del patriarcado.
El Horror, en definitiva, trata sobre el Miedo. Pero, ¿miedo a qué? H.P. Lovecraft propuso lo siguiente:
La emoción más antigua e intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.
(The oldest and strongest emotion of mankind is fear, and the oldest and strongest kind of fear is fear of the unknown)
(The oldest and strongest emotion of mankind is fear, and the oldest and strongest kind of fear is fear of the unknown)
Pero, ¿qué es lo desconocido?
Naturalmente, lo opuesto a lo conocido, de manera tal que ese miedo ancestral se emparenta con el abandono de lo que se conoce. Lovecraft proporciona un razonamiento elegante sobre el miedo, pero evita cualquier interpretación sobre la naturaleza de esa emoción primordial. En este contexto, el miedo a lo desconocido solo se entiende como un emergente del abandono, del desamparo.
¿Y cuál es, por definición, la antítesis de lo desconocido?
La figura de la Madre. Cualquier conflicto con este arquetipo nos proyecta hacia la dimensión del miedo.
Para finalizar citaremos un viejo axioma del Horror, que define a la mujer dentro de cuatro roles efectivos, y que por sí mismos definen bastante bien lo que el género espera de ellas en una historia. En este contexto, las mujeres deben ser:
a- Deseadas.
b- Temidas.
c- Rescatadas.
d- Destruidas.
Taller literario. I Universo Pulp.
Más literatura gótica:
- El Feminismo de hoy desde la ciencia ficción de ayer.
- El Feminismo en el Slasher: Simone de Beauvoir vs. Jason Voorhees.
- Cómo las mujeres nos enseñaron a leer por placer.
- El feminismo romántico que las feministas a menudo desconocen.
En tiempos cuando este tema oscurece el intelecto, tus escritos son un lucero en nuestro horizonte. Una pregunta, ¿qué obras se orientan en la dirección contraria?
ResponderEliminarSaludos y felicitaciones.
Disfruto mucho leyendo su blog, y nunca los he felicitando por sus excelentes análisis,muchas gracias y felicidades :D
ResponderEliminarMuchas gracias por el apoyo, Cielo. Saludos!
ResponderEliminarGracias Luciano.
ResponderEliminarShirley Jackson es un buen ejemplo de una autora brillante que sigue una agenda propia. No podríamos llamarla "feminista", pero ciertamente es antipatriarcal. Te recomiendo "Siempre hemos vivido en el castillo". Excelente novela.
Muchas gracias Sebastián por la recomendación. Saludos!
EliminarMe llama la atención de que el autor de acertadas reseñas de novelas, sagas, análisis de los significados, haya escrito un artículo tan equivocado. Que usa el recurso de mencionar los ejemplos que confirman la teoría, rechazando los que que la contradicen.
ResponderEliminarEn la misma novela Drácula, por ejemplo. Mina es un notable personaje. Que Lucy sea castigada por la sexualidad libre, podría ser una denuncia.
Y no olvidar que se basa en Carmilla, una vampira lesbiana que seduce a jóvenes mujeres.
No me imagino a Mary Shelley siendo machista. Y ella escribió Frankenteien un Prometeo moderno.
Está la obra de Clark Asthon Smith, con sus hechiceras que son triunfales, son deseadas. Puedo mencionar a la hechicera de La santidad de Azedarac, que tanto rescata al protagonista como la manipula, por enamorarse de él.
Y está La muerta enamorada, en que la vampira es la mujer enamorada del personaje narrador. Y el monstruo es el sacerdote virtuoso, ajeno a las tentaciones.
Puede ser que los personajes sean machistas, los licátropos, no suele respetar a las víctimas mujeres. Elijo este ejemplo porque la imagen me parece artística.
Incluso en la ilustración la chica está dispuesta a defenderse. Aunque tenga los rasgos de una Scream Queen, como ser rubia. Tiene un arma, que podría ser un peligro para el licántropo.
ResponderEliminarEsta discusión (en el buen sentido) me hizo recordar un relato sobre la temática: Footsteps (Pisadas) de Harlan Ellison, que se encuentra en la colección Las mejores historias de terror I, Ed. Martinez Roca(https://tercerafundacion.net/biblioteca/ver/ficha/2115). Se trata, justamente, "acerca de una mujer lobo que al mismo tiempo es una violadora" (introducción del autor).
ResponderEliminarMuchas felicidades Sebastian, tengo 5 años leyendo este blog y siempre me ha parecido muy bueno. Hay ocasiones en las que no concuerdo, pero para mí, en ese aspecto reside el encanto de leerlos, porque nos haces pensar y reflexionar, sigue igual y un abrazo desde Gdl. México.
ResponderEliminarDe eso se trata, Anon, de compartir puntos de vista. Muchas gracias por el apoyo.
ResponderEliminarMe gusta eso de no coincidir, intercambiar opiniones.
ResponderEliminarUna obra de arte la imagen.
Lo mismo digo
ResponderEliminarEl machismo es un terreno delicado si eres muy bueno eres machista y si eres cruel también cuáles serían las normas a seguir paro no ser machista?
ResponderEliminarDe echo esta publicación se podría declarar machista por referir a Drácula y no a carmilla...
Tienes razón tal vez por qué muchos no conocíamos a carmila
EliminarSerá que para muchos carmila no es tan conocida
EliminarSebastián: En el caso de CARRIE, lo presentas como si fuese una situación equivoca, cuando en realidad, así se comportan las mujeres,te guste o no! Es parte de su naturaleza! NO SE PUEDE CAMBIAR! Es más, ¿porque esa insistencia de cambiar a la naturaleza!?.
ResponderEliminarNO SE DEJEN ARRASTRAR POR LAS NUEVAS MODAS y lo POLITICAMENTE CORRECTO. Piensen por ustedes mismos!!!
Feministas. En todo ven machismo. "Pendejes".
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