«Abajo dormía la fría tierra»: Percy Shelley; poema y análisis.
Abajo dormía la fría tierra (The Cold Earth Slept Below) es un poema del romanticismo del escritor inglés Percy Shelley (1792-1822), publicado originalmente con el título: Noviembre 1815 (November 1815) en la colección de 1823: Hunt's Literary Pocket-Book. Fue reimpreso por la viuda de Percy Shelley, Mary Shelley [autora de Frankenstein], en la antología de 1824: Poemas póstumos (Posthumous Poems).
Abajo dormía la fría tierra es uno de los poemas de Percy Shelley más polémicos. Algunos han propuesto la teoría de que Mary Shelley alteró la fecha del manuscrito original al 5 de noviembre de 1815 para que pareciera escrito antes de la muerte de Harriet Westbrook, exesposa del autor [quien se quitó la vida], y de ese modo no pueda haber sido sobre ella. A favor de este argumento se encuentran numerosos episodios públicamente inaceptables de la vida de su esposo que Mary Shelley eliminó de cuajo de la primera edición de Poemas escogidos de Percy Bysshe Shelley (Selected Poems of Percy Bysshe Shelley), de 1839. Por lo tanto, no es inconcebible que Mary modificara algunos aspectos incómodos de Abajo dormía la fría tierra.
Harriet Westbrook fue la primera esposa de Percy Shelley. Se suicidó [estando embarazada] arrojándose a las aguas del Serpentine, un lago londinense; su cuerpo fue recuperado el 10 de diciembre de 1816. Abajo dormía la fría tierra, que versifica el descubrimiento del cadáver congelado de una mujer, podría hacer referencia a la muerte de Harriet. El poema se publicó después de la muerte de Percy Shelley, de modo que la controversia alrededor de la fecha en la que fue escrito está lejos de resolverse. Si, como afirma Mary Shelley, fue escrito en «noviembre de 1815», no puede tratar sobre Harriet, pero algunos opinan que la autora de Frankenstein modificó esa fecha para que no coincidiera con la de su suicidio.
El macabro hallazgo del cuerpo sin vida de Harriet fue publicado en la edición del 12 de diciembre de 1816 del London Times:
«Una mujer respetable, en avanzado estado de gestación, fue sacada del río Serpentine y llevada a su residencia en Queen Street, Brompton, tras estar desaparecida durante casi seis semanas. Llevaba un valioso anillo en el dedo. Se supone que una falta de honor en su propia conducta ha llevado a esta catástrofe fatal, ya que su marido está en el extranjero.»
Sólo podemos especular sobre los motivos que llevaron a Harriet a tomar esa decisión. A los dieciséis años se fugó con Percy Shelley y se casaron en secreto en Edimburgo [agosto de 1811]. Percy era un defensor del amor libre, y en una ocasión se propuso «compartir» a su esposa con un camarada, pero Harriet se negó. En 1814, todavía casado, Percy huyó con Mary [Godwin entonces], dejando a Harriet en una situación comprometida mientras daba a luz a su segundo hijo, Charles.
Harriet regresó con su padre, pero eventualmente abandonó el hogar familiar y se instaló en una pensión. La razón [probablemente] es que había quedado embarazada de un amante. Sola y abandonada, caminó hasta Hyde Park y se lanzó al lago Serpentine. Su cuerpo apareció flotando al día siguiente.
El cuerpo de Harriet fue examinado por un forense, quien no encontró signos de violencia. El suicidio parecía obvio, pero las autoridades fueron compasivas. Se determinó que simplemente se había ahogado, lo cual permitió que fuera enterrada en el cementerio de Saint Mary, beneficio con el que no contaban los suicidas. Tiempo después trascendió la última carta desgarradora de Harriet a Percy Shelley:
«No seré más una habitante de este mundo miserable. No te arrepientas de la pérdida de alguien que nunca podría ser otra cosa que una fuente de aflicción y miseria para todos (...) Mi querido Bysshe [segundo nombre de Percy] si nunca me hubieras dejado, podría haber vivido, pero así es, te perdono libremente para que puedas disfrutar de esa felicidad de la que me has privado.»
Abajo dormía la fría tierra trata sobre una mujer amada por el Orador del poema, quien ha estado expuesta al frío en una noche de invierno y murió, tal vez, ahogada:
Abajo dormía la fría tierra;
arriba brillaba el frío cielo;
y alrededor,
con un sonido escalofriante,
desde cuevas de hielo y campos de nieve,
como la muerte fluía el aliento de la noche
bajo la luna que se hundía.
El seto invernal estaba negro;
la verde hierba no se veía;
los pájaros descansaban
en el pecho desnudo del espino,
cuyas raíces, junto al sendero,
se cerraban sobre las muchas grietas
que la escarcha había abierto.
arriba brillaba el frío cielo;
y alrededor,
con un sonido escalofriante,
desde cuevas de hielo y campos de nieve,
como la muerte fluía el aliento de la noche
bajo la luna que se hundía.
El seto invernal estaba negro;
la verde hierba no se veía;
los pájaros descansaban
en el pecho desnudo del espino,
cuyas raíces, junto al sendero,
se cerraban sobre las muchas grietas
que la escarcha había abierto.
Más adelante, el Orador sugiere que ella se ahogó, quizás atraída por un fenómeno inexplicable, posiblemente sobrenatural: luces que «resplandecen tenuemente» en las aguas de un pantano. Esta podría ser una alusión a fuegos fatuos y otras incandescencias asociadas a criaturas fantásticas que atraen a los incautos para llevarlos a su muerte.
El tono de Abajo dormía la fría tierra es nétamente gótico. La primera estrofa se enfoca en el frío extremo: tenemos «cuevas de hielo», «campos de nieve como la muerte», incluso el sonido es «escalofriante». La segunda estrofa expande la descripción de este paisaje desolador: es de noche, el seto es negro y, como es invierno, está despojado de follaje; los pájaros descansan en las ramas desnudas de un espino, cuyas raíces rasgan las grietas que la escarcha ha abierto en el camino, otra imagen de la vida hundiéndose en el suelo.
La tercera estrofa pasa de la descripción del paisaje a los ojos de una mujer que brillan «a la luz moribunda de la luna»:
Tus ojos brillaban
a la luz moribunda de la luna;
como las luces del pantano
resplandecen tenuemente sobre el arroyo perezoso;
así brillaba allí la luna,
y amarilleaba las hebras de tu enredado cabello
que se agitaba con el viento nocturno.
a la luz moribunda de la luna;
como las luces del pantano
resplandecen tenuemente sobre el arroyo perezoso;
así brillaba allí la luna,
y amarilleaba las hebras de tu enredado cabello
que se agitaba con el viento nocturno.
Percy Shelley aventura una metáfora de los ojos brillantes que se asemejan a los fuegos fatuos: luces espectrales que los viajeros, por lo general, ven de noche flotando sobre ciénagas y pantanos; a menudo asociadas en las leyendas a las almas de personas ahogadas que atraen a los viajeros a una muerte segura. Es como si Percy Shelley estuviera quitando la responsabilidad de Harriet por su muerte, y redirigiéndola hacia una fuerza maligna exterior. ¿Es esto un indicio de la renuencia de Percy Shelley a aceptar alguna forma de responsabilidad por la muerte de su exesposa? Si dejamos de lado el tono lúgubre del poema, el verdadero alcance de la angustia del autor es discutible
La cuarta estrofa deja en claro que los ojos que brillan pertenecen a una mujer muerta, con los labios pálidos, el pecho frío, tendida en el suelo bajo un cielo gélido. Es evidente que no se trata de una descripción impersonal: la voz se dirige a la difunta como «amada», el único ejemplo de ternura en el poema:
La luna empalideció tus labios, amada;
el viento enfrió tu pecho;
la noche derramó sobre tu querida cabeza
su rocío helado, y tú sólo yacías allí,
donde el amargo aliento
del cielo pudiera visitarte cuando quisiera.
el viento enfrió tu pecho;
la noche derramó sobre tu querida cabeza
su rocío helado, y tú sólo yacías allí,
donde el amargo aliento
del cielo pudiera visitarte cuando quisiera.
La Muerte es omnipresente en Abajo dormía la fría tierra, no en términos filosóficos, sino de acuerdo al estado emocional del Orador. La elección de palabras de Percy Shelley insinúa que, una vez que la muerte nos toca, empezamos a verla en todas partes. Incluso la naturaleza, que en la filosofía del romanticismo trasciende la fragilidad humana, es propensa a morir en este poema: la mujer, la tierra, los árboles, la luna, las aguas donde hierven los espíritus de los ahogados, todo parece ausente de vida.
Evidentemente, Abajo dormía la fría tierra tenía un profundo significado personal para Percy Shelley, y no estaba destinado a ser publicado. El contexto es clave para comprender y analizar este poema, pero no está claro si el Orador siente remordimiento o si sólo está recordando el pasado [considerando la conmovedora carta de Harriet, en la que señala a Shelley como el autor de su desgracia]. Lo único cierto es que a lo largo del poema se establecen vínculos tangibles con su suicidio.
Toda la escena transcurre bajo «la luz moribunda de la luna», cuyo brillo mortecino empalidece los labios de la mujer muerta. Esta única fuente de luz sugiere el advenimiento de la oscuridad. Además, la luna se asocia comúnmente con la locura, la fertilidad y la feminidad, elementos que convergen en la muerte de la embarazada Harriet. Alternativamente evoca la pérdida de una vida no nacida y el oscuro estado mental en el que se encontraba la joven al tomar aquella decisión desesperada.
Cuando se escribió este poema, Percy Shelley tuvo otra experiencia significativa con la muerte. Fanny Imlay, la media hermana de Mary, se suicidó como resultado de sentirse abandonada. Percy y Mary huyeron juntos. y eventualmente debieron soportar el peso de dos muertes relacionadas con su unión. No es sorprendente entonces ver que la muerte se presenta aquí como una entidad onmipresente, pero siempre es descrita desde la perspectiva de los sobrevivientes. Aunque los muertos reciben cierto grado de paz, Percy Shelley parece lamentar más la miseria de aquellos que han quedado en el plano físico soportando el peso de sus decisiones.
Abajo dormía la fría tierra.
The Cold Earth Slept Below, Percy Shelley (1792-1822)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Abajo dormía la fría tierra;
arriba brillaba el frío cielo;
y alrededor,
con un sonido escalofriante,
desde cuevas de hielo y campos de nieve,
como la muerte fluía el aliento de la noche
bajo la luna que se hundía.
El seto invernal estaba negro;
la verde hierba no se veía;
los pájaros descansaban
en el pecho desnudo del espino,
cuyas raíces, junto al sendero,
se cerraban sobre las muchas grietas
que la escarcha había abierto.
Tus ojos brillaban
a la luz moribunda de la luna;
como las luces del pantano
resplandecen tenuemente sobre el arroyo perezoso;
así brillaba allí la luna,
y amarilleaba las hebras de tu enredado cabello
que se agitaba con el viento nocturno.
La luna empalideció tus labios, amada;
el viento enfrió tu pecho;
la noche derramó sobre tu querida cabeza
su rocío helado, y tú sólo yacías allí,
donde el amargo aliento
del cielo pudiera visitarte cuando quisiera.
The cold earth slept below;
Above the cold sky shone;
And all around,
With a chilling sound,
From caves of ice and fields of snow
The breath of night like death did flow
Beneath the sinking moon.
The wintry hedge was black;
The green grass was not seen;
The birds did rest
On the bare thorn’s breast,
Whose roots, beside the pathway track,
Had bound their folds o’er many a crack
Which the frost had made between.
Thine eyes glow’d in the glare
Of the moon’s dying light;
As a fen-fire’s beam
On a sluggish stream
Gleams dimly—so the moon shone there,
And it yellow’d the strings of thy tangled hair,
That shook in the wind of night.
The moon made thy lips pale, beloved;
The wind made thy bosom chill;
The night did shed
On thy dear head
Its frozen dew, and thou didst lie
Where the bitter breath of the naked sky
Might visit thee at will.
Percy Shelley (1792-1822)
Above the cold sky shone;
And all around,
With a chilling sound,
From caves of ice and fields of snow
The breath of night like death did flow
Beneath the sinking moon.
The wintry hedge was black;
The green grass was not seen;
The birds did rest
On the bare thorn’s breast,
Whose roots, beside the pathway track,
Had bound their folds o’er many a crack
Which the frost had made between.
Thine eyes glow’d in the glare
Of the moon’s dying light;
As a fen-fire’s beam
On a sluggish stream
Gleams dimly—so the moon shone there,
And it yellow’d the strings of thy tangled hair,
That shook in the wind of night.
The moon made thy lips pale, beloved;
The wind made thy bosom chill;
The night did shed
On thy dear head
Its frozen dew, and thou didst lie
Where the bitter breath of the naked sky
Might visit thee at will.
Percy Shelley (1792-1822)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Poemas góticos. I Poemas de Percy Shelley.
Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Percy Shelley: Abajo dormía la fría tierra (The Cold Earth Slept Below), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
Terrible poema, Sebastián, sin dudas relacionado con la muerte de Harriet. Y terrible la decisión de Mary (me cuesta creerlo) de alterar la fecha del manuscrito para evitar que se lo relacionara con el hecho luctuoso. Mi simpatía por Mary, sin embargo, me lleva a pensar que la fecha no fue adulterada y, dada la ascendencia que los poetas románticos tenían sobre sus lectores, en especial cuando se trataba de seres queridos, que el poema pudo haber obrado como una suerte de mandato, de filtro hipnótico que decidió su suerte. O, menos líricamente y sin convertir a Shelley en un asesino a distancia, que la lectura del poema por parte de Harriet la haya convertido en una suicida no del todo voluntaria. Pero está el asunto de su embarazo...
ResponderEliminarComo siempre, sus introducciones nos hacen pensar. Abrazo.
Me encanta tu razonamiento, Daniel. Nos evita el incordio de pensar que Percy era un completo canalla y Mary una especie de encubridora póstuma.
ResponderEliminarAbrazo!