«Nada está lejos»: Robert Francis; poema y análisis.
Nada está lejos (Nothing Is Far) es un poema metafísico del escritor norteamericano Robert Francis (1901-1987), publicado en la antología de 1985: Robert Francis: poemas escogidos (Robert Francis: Collected Poems).
Nada está lejos, probablemente uno de los mejores poemas de Robert Francis, cuestiona nuestra incapacidad para percibir un poder superior [Dios, o como quieras llamarlo] en nuestra vida cotidiana.
El poema comienza con el narrador considerando que, aunque el mundo es básicamente el mismo que durante la época de los antiguos, él no puede tener sus experiencias. Puede escuchar el canto de los mismos pájaros que ellos, pero no escucha la voz de Dios. Ve los árboles en el crepúsculo, pero ninguna deidad emerge de ellos. Sin embargo, a pesar de este aparente silencio, no se siente del todo convencido y todavía cree que una roca puede ser mucho más que un objeto común. Está fascinado con la idea de que esos objetos, por prosaicos que sean, contienen más de lo que parece. Cree que una modesta piedra es capaz de ocultar «algo que no es de piedra, que no se ve, pero que es real».
Con la esperanza de descubrir cuál podría ser esta presencia, concluye que hoy nada está más lejos de lo que estaba. Dios, y las respuestas, deberían estar tan cerca como lo estaban para los videntes y profetas de la antigüedad. El narrador cree que nada está oculto ahora, así como nada lo estuvo antes. Todas las cosas están imbuidas de este poder superior de la misma manera que antes.
Al comienzo de Nada está lejos de Robert Francis, el narrador parece estar cuestionando su espiritualidad. Ha estado buscando alguna señal de Dios en los sonidos de la naturaleza, y jamás la ha encontrado. ¿Por qué? Después de todo, está haciendo todo lo que hicieron los antiguos. Está oyendo los mismos sonidos y viendo las mismas cosas, pero no siente a Dios dentro de ellas. No hay ningún mensaje escondido; sin embargo, el narrador no duda de la presencia de este poder superior, sino que la reinterpreta, a través de sus no-experiencias, concluyendo que, tal vez, esa señal de la presencia divina que tanto anhela se manifiesta a través de su aparente ausencia.
Es muy interesante cómo el narrador de Nada está lejos de Robert Francis intenta razonar la presencia de Dios dentro de los objetos comunes. Ha pasado tiempo [mucho tiempo] desde que los pueblos antiguos vieron dioses en de los árboles, en las rocas, las montañas, el viento, el sol. Esa presencia parece haberse retirado, aunque las cosas siguen siendo las mismas en general. «Nada está lejos que una vez estuvo cerca». Nada, dice, se ha perdido desde la época de los antiguos. Todo está ahí [los árboles, las rocas, las montañas, el viento, el sol], pero de algún modo oscurecidas.
Nada está lejos.
Nothing Is Far, Robert Francis (1901-1987)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Aunque nunca he captado la palabra
de Dios en ningún pájaro que gorjea,
escucho todo lo que escucharon los antiguos.
Aunque no he visto a ninguna deidad
entrar o salir de un árbol crepuscular,
veo todo lo que han visto los videntes.
Una piedra común todavía puede revelar
algo que no es piedra, que no se ve, pero que es real.
¿Qué puede ocultar una piedra común?
Nada está lejos que una vez estuvo cerca.
Nada se oculta que una vez fue evidente.
Nada era Dios que no esté aquí.
Aquí está el pájaro, el árbol, la piedra.
Aquí en el sol me siento solo
entre lo conocido y lo desconocido.
Though I have never caught the word
Of God from any calling bird,
I hear all that the ancients heard.
Though I have seen no deity
Enter or leave a twilit tree,
I see all that the seers see.
A common stone can still reveal
Something not stone, not seen, yet real.
What may a common stone conceal?
Nothing is far that once was near.
Nothing is hid that once was clear.
Nothing was God that is not here.
Here is the bird, the tree, the stone.
Here in the sun I sit alone
Between the known and the unknown.
Robert Francis (1901-1987)
Of God from any calling bird,
I hear all that the ancients heard.
Though I have seen no deity
Enter or leave a twilit tree,
I see all that the seers see.
A common stone can still reveal
Something not stone, not seen, yet real.
What may a common stone conceal?
Nothing is far that once was near.
Nothing is hid that once was clear.
Nothing was God that is not here.
Here is the bird, the tree, the stone.
Here in the sun I sit alone
Between the known and the unknown.
Robert Francis (1901-1987)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Poemas góticos. I Poemas metafísicos.
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El análisis, traducción al español y resumen del poema de Robert Francis: Nada está lejos (Nothing Is Far), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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